viernes, 13 de mayo de 2016

UNA ESPERA DESESPERADA


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Es raro como la vida pone a cada cual en su lugar. ¿Cuántos seres humanos somos en el mundo? ¿Cuántos son capaces de dar algo simplemente por amistad? ¿Cuántos no te abandonarían pese a saber que su “vida” corre peligro de alguna manera? En la actualidad, con datos del 1 de julio de 2015 era de  7,349 billones. De amistades dicen que uno tiene como mucho los dedos de una mano (cinco). Y de los que no te abandonan pese a que su “vida” corra peligro sólo uno. Una persona entre más de siete billones de seres humanos, y yo he tenido la suerte de encontrarla.

 

En la vida yo me he encontrado con ciertos capullos que, pese a que yo fui siempre de frente, sólo han pensado en sus propios beneficios de una manera o de otra. Yo sinceramente, quizás por ese carácter tan abierto que tengo, me he topado con un centenar de ellos aunque sólo me han hecho daño unos diez a lo sumo. Sin embargo nunca les culpé por su egoísmo sino que, sin lugar a dudas, pese a que las personas dicen que desean que las personas vayan de frente y digan la verdad, no están preparados para la verdad y al final, cada cual se quita la máscara. Muchos piensan: “Si no puedo aprovecharme de ella, no la necesito para nada”. Yo lloro, pues tengo mi corazoncito, sufro pues cuando yo confío en alguien no lo hago a la espera de algo que sea reciproco ni mucho menos. Eso sí, espero que se me respete con la decisión tomada y poco más. Aunque si deseo un feedback mínimo. Mas pasan los días y… ¡NADA!

 

Por suerte hay personas que te dicen.: “El camino es ese. Puedes tomarlo en línea recta o en zigzag. ¡Tú decides!”. Mirad que aprendizaje más sencillos. Mostrar un camino sin más ni más en vez de dar vueltas hasta ver cual es el punto débil de una persona. ¡Directo! ¡Claro! ¡Conciso! Como debe de ser.

 

Eso sí, siempre te dice una coletilla a la que no estamos acostumbrados los seres humanos: “El camino es largo. El trabajo duro. El adiestramiento tiene que ser por ti misma. No hay fecha de llegada. ¿Podrás?”.

 

Así que aquí me encuentro, con un nuevo camino por delante, leyendo páginas de Internet para intentar aclararme y aprender, y obviamente muy nerviosa pues es lo que tiene la espera, que desespera sobretodo si no existe fecha límite. Sólo espero una cosa: ¡QUE EL ESFUERZO, AL FINAL, HAYA VALIDO LA PENA!

 

MORALEJA: Mahatma Gandhi dijo: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”.

martes, 10 de mayo de 2016

UN HILO DE ESPERANZA




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Muchas veces nos hemos imaginado lo débil que es un hilo, una hebra larga y delgada de un material textil, que su acción fundamental de uso es para coser. Sin embargo pocos son los que saben que no todos los hilos de este mundo son de ese material con el que se fabrican un sinfín de telas para múltiples usos. Hay hilos invisibles, casi imperceptibles, que desde la distancia son ese punto de unión necesario para que dos personas sigan luchando, ambas con una ilusión común: la de reencontrarse. Da igual que personas tengan ese cabo asido por un costado (un padre y su hija, un hijo y su madre, una abuela o su nieto, una nieta y su abuelo,…). Lo verdaderamente importante es que ambos entiendan cual es ese momento justo para poder acercarse y alejarse sin que en ningún momento ese débil trozo de unión nunca se rompa.

 

Es verdad que a veces cuesta mucho controlar un impulso que nace en lo mas profundo de tu ser que te empuja, que te lleva a precipitarte a coger un avión, un tren, un taxi y para poder acotar esa distancia un solo instante. Sin embargo mantenerse con la mente centrada, con la cabeza fría, cuesta muy mucho cuando el corazón no para de gritarte desde la distancia… “Regresa a mí”.

 

Mas la espera pasará y esa ilusión llegará, da igual si tarde o temprano, pero ese hilo, esa hebra que nos separa en una intensidad de mil kilómetros o más, se acortará para poder recibir el abrazo consolador o para darlo. Entonces todo habrá valido la pena, todo lo que tuvimos que pasar para volver a estar juntos una vez más.

 

MORALEJA: En la mitología griega, las Moiras eran las personificaciones del destino. Eran tres hilanderas que hilaban el destino de los hombres. Se las representaba comúnmente como a tres mujeres hieráticas, de aspecto severo y vestidas con túnicas: Cloto, portando una rueca; Láquesis, con una vara, una pluma o un globo del mundo; y Átropos, con unas tijeras o una balanza. Cuando la vida terrenal de los griegos llegaba a su fin, el hilo que les unía a la vida era cortado para dar paso al otro mundo.

 

Cuesta imaginar que algo imperceptible para el ojo humano, algo que va más allá de las creencias más puras e inocentes, sea entendido por aquellos que nunca amaron pero de veras. Y no me refiero a un amor de pareja sino en algo tan fuerte, tan bello y tan inexplicable como cierto.

 

Un hilo aparentemente no es nada. Una simple hebra y poco más. Mas no voy a dejar que ese hilo se rompa jamás, no hasta que pueda darte el abrazo más grande del universo y pueda verte para decirte: “Ya estoy de nuevo aquí, a tu lado”. ¡Te extraño! No me faltes nunca.

 

lunes, 9 de mayo de 2016

POR QUÉ EN LOS DÍAS DE LLUVIA…



 

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Los días de lluvia son mágicos para mí. Sin lugar a dudas a muchas personas les evoca melancolía, tristeza, soledad, frío,… Yo tengo que ser un bicho raro pues a mí la lluvia me evoca muchas sensaciones, pero ninguna de carácter entristecido y nostálgico.

 

Sin embargo sí que tengo que reconocer que las canciones de amor de manos de Alejandro Fernández, de Diego Martín, del gran Luís Miguel cobran más fuerza con esas tímidas lágrimas celestiales estrellándose irremediablemente de manera silenciosa contra los cristales de las casas. Es un abrazo entrañable melodioso, que te aprieta con cada estrofa un poco más contra su pecho. No sólo te acaba reconfortando el cuerpo, la mente y tu ser a completo, sino que nos resguarda hasta el respirar acompasadamente lento que nos hace sentir en el paraíso de los sentidos.

 

Mas esos días de lluvia que eres capaz hasta de mirar más lejos de tu horizonte frontal, ves como las palomas están encaramadas a los cables que van de punta a punta de las grandes calles o avenidas, e inmóviles permanece ahí, como encerradas en sí mismas, esperando que amaine el temporal.

 

Pero lo mejor de estos días es que mientras el resto maldice cada gota que se precipita contra el suelo, sobretodo si ha habido uno o dos o tres días de sol seguidos y ya habían sacado toda la ropa de verano del armario, es que la calidez de un abrazo se valora mucho más. Ese que se da sin más, con toda la pureza de un alma.

 

Los días que el astro sol culmina los cielos, sin lugar a dudas un abrazo es como algo lógico (al menos para las personas como yo que dan tanto valor a esa clase de actos con tanta valentía por bandera). Mas en un día de lluvia que muchas personas casi suplican que le abraces, cuando por fin regalas uno, se valora tanto, que hasta te sabe mal tanto agradecimiento.

 

¿Por qué los días de lluvia son especiales? Pues muy simple: la madre naturaleza se manifiesta en todo su esplendor decorando con pequeñas gotas árboles, setos, geranios, tiestos, incluso farolas incluso apagadas.

 

Los días de lluvia son mágicos, aunque muchos jamás serán capaces de verlos así.

 

MORALEJA: Edmond Gouncourt dijo: “No perdáis vuestro tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como flores que la lluvia mancha y el viento deshoja”.

EN EL PUNTO DE PARTIDA…

 
 
 
Tras un largo periodo silencio de nuevo vuelvo aquí, sin una clara visión de lo que espero de este blog. Hace ya mucho tiempo que esto empezó con el único propósito de descargar mi cuerpo, mi alma, mi mente de todo ese peso, a veces vulgar, otras lascivas, otras poéticas, que las musas me trasmitía a través de sueños intensamente muy fuertes. Mas tras el largo periodo desde el inicio que fue en 2011 está claro que si tengo talento nadie llamó para darme una oportunidad y al final, una se desgasta hasta tal punto en que dice basta. ¡Se acabó! Hoy, mi punto de partida es un inicio de 150 entradas más y se acabó Paula J.
 
Como veis no es una fecha, no es un día en concreto. Desde mañana el reloj de las entradas corre en mi contra y lo peor de todo es que yo, cuando tomo una decisión, la llevo a cabo hasta el final pase lo que pase.
 
La cuenta atrás no se detendrá y una a una, irán cayendo sin más ni más.
 
Sólo espero que aprovechéis esas entradas si es que alguna vez lo que he escrito tuvo sentido para alguno de vosotros. Sino, seguid como hasta ahora, unos meros visitantes que leen y poco más sin dar ni siquiera a conocer lo que leen como si se avergonzaran de sí mismos.
 
Yo pocas veces os pedí colaboración en mi blog, pero nunca me la disteis. Pocas veces os he pedido que me tendierais una mano, al menos no directamente, pero nunca me ayudasteis. Ahora ya no se puede hacer nada. ¡150 entradas más y Paula J. dejará de existir para siempre! La cuenta atrás empieza mañana.
 
Siempre dicen que la muerte debe de ser silenciosa y callada. Que cuando alguien se va, debe hacerlo de puntillas sin armar mucho ruido. Tras este mensaje no habrá ningún comentario más al respecto. Cada día el marcador del blog marcará las entradas que quedan y poco más. ¡Así lo habéis querido! Así lo vais a tener.
 
MORALEJA: Víctor Frankl dijo: “La muerte como final de tiempo que se vive sólo puede causar pavor a quien no sabe llenar el tiempo que le es dado a vivir”.
 
 

sábado, 16 de abril de 2016

PERDÍ LA MEMORIA (poema)


PERDÍ LA MEMORIA

 

Dibujo sobre la piedra

la imagen de alguien

al que no recuerdo

al que amé más

que a mi propia vida.

 

Resigo con mis dedos

mi esbozo impregnado de vida

esperando la respuesta

a una pregunta que nunca hice.

¿A quién olvidé que no

puedo arrancar del alma mía?

 

Vago por las calles solitario,

esperando algo que me ayude a recordar

quién fui, qué viví, quién me conoció,…

por qué mi memoria perdí para haber

olvidado hasta mi propio nombre.

 

¿Me queda algo por hacer en este mundo?

 ¿Es ese el motivo por el que sigo vivo

en un cuerpo sin vida que vive sin recuerdos?

 

Nada sé, nada recuerdo, nada.

Sólo sé que saldré a la calle,

dibujaré su rostro sobre la piedra,

lo perfilaré de nuevo con

las yemas de los dedos,

esperando aquel día,

en que recuerde su nombre,

el mío y por qué no puedo

arrancarla de mi memoria ausente.

 

 

martes, 29 de marzo de 2016

DESEO CREER (poema)


DESEO CREER

 

Hoy más que nunca deseo creer,

necesito pensar que todo es posible.

 

Deseo imaginar que no

te van a faltar las fuerzas

cuando la última batalla se tercie,

que lucharas como nunca,

aunque sea sólo por mí, por tu Niña.

 

¡No vuelvas a decirme que lo acepte!

La ley de vida no va conmigo,

no cuando alguien como tú

se debate entre esa vida

que no deseo que pierdas

y esa muerte que te llama

hoy con tanta insistencia a tu puerta.

 

¡No puedes faltarme!

Te lo prohíbo.

Eres el último resquicio

de amor puro

que habita en mi mundo.

¡Tú no puedes fallarme!

No puedes, no podría con ello.

 

Deseo confiar, deseo concentrarme

esperando que todo saldrá bien

 aunque todo juegue en nuestra contra.

Deseo entender, necesito saber

que todo quedará en un susto.

Deseo pensar, anhelo percibir

que serás siempre inmortal,

que nada podrá arrebatarte

jamás de mi vera.

 

Ahora que no tengo fuerzas

para aceptar lo que ha de llegar,

cuando ni siquiera puedo

verte sin romper a llorar,

ahora más que nunca necesito

creer que vas a salir de esta.

¡No puedes morirte abuelo! Ahora no.

No ha llegado aún tu hora.

 

 

lunes, 21 de marzo de 2016

PRIMAVERA, HAZME MUJER (poema)


PRIMAVERA, HAZME MUJER


Domingo, 20 de marzo de 2016

 

Primavera, a ti galopas

entre mi escote floreciente

y la hermosura de mis muslos

que asoman tras esta corta falda,

adéntrate de nuevo en mí.

Baña mis entrañas con el sol,

con el agua, con la lluvia

fina y pura, con ese olor

a tierra nuevo y renovado.

Viértete sobre mi recatada estampa.

Libérate para siempre

de las cadenas del invierno

y poséeme por entero.

 

Primavera, tú que bañas

con tu fulgor la sangre nunca sosegada

de los que dormitaron en el frío,

galopa sin medida ahora,

haciéndola hervir aún con más brío.

Dales las ganas del tiempo pasado,

de los años de oscuridad

sumisamente callados,

dales alas para renovarse

una vez más desde el fuego.

 

Primavera, no busques

mariposas blancas para mí.

Mis deseos no los controla

el decoro de sueños del ayer.

No busques tampoco

azucenas níveas, ni camelias cándidas,

ni margaritas inmaculadas para regalarme.

¡No deseo su pureza! Me cansé ya de ella.

Dame escarlatas amapolas,

encarnadas rosas con largo tallo,

carmesíes y lascivas dalias.

Dame el rojo intenso

de la sangre alterada

del calor que va contigo

siempre de la mano.

Regálame el vigor de cien

mil jóvenes machos,

su desgarrada inquietud,

si arrebatada lujuria.

Hazme renacer de la muerte

de estar viva pero muerta,

de dormitar en un lecho

que emana silencio manso.

Hazme volver a mí.

Tu que eres capaz de hacer

nacer de la nada la savia,

tú que causas estragos

entre las más delicadas

flores virginales,

tú que eres la dueña

de la fuerza irrefrenable

de la existencia,

conviérteme en la

que nunca fui

para vivir esa vida

que nunca tuve.

Hazme hembra,

hazme fuego,

hazme tuya.

 

Primavera, hazme mujer

para poder sentirme viva.