miércoles, 11 de diciembre de 2013

PERSONAL NADA CAPACITADO

 

* Una ambulancia es un vehículo destinado al transporte de personas enfermas o heridas, hacia, desde o entre lugares de tratamiento. […]

 

De cualquier forma para que el empleo de estos vehículos tenga resultados óptimos es necesario que aquellos que los administren, equipen adecuadamente estas ambulancias, que si bien se utilizan para la atención de emergencias o solo para transportar pacientes el uso es oficial y requiere de una enorme responsabilidad, incluso para que se optimizara este vehículo primero se debería contar con el personal capacitado y los botiquines o herramientas básicas incluso en las ambulancias mas básicas. (Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Ambulancia).

 

Mas de una vez, durante este año, me habéis leído quejarme de varios problemas dentro de la sanidad con ingresos, con médicos, con los propios enfermos,… ¡No es nada fácil tener a alguien que quieres ingresado! ¡No es nada fácil soportar un tratamiento largo! ¡No es nada agradable tratar con PERSONAL NADA CAPACITADO para un cargo!

 

Cuando uno llama a una ambulancia entiendes que no es por gusto. Es por necesidad, porque algo, que no puedes controlar, necesita de un medio de trasporte, de un personal cualificado para hacer la gestión de una persona, de una persona enferma.

 

Cuando necesitas los servicios de la ambulancia sólo esperas eso, un trato digno para alguien que no se encuentra bien, que está enfermo. Repito: UN TRATO DIGNO PARA ALGUIEN QUE NO SE ENCUENTRA BIEN, QUE ESTÁ ENFERMO. No se está pidiendo un trato de favor, ni una limusina, ni nada por el estilo. Se está pidiendo DIGNIDAD. ¿Sabéis lo que es la dignidad? La dignidad, o «cualidad de digno», deriva del adjetivo latino 'digno y se traduce por «valioso». Hace referencia al valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador, pues las personas pueden modelar y mejorar sus vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de su libertad. (Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Dignidad). Eso es la dignidad pero para mi la dignidad es tratar a una persona como se merece. Dejadme, aunque me haga pesada, que lo repita: TRATAR A UNA PERSONA COMO SE MERECE.

 

Las ambulancias de trasporte no tratan a las personas como se merecen, ni siquiera las tratan bien. Cuando se hace un traslado de un enfermo en ambulancia el aquejado, simplemente por esa cualidad de no encontrarse al cien por cien de salud, puede sufrir mareos, vómitos, malestar, etc. ¿Creéis que por el simple hecho de que un enfermo haya devuelto la persona que viene en la ambulancia para trasladarlo se niegue a hacerlo sólo por no se encuentra bien? Esto ha pasado y no hace mucho. La persona a la que yo acompañaba por un tratamiento médico, no se encontraba bien y devolvió. Se informó al de la ambulancia que a esa información respondió con: “Pues que sepa que el trayecto es largo y yo no voy a cambiar mi ruta por nadie” (según el responsable coordinador de dicho servicio, es recomendable que ningún paciente pase más de una hora dentro de una ambulancia. Teniendo que ir a tres ciudades distanciadas obviamente unos kilómetros, la última vez el trayecto que suele ser de media hora o tras cuartos, fue de dos horas y media sabiendo que una persona NO DEBERÍA PASAR MÁS DE UNA HORA DENTRO DE LA AMBULANCIA. ¿A qué hay algo que no cuadra? Si tiene que pasar como máximo una hora,… ¿Cómo puede ser que en la ambulancia vayan seis u ocho personas a cuatro puntos geográficos distintos? ¿Es error del coordinador? ¿Es fallo de Gerencia por querer sacar más beneficio con un solo vehículo? ¿Es un resbalón del sistema sanitario que confía en personal NADA CUALIFICADO para el traslado de enfermos? ¿¿¿??? YO no lo sé. Yo sé la parte mala de la situación que es la siguiente: una persona enferma no se la trata bien. Si va con silla de ruedas el trato es peor pues la amarran atrás y conducen como si no llevaran a nadie dentro en plan eslalon de obstáculos porque obviamente,… hay que cumplir un horario. El enfermo supera un tratamiento dañino, horrible, pesado, desgastante, doloroso,… pero lo peor que tiene que sufrir es un traslado inhumano por parte de personas que les da igual el ser humano, la vida, la salud, la dignidad de la individuo).

 

Nadie esta exento de ser enfermo. Pese a esa gran frase, nadie ayuda a nadie a nivel de dejar de sufrir o sufrir un poco menos. ¿Tiene que ser un traslado en ambulancia la consecuencia del empeoramiento visible del enfermo? Yo creo que no pero por desgracia, no he encontrado a NADIE en este largo trayecto de cura que me demuestre que EL ENFERMO ES LO PRIMERO Y SU SALUD LO MÁS IMPORTANTE.

 

Alguien debería poner orden en su propia casa, en su propia empresa, pero están tan ocupados con las cifras que ni para despedir a personas incompetentes tiene tiempo habiendo personas ALTAMENTE CULIFICADAS pudriéndose a la espera de una oportunidad en la larga cola de paro.

 

MORALEJA: Concepción Arenal dijo: “La dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma y quien la tiene no puede hacer nada que lo vuelva despreciable a sus propios ojos”.

martes, 10 de diciembre de 2013

LA AYUDANTE PERFECTA (relato)

 

No recuerdo que vi exactamente en ella cuando la contraté. Quizás su retentiva al almacenar mentalmente datos, su agudeza intelectual, por lo extrovertida que parecía,… Lo que sé es que sexualmente no me causó ningún sudor frío y eso me relajó. Tener a una mujer cerca que no te deje concéntrate no es lo que quería, no para ser mi ayudante personal.

 

Nuestro primer año juntos fue un verdadero desastre: no llevaba a tiempo mi ropa a la tintorería, no la recogía, se olvidaba de reservarme los vuelos de enlace, no tenía presente si me faltaba algo a nivel personal para los viajes,... Cuando estaba a punto de despedirla se presentó con un regalo para mi hijo por su cumpleaños. ¡Yo ni siquiera me había acordado! Me abrazó al abrirlo inmensamente sorprendido por el regalo. Cumplía sus siete años. Ese fue un gran error por mi parte como padre que ella solucionó perfectamente haciendo que mi hijo me envolviera entres sus brazos con tanta ternura por algo que yo había olvidado. La miré, le sonreí y a partir de aquel momento fue cuando encajamos a la perfección como equipo.

 

Coexistíamos sólo como ayudante personal y jefe, nunca había habido nada más, aunque más de uno lo insinuara. Ella pasaba de habladurías y yo era el jefe. Si alguien me venía con niñerías de patio de colegio, lo echaba a la calle. ¡Éramos una empresa seria! Si alguien no sabía estar en su lugar,… puerta.

 

Habíamos tenido momentos de tensión muy fuertes en muchos momentos a lo largo de cinco largos años pero eran cosas normales que se solucionaban porque las relaciones no son fáciles. Hablarlo calmadamente era algo que había aprendido gracias a ella. Poco a poco, nos fuimos acoplando más y más y más. Ella era ya para mí como una hermana pequeña pues nos llevábamos de edad, catorce años largos (yo de febrero y ella de diciembre).

 

Había empezado el mes de diciembre de dos mil trece. Llevaba casi dos meses encerrado en mi despacho. Estaba muy liado intentando de acabar unas nuevas estadísticas de proyección a nivel internacional para presentar a unos posibles inversores. La crisis nos estaba jodiendo de mala manera y había que tirar para adelante. ¡Yo no me iba a rendir! No sin luchar.

 

Ella acababa de cumplir sus años y se presentó a las diez de la noche en la empresa con comida para llevar:

 

        Aún no has cenado y llevas meses encerrado en este despacho casi sin comer – me dijo.

        Tranquila, no me voy a morir.

        ¡Eso no! No sin pagar las extras – respondió riéndose y haciéndome reír a mí.

        ¿Qué traes ahí?

        He ido a buscarte sushi para cenar pero como aquí no hay un restaurante japonés en condiciones, he cogido el coche y me he ido a tu restaurante favorito a buscarlo.

        ¿Pero si está a una hora de camino?

        Lo sé,… ¡No me mereces! – me volvió a hacer reír.

        ¡¡¡ESTÁS LOCA!!!

        Ya te dije que mi garantía prescribe a los cinco años y… hace dos días que caducó.

 

Tuve que reírme por la tontería aunque no fuera muy buena.

        Deja eso un momento y cena. – me ordenó. Le hice caso.

 

Me senté en la mesa que tenía en el despacho y empecé a comer el sushi que me había traído. Había elegido todo lo que más me gustaba (nigiris de salmón, atún, izumidai y eby, hosomaki mixto (mitad salmón y mitad de cangrejo), sashimi de salmón y de atún, diablo, surimi roll, geisha, tridente, eléctrico y kokoro). Me puse un poco de wasabi,… lo necesitaba. Ella se sentó en el pequeño sofá que había en el despacho. Iba vestida diferente y ni me había dado cuenta hasta aquel momento:

 

        ¿Has quedado esta noche? Estás diferente

        Vaya manera de piropear que tienes tú. – me contestó de forma imperativa medio en serio medio en broma.

        Entiéndeme. Nunca te había visto tan arreglada.

        Sigue, sigue, sigue,… mmmmmmm. ¡Me encanta que me digas cochinadas! – susurró gimiendo como Meg Ryan en la famosa escena de cuando Harry encontró a Sally en que fingía un orgasmo.

        Estás de psiquiátrico.

        Posiblemente pero no soy yo la que tiene todas las papeletas para ser candidato a un Alzheimer prematuro. ¡¡¡SE TE OLVIDA TODO!!! Hoy es mi cumpleaños.

        ¡Felicidades! ¿Y qué se supone que te he regalado? – respondí mientras me metía en la boca el nigiris de atún.

        Un par de conjuntitos muy sexys de ropa interior.

        ¡Si que soy generoso!

        Tranquilo, no han sido nada caros. Ya sabes que me quieres poco – estuve a punto de sacar el arroz del sushi por la nariz.

 

Se hizo un silencio largo. Me toqué las sienes pues me dolía mucho la cabeza.

 

        Has vuelto a cancelar el masaje otra vez. Es por eso que tiene los dolores de cabeza.

        Ya sabías que no iba a ir. No se porque te empeñas en reservarme hora. No tengo tiempo. – dije un tanto enfadado.

        Va,… túmbate en al mesa.

        ¿Qué dices?

        Q-U-E  T-E  T-U-M-B-E-S  E-N  L-A  M-E-S-A – hizo una pausa después de cada letra y cada palabra para que lo entendiera bien.

        ¿Para qué?

        ¡Te quieres tumbar de una vez! Eso si, quítate antes la americana, la corbata y la camisa. – me indicó muy seria.

 

Me quité la americana, la corbata, la camisa y me tumbé en la mesa después de retirar los restos de la cena.

 

Se arremangó las mangas de su camiseta. Buscó en su bolso algo. Vertió algo frío en mi espalda y empezó a masajearla. Al principio fue suavemente. Luego, un poco más rápido sobretodo por la zona cervical. Me hacía daño pero lo compensaba con otro movimiento que me aliviaba el dolor. Fue poco a poco, sin prisas, recorriendo cada centímetro de mi espalda contracturada por los nervios del trabajo. ¡Necesitaba aquel masaje! No sé si estuvo media hora larga.

 

Después me pidió que me diera la vuelta. No quería que la mirara mientras me masajeaba de frente. Me tapó los ojos con su pañuelo del cuello. Masajeó mis manos, mis brazos, mi cuello. Algo en mí, al tener la vista mermada, me hizo excitar. Mi pantalón se abultó por la zona de la bragueta. Ella siguió como si no lo hubiera visto. Media hora más de masaje en que mi sexo no pudo bajar sino que fue creciendo. Estaba paralizado de vergüenza. Al acabar el masaje, se fue para mi bragueta, y sacó mi sexo. Extendió con su mano por mi sexo el fluido de mi propia erección. Empezó a acariciarlo suavemente dejando que se deslizara muy lentamente. ¡No quería acelerar nada! Yo seguía sin poder moverme. Estaba muerte de vergüenza y tremendamente empalmado, sin dejar de decirle mentalmente: “No pares, no pares, no ahora,…”. Ella parecía escuchar mis pensamientos porque no dejó de deslizar su mano hacia arriba y hacia abajo de forma acompasada dejando que mis gemidos de placer fueran en aumento. Estuve a punto de llegar una vez, y otra, y otra, y otra, y otra. Ella aflojaba su ritmo. Evitaba que me corriera. Quería darme más y más placer con sus delicadas y perversas manos. Seguía y seguía. Yo necesitaba culminar pues pensaba que no podía aguantarme más de deseo. Ella no me dejó llegar. Seguía reteniéndome una y otra vez. Cada vez más lento. Cada vez con más placer. Cuando menos lo pensaba dejó la mano en el punto de no retorno y bajó mi piel de golpe proporcionándome la mejor corrida de toda mi vida. Mi cuerpo convulsionaba de placer y su mano, pese a correrme, no dejaba de seguir y seguir sirviéndome más y más y más espasmos de placer, de deseo, de goce infinito.

 

Limpio todo. Me quitó el pañuelo de los ojos. Y muy seria me dijo:

 

 

        Esto no ha pasado nunca. Se que lo necesitabas y … sólo he hecho lo que creía mejor. Si dices algo,… me despediré. ¿Entendido?

 

Me incorporé sentándome en la mesa y la besé en la boca apasionadamente.

 

        ¡Entendido! – respondí – Esto que te he dado tampoco a pasado. ¿En paz?

        ¡Me parece perfecto!

 

Han pasado ya diez días desde aquel momento y ahora más que nunca tengo que reconocerlo: ¡Es la ayudante perfecta! No ha dicho nada, no ha actuado raro y sabe estar sin excusas que valga. Se comporta como antes y eso me fascina. Pocas mujeres harían algo así y volverían a saber cual es su lugar. ¡Jamás encontraré una igual! Espero que jamás se marche de mi lado.

lunes, 9 de diciembre de 2013

HABLA EL CORAZÓN DE MARÍA (poema)


 
HABLA EL CORAZÓN DE MARÍA

 

Vivir es fácil.

Sobrevivir no tanto.

Mi camino es empinado,

lleno de piedras, ramas,

maleza y muchas espinas.

 

No es fácil caminar,

no para mí,

no desde hace

ya varios años.

No por eso

he pensado no seguir

hacia delante por mis hijas,

por mis nietas,

por mi nieto,

por todos aquellos

a los que amo y quiero.

 

No es fácil entrar

en un quirófano

sin miedo a no salir.

Quedarte en la mesa

sin vida pasa una

o dos veces por tu cabeza,

sobretodo, cuando eso

ya pasó una vez.

 

No es fácil levantarse

por la mañana.

No es fácil no poder hacer

las cosas normales de la vida.

No es fácil renunciar a cocinar,

a coser, a andar por mi propio pie

(mi sendero es más inclinado,

mas duro de andarlo para mí).

 

¡Mas yo no me rindo!

 

Tengo mucho

por lo que luchar,

mucho por lo que dar

las gracias a mi

Virgen de Montserrat.

 

Por ellos,

por todos

los que me dan la vida

con sus besos,

por todos los que

me abrazan con cariño,

por todos los que me dicen

que me quieren mucho

más de lo que yo les quiero,

voy a seguir sobreviviendo.

 

¡La vida es dura!

No lo niego.

Mas ellos hacen

que mi camino

sea infinitamente

más delicioso

de ser superado aunque

sea en silla de ruedas.

ANTIGUOS COMPAÑEROS DE TRABAJO


 

Es bueno y agradable volver a ver a los antiguos compañeros de trabajo. También es bonito recordar los viejos tiempos hablando de todo y de nada pero sobretodo,… reír y alejar lo malo aunque sólo sea durante media hora una vez cada tres meses.

 

El pasado jueves fui a la hora de comer a ver a mis compis de mi antiguo trabajo. Ellos salieron al hangar y estuvimos conversando en ese espacio de semi libertad que se les da, no a todos los trabajadores, para poder comer y disfrutar un poco de aire fresco.

 

Uno de ellos había sufrido un infarto siete años atrás. Cuando yo aún trabajaba, cada seis meses por lo del infarto a los cuarenta, le hacía revisiones cada seis meses. A finales del año pasado, aún no sabemos por que, le dijeron que no le hacían falta más revisiones, que estaba muy bien.

 

Entre risas dijimos que seguro que ese nuevo reajuste de no tener que revisarle cada seis meses era una consecuencia más de los recortes. Donde la mente no llega pero la imaginación si a su respuesta de es lo más probable yo fui más lejos y le dije:

 

“¿Qué le dijiste a la doctora? ¿Doctora pero podré hacer el amor? Y ella te respondió: Si, hacer el amor si. ¡¡¡FOLLAR NO!!! Eso es ya alto riesgo.” (Quizás así contado en frío no le encontréis la gracia pero,… ¿Imaginad cuando os ha pasado algo que os han puesto la respuesta a huevo y os ha salido algo ingenioso que no habéis dicho por no parecer tontos o cutres? Eso no existe cuando estás relajado, tranquilo y… no te importa lo que piensen de ti. ¡Eso es lo mejor! Ser uno mismo y disfrutar con gente como tu).

 

Fue algo que surgió espontáneo, casi como si me iluminara la Virgen de las Diez Mil Carcajadas Eternas. Nos empezamos a reír como tontos y hasta nos empezaron a doler a él las mandíbulas y a mi la parte abdominal de tanto reír.

 

¡Eso es lo mejor de la vida! Tener un momento para compartir con los conocidos, con los compañeros, con los amigos,... Y es genial dejar que todo lo embriague el buen humor, las grandes ideas locas y sobretodo, las frases tontas que la mente libera cuando se está en buena compañía.

 

MORALEJA: Tres frases celebres para punto final de hoy:

 

* “Fumar en exceso es malo. Beber en exceso es malo. Comer en exceso es malo. Follar en exceso es difícil”. Jaume Perich

 

* “El sexo entre dos personas es una cosa hermosa; entre cinco es fantástico”. Woody Allen

 

* “Si vas a hacer algo relacionado con el sexo, debería ser cuanto menos genuinamente perverso”. Grant Morrison

 

sábado, 7 de diciembre de 2013

AL PROPIETARIO DE UNA NAVAJA (poema)


 
 
AL PROPIETARIO DE UNA NAVAJA
 
La cuesta empinada me asfixia.
Hay algo que no me deja
avanzar como antes.
Un lastre anclado
a mis pies que no veo;
un peso muerto que me arrastra
hacía abajo sin remedio.
Lucho a diario por eliminarlo.
¿Cómo se mata
una invisible atadura?
La soga no sólo
me oprime la carne.
Es un crepitar inmenso
de ilusiones las que ciñe
para no dejarlas escapar
ni de mi mente,
ni de mi corazón,
ni de mi ser.
No sé desde cuando está ahí,
ni si habita a mi lado
desde hace mucho tiempo.
Sólo sé que no puedo
con esta angustia.
¡Me falta el aire!
¡Me roba el sueño!
¡Me quita la vida!
 
Sé que alguien ahí escuchará
mi suplica pues sólo necesito eso:
una navaja, una persona
fuerte, su voluntad,
… sólo eso. ¡Ven a sesgar
mi condena!
¡Ven donde estés a
arrebatarme mi peor mal!

FINAL DEL TRATAMIENTO (escrito real)



La vi enfilar por última vez el pasillo que durante casi dos meses había sido símbolo de un tratamiento horrible para evitar la reproducción de un cáncer que ella ni sabía que tenía. Las lágrimas inundaron mis ojos: todo se había acabado. Atrás quedaban los interminables trasportes de ella y su silla en una ambulancia que daba tres mil vueltas para traerla a hospital. Atrás quedaba el estúpido compañero de Marc, el radiólogo que vio como su padre sucumbía por la misma enfermedad e intentó dar a los enfermos un plus más en su servicio de radioterapia mal pagado. Su compañero mal encarado, mal abonado, ofrecía lo mínimo que siempre era demasiado escaso (no trataba a los enfermos como se merecían y… eso se veía desde lejos y con la puerta cerrada). Atrás quedaban las charlas primeras de todas aquellas personas que afectadas del mismo mal, en vez de luchar se condenaban con sus propias palabras a una cura mucho más larga y enmarañada de lo que era. Atrás quedaban las curas mal hechas que le arrancaron la piel del pecho en su propia casa, con su propia progenie. Atrás quedaba las eternas charlas con los diferentes coordinadores de las ambulancias que no entendían porque era yo la que llamaba en vez de el hospital que cansado de ver que siempre le ponían pegas a los traslados de los enfermos, había derivado en las personas que mas querían a los afectados, a ser los que dirigieran las cosas claras y directas para que se les hiciera caso, para que se les ofreciera un servicio digno. Atrás quedaban las manos manchadas de ese líquido rojo que servía para secar la herida y manchaba todo dejando un color rosado raro hasta en la ropa. Atrás quedaba todo lo malo. La mente quedaba llena sólo de esa recta final con la silla de ruedas dirigida por el radiólogo correcto, arropada por las enfermeras que se habían preocupado día tras día de que la cura fuera rápida y que nada se dañara en exceso, resguardada por la doctora que entendió desde el primer día que nosotros no llamáramos tumor a un quiste para que ella no se sintiera mas afectada por una depresión que le acompañaba de la mano con su enfermedad inicial, ataxia. El amparo de las chicas de recepción pendientes siempre no sólo de ella sino del resto de pacientes a los que conocían no sólo por su nombre. El cariño de las demás chicas del servicio, desde la doctora de urgencias hasta la mujer de la limpieza, que siempre nos dedicaban una sonrisa y un gran HOLA que se agradecía profundamente.

 

Ella volvía con los ojos llenos de energía. El principio no había sido nada bueno: un dolor en el pecho, localización de un bulto, mamografía, resonancia, biopsia, querer operar, su negativa a ser operada, negociación para cambiar de parecer, operación, recuperación, larga espera, radioterapia. Ahora ya todo llegaba a su fin.

 

¡Todo se acabó!

 

“¿Qué hago con la bata?”  Preguntó ella. Marc y yo dijimos a la vez: “¡¡¡QUEMARLA!!!”

 

Los de la ambulancia por fin habían entendido que era una persona especial y al salir ya la estaban esperando para llevarla a casa.

 

¡Había acabado la lucha! Mañana seguro que nos tendríamos que afrontar a otros nuevos retos. Pero hoy, ella ya estaba curada, sana, feliz, contenta, incrédula y deseosa de llegar a casa y tumbarse. ¡Se lo había ganado! Le dí dos besos y le dije: “¡¡¡Final del tratamiento!!! ¡¡¡ERES UNA CAMPEONA!!! ¡¡¡ESTOY MUY ORGULLOSA DE TI!!!”.

 

La ambulancia cerró las puertas y ella me dijo: “¡Hasta mañana hija!”.

jueves, 5 de diciembre de 2013

HASTA SIEMPRE MADIBA



Su mirada, su espíritu, su fortaleza, se ha apagado. La luz de la nueva Sudáfrica ha dejado de brillar. Ha fallecido el Expresidente Sudafricano Nelson Mandela.

 

Nelson Rolihlahla Mandela, abogado y político, fue el primer presidente de Sudáfrica elegido democráticamente. En 1962 fue arrestado y condenado por varios cargos, permaneciendo prisionero durante 27 años en penosas condiciones. Se convirtió en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera de su país, una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los negros sudafricanos. Recibió más de 250 premios y reconocimientos internacionales, incluido en 1993 el Premio Nobel de la Paz.

 

Era conocido como un símbolo de libertad (fue el prisionero número 466/64, esto es que fue el preso número 466 en 1964 en la isla de Robben, durante 17 años en precarias condiciones. Posteriormente pasaría otros 10 años más en otras dos prisiones diferentes, sumando una pena total de 27 años. El gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones de que fuera puesto en libertad. Mandela se convirtió en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los hombres negros sudafricanos. – Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Nelson_Mandela).

 

Mandela recibió alrededor de 50 doctorados honoris causa por distintas universidades del mundo. Junto a la Madre Teresa de Calcuta, además de Khan Abdul Ghaffar Khan, ha sido el único extranjero que ha sido distinguido con Bharat Ratna, el premio civil de mayor prestigio de la India en 1958. – Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Nelson_Mandela.

 

Muchas personas que le querían mostrarán hoy el dolor por su pérdida con frases de bellas y emotivas. Yo, para acabar con este corto escrito de hoy, prefiero acabar con sus propias palabras y dejar que su voz inunde hoy más que la pena por su muerte.

 

* “Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar”. N.M.

 

* “Si quieres hacer la paz con tu enemigo tienes que trabajar con él. Entonces se convierte en tu compañero”. N.M.

 

* “No es valiente aquel que no tiene miedo sino el que sabe conquistarlo”. N.M.

 

* “La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre”. N.M.

 

* “Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades”. N.M.

 

* “La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario”. N.M.

 

* “Porque ser libre no es solamente desatarse las propias cadenas, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás”. N.M.

 

* “No soy un santo. Al menos que para ti un santo sea un pecador que simplemente sigue esforzándose”. N.M.

 

* “He promovido el ideal de una sociedad democrática y libre en la cual todas las personas puedan vivir en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir, hasta lograrlo. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”. N.M.

 

* “En el curso de mi vida me he dedicado a la lucha del pueblo africano. He combatido la dominación blanca y he combatido la dominación negra. He promovido el ideal de una sociedad democrática y libre en la cual todas las personas puedan vivir en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir, hasta lograrlo. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”. N.M.

 

MORALEJA: Madiba,… siempre estarás en nuestros corazones. Descansa en paz bravo guerrero de la libertad.