Con
lo ahorrado de monedas del cambio, cogí un tren con ida y vuelta para poder
pasar un día corriente en la playa. Estaba tomando el sol, disfrutando de un
día sencillo cerca del mar, cuando la brisa trajo a mis oídos la conversación
cercana de unas personas. Mientras estaba tumbada boca abajo escuché algo que
me hizo erizar la piel. Una de las mujeres decía que lo estaba pasando mal con
el trámite de una residencia. Había pasado de gestión pública a gestión privada
y nada estaba saliendo bien. No dejaban cambiar el nombre el número de
teléfono, no les dejaban cambiar de nombre la factura de la luz, no les dejaba
cambiar de nombre la factura del agua,… Lo había intentado de cambiar de todas
las manera y al final incluso se había vuelto a poner en contacto con la
“Generalitat de Catalunya” para poder agilizar los tramites por ambas partes
(desde lo que había sido sector público y desde lo que ahora se había
convertido en gestión privada). Después de conversar con varios FUNCIONARIOS le
pasaron con una mujer que le había respondido que les diera el NÚMERO DE CUENTA
y que ellas lo cambiaban. ¿El número de cuenta? Pero las facturas,… ¿A nombre
de quien irían? ¿A vuestro nombre? No, lo siento pero eso no. Si pagamos nosotros
necesitamos las facturas a nuestro nombre. La chica le respondió desde el otro
lado del teléfono que SIEMPRE LO HABÍAN HECHO ASÍ Y QUE NUNCA HABÍAN TENIDO
PROBLEMAS CON ESO. Aquella mujer que lo contaba, la que la escuchaba y yo al
oírlo relatar desde la distancia, nos quedamos heladas. ¿Desde cuando estarían
haciendo estas gestiones donde facturas emitidas a nombre de una entidad
PÚBLICA estaban siendo pagadas por una entidad PRIVADA si que eso constara en
ningún sitio? ¿Cuáles eran las empresas que habían permitido esta GESTIÓN
INADECUADA de los pagos de su empresa? ¿Cómo se estaba representando eso en el
presupuesto a nivel de comunidad autónoma? ¿Y a nivel estatal? Mientras las
preguntas seguían asolando mi mente seguí escuchando pues ahí no había acabado
el asunto.
La
chica seguía relatando que a parte, las empresas de suministros tanto
telefónico, como de luz, como de agua, como de gas,… les decían que para emitir
una factura a su nombre tenían que pagar las facturas pendientes, dar de baja
ese suministro con una autorización por parte de la entidad pública, y luego
dar de alta otra vez el suministro (esto reportaba un gasto EXTRA del que se
tenía que hacer cargo la empresa privada que se haría cargo del mismo que no se
podía permitir según la chica). Otra opción que le habían dado era dar de alta
el servicio dejando que el otro corriera a gasto de la anterior gestora, la
entidad PÚBLICA, y que a partir de la fecha con otro teléfono, con otro contrato,
con otra alta de línea,… la entidad privada pagaba sólo lo suyo mientras la
entidad pública, seguía pagando mínimos por esos contratos hasta liquidar
deudas. La chica optó por esa segunda opción pero no si dejar visible un ERROR
GARRAFAL por parte de la administración PÚBLICA: si jamás nadie había hecho la
gestión de cambio, si nadie sabía que tenía que hacer el cambio de nombre, si
nadie había tramitado la BAJA
de un servicio,… ¿Cuántas residencias, cuántos centros de salud, cuántos centros
de menores,… estaban siendo gestionados desde la crisis teniendo que pagar esos
MÍNIMOS por la falta de buena gestión de la entidad pública? ¿Era tan difícil
hacer una gestión tan simple que todos la hemos realizado alguna vez al cambiar
de domicilio o al ayudar alguna amigo, familiar o conocido con la gestión?
La
chica había hechos los trámites que le tocaban para poder tener las facturas,
los recibos y demás a su nombre pero con el sabor amargo en su voz diciendo que
le parecía muy fuerte que les estuvieran escatimando dinero por pruebas que
tenían que realizar desde el sector privado en servicio del público mientras,
por la mala funcionalidad de algunos funcionarios, se estaba pagando por luz,
agua, gas, teléfono, aunque sólo fueran mínimos, cuando esos suministros ya
están siendo pagados por otras personas. ¿Hay tantos recortes que hasta se ha
recordado la forma mas OBVIA de pensar?
MORALEJA:
¿Cuánto se paga de mínimos? Hagamos una suposición sencilla: si por cada centro
se paga de mínimo unos ciento cincuenta euros tirando a lo bajo por todos los
suministros y teniendo en cuenta de que son doce los meses del año, por centro
o residencia se estaría pagando mil ochocientos euros al año por cada uno. ¿Y
si fueran diez los centros o residencias? Se estaría pagando al año 18.000€ por
los servicios mínimos. Si pensamos en frío, sabiendo el índice de pobreza, el
índice de paro, la falta de recursos cada vez mayor para más familias, si se
dieran 400€ a cada familia sin recursos de ese dinero MAL GESTIONADO, 45
familias podrían obtener esa ayuda y destinarla para comida. ¿Cuánto más hay
que esperar para que se empiecen a hacer LAS COSAS BIEN DE UNA VEZ? ¿Por qué no
se dedican a sanear las cuentas de forma RÁPIDA para que no se siga malgastando
el dinero en CHORRADAS POR EL MAL COMETIDO MAL GESTIONADO? ¡En fin! Espero que
no pase mucho mas pues la pobreza sigue creciendo y por desgracia,… podemos
solucionarlos con actos sencillos y MUY CORRECTOS. ¡¡¡Contabilizar, analizar,
servir, administrar y gestionar!!! Mirad si es sencillo.
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