jueves, 3 de enero de 2013

PERDER EL CONTROL


 

Te levantas de la cama. Parece un día normal. Vas a la cocina. Pones agua a calentar. Un par de tostadas caen dentro de la tostadora. Dos vasos de agua inauguran tu estómago. ¡Que buena es el agua!  Piensas mientras ella invade tu cuerpo por dentro refrescándolo.

 

Después del desayuno estiras el cuerpo. Luego, te vas a la ducha. El agua recorre tu cuerpo y te despejas. La ropa que eliges es sencilla: todo cómodo, nada sexy. En la cara sólo un poco de crema y un poco de brillo de labios. ¡Nada que pueda llamar la atención!

 

Te vas al supermercado para comprar un par de cosas. Pasas por un pasillo, luego por otro y luego por otro. Todo es normal. La lista es pequeña pero está en tu mente ordenada. Vas tachando mentalmente conforme vas cogiendo las cosas.

 

Cuando llegas al pasillo del agua no ves bien el suelo y resbalas pues el suelo está mojado. Cuando te precipitas inexorablemente contra el firme alguien te ayuda y no caes. No lo has visto pero él a ti si. Ha pasado todo el rato repasándote con la mirada una y otra vez. Tiene unos preciosos ojos profundos.

 

En ese momento todo da un giro de 360º. Ya no hay coherencia en lo que haces. Repasas un pasillo tras otro y él no deja de observarte. Tú no puedes dejar de mirarle. Es como si hechizara con cada ojeada.

 

Tu pulso se acelera. Tu respiración se aviva. Lo pierdes de vista un momento y… ¡Todo se acabó! Fin,… ya no queda nada.

 

Te vas a la cola y es enorme. Espera y cuando está mirando el tiempo que te queda para llegar a la caja, un cuerpo se acerca mucho al tuyo. No necesitas darte la vuelta,… ya sabes quien es. Puedes sentir su latido, su respiración,… su erección creciente.

 

La cola avanza y él se acerca un poco más a tu espalda con mucha paciencia. ¡Tiene el control! Lo sabe y lo utiliza con mucha sensualidad.

 

Pagas y no sabes si esperarle o no. Intentas ralentizar tu salida pero empiezas a desconfiar de que todo haya sido una invención de tu mente. Te diriges a tu coche y cuando vas a entrar e irte, alguien te tapa los ojos, se adentra contigo en el coche y empieza a acariciarte salvajemente. No puedes ver nada. No tienes miedo. Nada puede asustarte.

 

¡Pierdes el control!

 

Luego todo vuelve a la rutina. ¿Fue un sueño? ¿Una pesadilla? ¿Una quimera? Vuelves poco a poco a casa. Se difumina poco a poco todo en tu mente.

 

Dejas el móvil encima de la mesa y suena una llamada:

 

“¡Me encantó sentir como pierdes el control! Gracias y espero que podamos repetirlo otra vez.”

 

 

martes, 1 de enero de 2013

FRASES SENCILLAS. PALABRAS EQUIVOCADAS


 


En el lenguaje cuotidiano utilizamos un sinfín de frases sencillas pero que pueden llevar, sin la menor duda, a conceptos equivocados.

 

Pongamos un ejemplo sencillo:

 

“Me va a hacer un bocadillo”: Vale,… parece una frase normal y correcta y lo es. Pero dicha de esa manera a mí por ejemplo me da por preguntar. ¿Y tú que eres? ¿El pan? ¿La lechuga? ¿El queso? ¿O el jamón de York? Aunque claro, depende que como te guste el bocadillo, sólo un par de ingredientes y pan no son suficientes. ¿Está todo el mundo preparado para la ingesta de un sándwich extra doble con pepperoni? Sinceramente creo que no. A muchos uno simple con queso ya es un exceso sobretodo, en el peor de los sentidos imaginados.

 

“¿Qué desea?”: Es una frase muy utilizada por dependientas y dependientes, charcuteras y charcuteros, verduleras y verduleros,… Es algo fácil y la respuesta es simple pero yo cuando oigo esa pregunta pienso,… ¿Serán genios de la lámpara reencarnados? Y a la vez, cuando pido lo que necesito y necesito mas de tres cosas, me da miedo que me digan,… ¡Lo siento! Sus tres deseos ya se han consumido. Es decir, si quiero preparar una macedonia de frutas tengo que pedir manzanas, peras, naranjas pero ya el plátano,… no me lo darán. O peor aún, quiero hacer caldo y necesito ternera, pollo, costilla de cerdo,… ¿Y los huesos? ¿No me los van a dar por pedirlos en cuarto lugar? Además que yo por ejemplo que pongo la carcasa del pollo y huesos blancos o de jamón. ¿Dejarían estos duendes reencarnados un caldo sin su esencia prima?

 

“¡Vayamos al grano!”: En una reunión es ir al meollo de la cuestión a tratar pero. ¿Y si la dijera un dermatólogo? No significa lo mismo. ¿Verdad?

 

“Liga bien”: Esta frase siempre que causa risa porque,… ¿Cómo se puede ligar bien a no ser que sea una salsa? Me imagino una madre cuando su hijo llega a casa a las cinco de la mañana de juerga, con cara de resaca y sin chupetón, y ella, lo hace sentar en la silla del comedor de casa y explicándole de forma dura, como ligar bien con una chica para que el hijo, después de una hora de charla, responda: “Mama, soy gay. Me gustan los hombre”.  Y la madre responda indignada: “¿Y eso es excusa para que no sepas Ligar bien? ¿Es que eres tan torpe que no te entiendes ni con los de tu propio sexo? ¡Te pareces a tu padre! El tampoco sabía ligar bien y si no fuera porque mi padre le obligó a casarse conmigo, aún seguiría haciendo el bobo por las calles del pueblo. ¡Eres como él! ¡¡¡Un tonto a las diez!!!”.

 

“¡Eres un tonto a las diez!”: Esto si que me ha costado siempre entenderlo. ¿Por qué no un tonto a las doce y media? ¿O un tonto a las tres menos cuarto? Y lo peor de todo. ¿Un tonto a las diez de la mañana? ¿O a las diez de la noche? ¿Quién sería más tonto? ¿El de la mañana por madrugador tardío? ¿O el de la noche por ser un prematuro noctámbulo?

 

Estas frases son solo una muestra de lo que digo. También hay esas con doble sentido como: A mi me gusta todo bien caliente (refiriéndose a la sopa, a la carne, al pescado, a la mujer o al hombre), Como casa en ninguna parte (refiriéndose a la sopa, a la carne, al pescado pero NO a la mujer o al hombre) o Me gusta por arriba y por abajo (refiriéndose a la mujer y al hombre pero jamás a la sopa, a la carne o al pescado).

 

MORALEJA: Lo bueno es que las frases que más se nos quedan siempre en la mente es las de hombres ilustres como estas:

 

·       “Estoy rodeado de animales” Noe.

·       “Eres la única mujer en mi vida” Adán.

·       “Mi esposa tiene un gran físico” Albert Einstein.

MMXII (fin de año)

 

Se apagaron muchas voces el año de fin de mundo.

 

Etta James se esfumó sin una última nota. Whitney Houston nos dejó sin su banda sonora. Donna Summer se cansó de trabajar duro por el dinero y nos dejó sin su último baile. Fontella Bass se cansó de que se negara la palabra rescate y se fue a protegernos desde donde nadie le prohíba poder decir “Rescue me”.

 

El piano de Ian Bargh enmudeció. Se quedaron huérfanas las guitarras de Larry Reinhardt, Enrique de Melchor, Enrique Sierra y Luis Alberto Spinetta. Las baquetas de Tonmi Lillman dejaron de sonar.

 

El balón quedó sólo en mitad del campo sin Marquitos, Manolo Preciado, Timo Konietza, Dragan Miranovic, Juan Echecopar y Piermario Morosini.

 

Los periódicos y revistas se quedaron sin los escritos de Mika Yamamoto, Marie Colvin, Aatos Erkko, Osvaldo Valerin y Manuel Calvo Hernando.

 

Neil Armstrong se elevó de nuevo al cielo inmenso.

 

La risa de muchos se nos tornó llanto cuando nos dejó Miliki.

 

Michael Clarke Duncan paseará ya por siempre por la Milla Verde de nuestro recuerdo.

 

Santiago Carrillo abandonó con su cabeza descubierta este mundo buscando siempre, la igualdad y la libertad inculcadas por sus ideales.

 

Las láminas de metal y los alambres quedaron abandonados para siempre por las manos de Edgar Negret.

 

Se abrasaron para quedar solo en el recuerdo los poemas de Agustín García Calvo, Lêdo Ivo, Alberto Acosta Pérez, Wisława Szymborska y Charles Higham.

 

Hubo muchas voces sin nombre propio que no todos recuerden pero no se olvidan para los que tenemos alma y corazón, que nos abandonaron desde Nigeria hasta Bagdad, desde Siria hasta Somalia, desde Irak hasta Ucrania, desde Honduras hasta la India, desde Argentina hasta Polonia, desde Yemen hasta Bulgaria, desde Newtown hasta Madrid.

 

Muchas voces se nos fueron, algunas antes de su hora y muy cerca de nosotros por culpa una vez mas, de negligencias por las que no pagan nunca políticos implicados e informados de los abusos que se producen una y otra vez en eventos que concentran a gente que en un país SIN FUTURO sólo quiere pasar un rato disfrutando de la vida, una vida que se les arrebató demasiado pronto.

 

Se les secó la tinta a las máquinas de escribir. Los instrumentos empezaron a acumular polvo. Los ideales fueron quedando en el recuerdo. Algunos actuaron por última vez. Otros ni nos dijeron adiós (no les dio tiempo). Pero lo bueno es que todos fueron grandes y tenían un nombre, una familia, un sueño, una vida. Los que nos quedamos sólo nos queda seguir recordándoles para que nuestra mente y nuestro corazón no los olviden.

 

Adiós 2012 lleno de grandes y duros momentos. Bienvenido, cuando llegues, 2013.

 

MORALEJA: El fin del mundo no llegó. No fue un punto final a un mundo que destruimos  día tras día un poquito más. ¿Con qué me quedo yo? ¡Eso es fácil de decir! Me quedó con el llanto preciosamente bello de los ojos que no controlan un exceso impetuoso de risa. ¿Hay algo más bello? Pues guárdenlo en su mente por si llega su fin este 2013.

lunes, 31 de diciembre de 2012

UNA BROMA DE MAL AGRADO. UNA PSICOPATÍA DE MUY MAL GUSTO


Cuesta creer que en un mundo moderno un monosílabo siga sin ser entendido y que a veces, más de las que a una le gustaría admitir, hay que recurrir a la bordería para que quede claro que NO es simplemente NO.

 

¿A qué viene esto? ¡Muy sencillo! Hace unos días, hablando con una amiga me comentó algo que me llamó la atención de forma un tanto dura. Resulta que trabajaba haciendo una sustitución maternal y estaba a punto de acabarse (cuestión de una semana en 2007). Fue a tres entrevista y a en la tercera, tuvo la suerte de ser cogida. Era un contrato de tres meses que se prorrogaría al año. Eso, después de dos contratos de seis meses supliendo a mamis, le subió mucho la moral.

 

Los días que le quedaban en la antigua empresa, empezó a arreglar todo para no dejar nada pendiente. De los talones y pagarés que había preparado para proveedores, había dos que no habían venido a buscarlos. Su último día, después de dos llamadas anteriores, volvió a llamar para que pasaran a recogerlos. Una de las empresas le cogió el teléfono un chico muy simpático. Le dijo que en 10 minutos pasaría por la empresa. ¡Así fue! Recogió el talón y después de una charla muy corta, no sabe como, le pidió el teléfono para seguir en contacto. Mi amiga se echó a reír pues es una mujer normal y corriente y no le había pasado eso nunca. Pensó, según ella, que era una broma o una apuesta o algo raro. Le dijo que no podía dárselo y puso alguna excusa (no me ha dicho cuales). El insistió y como no veía que fuera nada malo, al final le dio su móvil.

 

Pasaron las semanas y la llamó para tomar algo. Quedaron y hablaron poco durante un medio día frente a un bocata cada uno y un par de coca colas. A él le gustaba un escritor que también le gustaba a ella (Gabriel García Márquez) y eso disipó la charla. Le dijo de quedar otro día y ella respondió que no. Durante la comida no le había dado muy buena vibración y con una vez que quedaran,… ya era suficiente.

 

Pasaron los años y cuando ella se pone el whatsapp en el móvil, recibe uno de un número desconocido que le decía: “¡Hola vecina! ¿Qué tal? ¿Cómo va todo?”  Ella sabía muy bien que no era un vecino pues su número, se lo daba a pocas personas y sólo lo tenía la vecina de enfrente por si ocurría algo imprevisto. Se quedó a cuadros y como era lógico preguntó quien era. Le respondió que era él, aquel hombre del talón. Primero le chocó que después de cinco años siguiera guardando su teléfono. Luego le respondió de forma simpática. Él le envió un video divertido de dos móviles haciendo el amor. Ella se rió. Le envió uno de un chiste un poco verde. Él se rió. Le envió un video de otro chiste subido de tono. Ella se rió. Le envió una canción de broma que le habían pasado. Él la llamó. Ella no cogió el teléfono pues se asustó. Le envió un mensaje y le dijo: “¿Por qué me llamas?”. El respondió: “¡No te hagas la dura que tu ya sabes lo que yo busco y se que tu lo deseas igual!”. Ella se estremeció aterrorizada. ¿En qué mundo unos mensajes cinco años después sencillos y llenos de risas podían ser interpretados tan mal por una mente masculina? Ella tomó aire y le expresó: “¿Qué crees que quiero?”. Él le respondió: “¡Que hagamos lo mismo que los móviles! Nadie se va a enterar. Soy discreto”. Ese fue un golpe bajo y nada acertado. Si un hombre con el que sólo se había compartido en los cinco últimos años un silencio, del que no se guardaba ni el teléfono, al que se enviaron unos mensajes de whatsapp podía pensar que busca sexo,… es que no era una broma pesada sino que esa persona tenía una psicopatía y de muy mal gusto. Intentó controlar sus nervios, sus malos recuerdos y le respondió que borrara para siempre su móvil. Él respondió que “Ok!”

 

Cuando me lo contaba estaba conmovida y paralizada por el pánico. No paraba de preguntarme que en que mundo algo tan sencillo podía verse como una insinuación de algo que no fuera la risa. Intenté hacerle entender que esa persona, ese hombre en concreto, no estaba bien sino que seguro que tenía un problema mental o que era adicto al sexo. Ella empezó a decirme que dejaría de hablar con los hombres. Le dije que no fuera tan radical. Ella me respondió que si algo tan sencillo se tomó de esa manera. ¿Qué otras cosas dichas con doble sentido no fueron tomaron por otros hombres como una insinuación indirecta del deseo sexual? Yo me reí y me miró raro. Le conté lo que me pasó a mí una vez para que escuchara y juzgara. Cuando yo trabajaba en una empresa, había un chico que siempre estaba con la tontería del escote, que si esto, que si aquello. Era algo gracioso y nada molesto. ¡Mis pechos no iban a emigrar de mi cuerpo! Eran pechos y la vista que proporcionaba el escote era preciosa. La crisis hizo que mi despido fuera uno de los primeros de la empresa por ser de las últimas personas en entrar. Él, mi compañero, vino un día a verme y en la calle empezamos a hablar de la vida. Fue una charla muy amena. Cuando le acompañé a su coche en una calle donde no había tráfico, ni gente, ni nada, me pidió si podía darme un beso. Yo me reí y le respondí,… Uno no,… dos y en la cara. Él me miró fijamente y me dijo que no,… que quería besarme la boca. Sonreí y sin hacerle daño porque era una gran persona, le dije que yo no podía besar en la boca a nadie que no fuera mi pareja. ¡Así de sencillo! Me dio un par de besos, un gran abrazo y se fue. Le dije a mi amiga que si yo había sido más directa que ella y que me había pasado lo que yo consideraba una anécdota, es lo que tenía que hacer ella con lo de ese individuo. Sonrió. La sonreí. Se calmó bastante y volvió a salir al mundo como siempre, con una sonrisa en la boca y una palabra amable para todos. ¡Así era ella!

 

MORALEJA: Cuesta creer, y lo vuelvo a repetir por tercera vez, cuesta mucho creer, que un mundo desarrollado como es el nuestro, un hombre siga teniendo los instintos primarios y lo que es peor, la educación de un hombre de las cavernas. Ya no existe ni mazo, ni arrastrar a la hembra por los pelos para poseerla forzada en lo mas oscuro de una cueva. Ahora existen los móviles, los hombres desequilibrados o, simplemente, sexualmente insatisfechos. ¡El sexo no es malo! No lo convirtamos todo en algo misógino y posesivo. Todos tenemos derecho de disfrutar de nuestro cuerpo y del de otro. Eso si,… ¡¡¡SIEMPRE CON EL CONSENTIMIENTO MUTUO DE AMBAS PARTES!!! ¡Basta ya de forzar! NO es simplemente NO. ¡Así de FÁCIL!

domingo, 30 de diciembre de 2012

VOCIFERANDO QUE ES GERUNDIO



Ayer, 29 de diciembre, tuve la extraña sensación de asistir a una posesión “cientuple” de un ser humano, de una hembra en concreto. En un momento pasó de ser una chica corriente y moliente a ser el muñeco diabólico con sobredosis de dos mil Coca colas tomadas en cero coma mezcladas con esencia de amoniaco y lejía y adornadas con millones de píldoras de cafeína extra-súper-mega-híper-maxi fuertes. ¿Qué pasó para que esta posesión se produjera de manera tan “metarmofosicamente” corta? Simple: dos móviles, un teléfono fijo y un inalámbrico tuvieron toda la culpa.

 

Es por todos sabidos que cuando uno se encuentra bien, con ganas de pasárselo genial, de disfrutar de la vida,… ¿Quién piensa en cargar el móvil? Pues eso me pasó a mi el 28 y claro, en ese mundo happy donde no existía control y me sentía libre y feliz, siempre hay alguien, por el motivo que sea, que tiene que venir a intentar fastidiarlo (intentar si, porque por mucho que se lo propuso y ahora os relataré como, no consiguió que se me quitaran las ganas de seguir disfrutando del momento).

 

Si, ya,… que no por no coger un móvil alguien montaría en cólera visceriana ipsofacta y la respuesta es claro que no. Para que una mujer pase a ese estado hay que seguir lo siguiente: ella vivió por encima de sus posibilidades durante mucho tiempo y la crisis la puso en su lugar. Cuando estuvo en ese estado en la que se creía mejor que nadie y despreciando a todos por no tener una cuenta en el banco envidiada por la de un ministro o banquero, dos casas (una en la costa y otra en la montaña), un piso dúplex majestuoso, dos coches y tres personas en la oficina a su cargo a las que podía mangonear a su antojo pues la empresa era de su esposo, podía vivir en libertad económica y haciéndose pasar por lista, por inteligente, por fogosa, por majestuosa, por la dama que cualquiera podría desear a no ser porque nada en ella valía la pena lo mas mínimo. Se sentía superior a todo y a todos. Pero de golpe perdió las casas, perdió a los empleados, la cuenta en el banco, los coches. Tuvo que empezar a trabajar pero no fue suficiente. Tuvo que pedir ayuda monetaria y ningún banco se la dio. A todos los que humilló (padres, hermanos, suegros,…) tuvo que pedirles dinero para sobrevivir. Ya no era nada de aquello que un día fue.

 

Un día modesto y tranquilo, una mujer va a parar a casa de sus padres para ayudar a su madre que se encuentra enferma. Es una mujer sencilla que vive tranquilamente en un piso modesto y con unos ingresos mensuales por debajo del SMI. Pese a todo eso esa mujer es feliz y como el amor hace mucho, poco a poco consigue que su madre, que se encontraba imposibilitada en un sofá, en una casa, en un mundo pequeño, consiga salir a la calle, andar, vivir, disfrutar nuevamente de la vida. Ella, la mujer feliz, lo consigue sin dinero, sin aparentar, sin ser lo que no es, sólo siendo transparente, clara, normal,… con el cariño primario del deseo de ver feliz a su madre.

 

Poco a poco, con mucha paciencia, esa madre confía en esa persona ciegamente y pese a que quiere mucho a su hija, sin esa mujer cerca, no da un paso fuera de aquella casa.

 

Esto hace sentirse humillada a la chica que poco a poco va cogiendo mas y mas celos, mas y mas ganas de destruir, pese a lo bien que le hace a su madre, pese lo bien que le hace a su padre.

 

Pasa el tiempo (un año casi) y no ha tenido ninguna ocasión de poder inquirir contra ella toda la rabia acumulada.

 

Pero incluso las personas mas perfectas, comenten errores pequeños y el del 29 sólo fue no tener batería en el móvil y no estar en casa para coger un teléfono a la hora que aquella hija tuvo a bien levantarse de la cama (las once y media pasadas).

 

En ese tiempo (de las once y media hasta las doce y cuarto que fue cuando se le cogió el teléfono) fue disfrutando poco a poco de todo aquel pérfido rencor acumulado hasta el punto de estallar en gritos incontrolados e incoherentes que no tenían ni pies ni cabeza. Empezó diciendo que porque no se le había cogido el teléfono (se que no te acompaña mucho la inteligencia hermana, pero es lógico que el teléfono no se ha cogido porque no estábamos en casa. ¡Así de simple!). Luego que por qué no le había cogido el móvil (ya le había dicho que no tenía batería pero para una persona que ha preguntado que porque no le has cogido el teléfono, explicarle que si no hay batería el móvil no funciona, era algo demasiado complicado para una mentalidad escasa). Luego que ella entendía que tuviéramos que salir pero que deberíamos haberla avisado, haberla llamado a ella, a su hermana, a su tía,… (si claro,… y la guardia civil, y las ertzaintza, y a los mossos d'esquadra, a los bombero, a las ambulancias, a los marines, a estación espacial, a papa pitufo, a gotzilla, al hombre lobo y a caperucita roja. Es lógico que cuando te has pasado toda la vida aparentando,… la mente no la hayas cultivado ni lo más mínimo). Luego que si ya se había pensado lo peor (literalmente, y no engaño en esto ni en nada si puedo evitarlo, lo peor para ella es que yo me hubiera dormido y sus padres se hubieran muerto. Lo peor para ella era que su padre, en un ataque visceral, justo cuando yo había tenido un accidente con el coche, fuera de asestar a su madre puñaladas hasta dejarla sin vida y luego él, se hubiera cortado las venas al ver lo malo de su acto. Lo peor era que estando ella a un cuarto de hora en coche, prefería imaginarse lo peor en vez de conducir y comprobar que no había pasado nada. Lo peor era que en menos de un año que llevaba esa mujer con su madre, esta la llamaba hija mía de forma maternalmente cariñosa y eso ella no lo podía ni consentir, ni permitir, ni mucho menos tolerarlo, por eso, pese a que no ha podido confesar jamás ni lo hará, sus gritos lo decía de forma subliminal con cada improperio injustamente infligido contra esa mujer).

 

Lo peor de todo para ella, es que esa mujer, pese a todo, le daba la razón haciendo que no tuviera motivos para seguir arremetiendo contra ella y eso, no sólo la deja sin argumentos sino sin manera de seguir arremetiendo una y otra vez contra ella (seguro que pensó,… ¡¡¡GILIPOLLAS!!! Es perfecta incluso en que no quiere pelear y acepta lo inaceptable. ¡La odio!).

 

A fecha de hoy no ha habido perdón por ese comportamiento pero tampoco se busca. Hoy el día pasó y fue precioso. El despertar de su madre lo volvió a disfrutar esa mujer. Las risas, la complicidad, las anécdotas de la infancia,… la vida. ¿Hay peor tortura que no saber disfrutar? Yo creo que no. ¡He ahí su condena!

 

MORALEJA: Grita, chilla, vocifera, berrea, aúlla, muge, ruge, desentona,… inflige cualquier tono alto contra la verdad pero eso no la va a cambiar,… sólo hará que acabes perdiendo la voz en el intento de convencer de lo que no tiene sentido.

lunes, 19 de noviembre de 2012

LOS SUSURROS DE LAS MUSAS


Hay personas que nacen con un don especial, con una sensibilidad increíble que traspasa la apreciación normal que tiene todo ser humano.

 

Ellas, esas personas, no son conscientes de su don y como el héroe que no sabe si puede encajar su secreto en un mundo terrenal con personas corriente, sufren en silencio la tortura que es tener que ocultar lo que son a los ojos de los demás.

 

Cualquier acto corriente que para otra persona sería un paseo, un recorrido preciso por un mundo normal, para ellas, para esas personas, se transforma en un paseo por el infierno inmenso de los sentidos. El crepitar de una hoja bajo sus pies se convierte en un canto de sirena terrestre contra el que tienen que luchar. El olor del rocío de la mañana, que ellos saben que no es el mismo que cuando la tierra esta mojada por la lluvia, inunda sus pulmones con renovado aire de sensibilidad que tienen que callarse, a veces, por miedo. Los colores de lo que les rodea con el cambio de la estación del año, son fuegos artificiales en sus ojos, en sus manos, en su piel,… en todo su ser por entero.

 

Pero no es fácil ser sensible o sufrir el don de la sensibilidad suprema. Cualquiera que al pasear le viera cerrar los ojos creería que va a precipitarse contra el suelo y correría a evitar la caída. Al ver que sólo disfrutaba de algo que no podían ver los ojos mortales lo tomaría como chiflado alejándose apresuradamente de su lado. Incluso cuando saliera a dar una simple caminata por el placer de disfrutar a solas de sus sentidos algún transeúnte amable que paseara con su coche, se pararía a su lado para conducirlo a un lugar,… ¿Por qué los que caminan por caminar tienen que ir a algún lugar? Es mas fácil para el que tiene su vida proyectada hasta el último suspiro pensar que hay personas que “pueden perder el tiempo” simplemente disfrutando de aquello que les rodea sin tener una hora, un lugar, un tiempo definido, un momento en el que hay que volver y regresar,… Eso no va con la gente que vive deprisa en un mundo que tiene una contrarreloj pactada en secreto con ellos hacia la tumba. Pero ellos son los felices y el resto,… son los locos (bueno,… ¡¡¡SOMOS LOS LOCOS!!!).

 

La soledad y el mutismo de ruidos corrientes, son un bálsamo de aire fresco para sus vidas aunque es muy difícil de conseguir en el día a día. Siempre hay alguien cerca o estalla sin sentido de nuevo el sonido inverosímil de un claxon al pasar de rojo a verde el semáforo que hay ante sus ojos, un nanosegundo que no puede ni disfrutar el que pita y que trunca el deseo del que disfruta de disfrutar a solas de la vida. Te gustaría decirle a ese que rompió tu mundo que las prisas no son buenas, que el aquí y el ahora es el único que importa, que no se puede ir por la vida como el conejo blanco de Alicia en el país de las Maravillas  llegando tarde a todos lados y siempre seguir corriendo. ¡No va a entenderte! Mejor dejas que derrape por decimoquinta vez con su coche y siga corriendo hacia,… ese lugar que siempre se aleja cuanto mas se acerca. ¡Esa es la vida que ha elegido vivir! Hay que aceptar que ellos son mas y que nosotros,… somos los locos.

 

Luego, cuando llega la noche y todo se queda en silencio, el aire golpea los árboles de la calle y te llama para que salgas a disfrutar de la inmensidad de los sentidos. Pero es tarde y debes dormir. Te quedas un instante en el balcón, en esa azotea que otros olvidaron que existe y dejas a tu ser que sea durante media hora, una hora,… dos. Hasta que de nuevo un sonido molesto y vulgar, te hace retornar a tu ser de persona contenida y volver a la cama para dormir porque es lo que toca a estas hora de la noche.

 

MORALEJA: Las musas no tienen un horario, ni reloj, ni vida definida. Por eso vienen a uno cuando ellas desean susurrando para que liberes tus ganas, tus deseos, tu arte. ¡Esa es la suerte del que no tiene que ocultarse! Pero los que si,… sufrir y disfrutar van unidos de la mano a nuestro don. ¿Por qué no renunciar a él? Simplemente por una cosas sencilla,… ¡Entonces no seríamos nosotros mismo! Ese si sería el peor tormento descomunal de una vida vivida siempre a medias.

 

 

 

viernes, 9 de noviembre de 2012

VÍCTIMA NÚMERO 43

 

El pasado miércoles siete de noviembre se llegó a una nueva cifra por violencia de género. La chica tenía veinticinco años y su pareja de cuarenta años, tras asesinarla, se precipitó desde el piso noveno dejando a tres menores traumatizados que tuvieron que ser atendidos por psicólogos.

 

Las imágenes que pueden llegar con cuatro palabras de una noticia a una retina mental sensible son verdaderamente escalofriantes, no por la muerte de una nueva víctima sino por ese abuso continuado de creer que ellas, son pertenecías y que cuando todo se acaba, hay el derecho de matarlas por no haber cumplido sus funciones de esposa.

 

¿Cuáles son las funciones que debe cumplir una esposa para no acabar con su vida? ¿Sumisa? ¿Obediente? ¿Callada?

 

¿Cuáles son las funciones que debe cumplir todo un hombre para no ser un monstruo en potencia? ¿Educación? ¿Sensibilidad? ¿Cultura?

 

Muchas veces mientras desayunaba en una cafetería y se hablaba por casualidad del divorcio o de la posibilidad de este, si eran dos mujeres las que hablaban, se solía escuchar: pero si tu marido no fuma, no bebe y no te pega. ¿Para que lo vas a dejar? ¿Dónde quedaba el amor en esta afirmación? ¿Dónde la pasión? ¿Dónde la complicidad? ¿Dónde el sentirse completa? ¡Eso no importaba! ¿O quizás era lo más importante que se emitía porque el hombre no era tan malo? (Aquí me invade a mí una reflexión un tanto profunda: Realmente,… ¿Qué significa ser un hombre realmente malo? ¿Un hombre alcohólico es malo o tiene un problema? ¿Un hombre fumador es malo o sólo tiene una adicción? ¿Un hombre maltratador es malo porque pega o porque tienen en mete matar si ella le deja? ¿Qué pasa con el maltrato psicológico ese que no deja huellas en el cuerpo? ¿Eso no es maltrato? ¿Qué pasa con el hombre que envenena sistemáticamente a su mujer para cuidarla porque sufre una variante rara del Síndrome de Munchausen por poderes? ¿Esos no son malos hombres? ¿Por qué? ¿Por qué intenta “matar” lentamente pero luego cura su dolencia? ¿Sería considerada buena personas por ser abnegado pese ser el causante de los daños del otro?

 

Se que ya se ha tomado como algo normal una noticia de este calibre y me da la sensación que en vez de ejercer nuestro derecho como seres humanos libres nos estamos convirtiendo en estatuas de mármol frío de un parque inmenso que como todo lo que vemos ya ha es como parte del panorama que observamos diariamente, ni nos afecta.

 

 

Yo no se como debe ser una esposa, no se como debe de ser una pareja pero lo que si tengo muy claro es nada ni nadie esta por encima de mi por tener un sexo diferente.

 

 

MORALEJA: Un comentario de una exconcursante de un programa de una cadena privada publicada en el día de hoy (09/11/2012) en un periódico leído por miles de personas ha recibido 99 comentarios. La muerte de la víctima número 43 noticia que aparecía el pasado 7 de noviembre no ha recibido, a fecha de hoy, ni un solo comentario. ¿Es más importante lo que parece parte de un reality que la propia realidad?