sábado, 24 de agosto de 2013

CANCIONES QUE NOS TRASPASAN EL ALMA Y SE NOS CLAVAN EN EL CORAZÓN



 

Hay personas que nacen con su propia banda sonora. Otros que jamás tuvieron una. Otros distintos, la van componiendo al largo de su vida. Yo me considero de los últimos, de los que van construyendo su vida, y sin saber como o porque no, la banda sonara llega por arte de magia.

 

Me pasó la primera vez que me enamoré que los acordes de guitarra flotaban por un aire ardiente de agosto. Luego, esos acordes, fueron una bella balada llamada Snow on the Shara (incluso si pensáis en la imagen de nieve sobre las dunas del desierto cálido, es como estar viviendo en un sueño diferente pero inmensamente bello).

 

Mas tarde llego nuestra canción, esa que le pones ya el nuestro porque no puedes escucharla sin tenerle a él muy cerca: Thank you for loving me (Gracias por quererme).

 

Cuando crees que la banda sonora de tu vida se va a concluir ahí aparecen personas en tu vida, que también tienen su propia banda sonora y que al llegar a tu vida, ambos, pese a ser sólo amigos, conocidos, dueños de momentos cortos que la vida nos regala, también tenéis canciones vuestras.

 

Canciones como Moonlight shadow, canciones como Aulili,  canciones como Can't fight the moonlight, canciones como No dudaría, canciones como Like an angel, canciones como Mal de Amores, canciones como Du Hast, canciones como Angelitos sin Alas, cobra nuevas dimensiones a tu alrededor y tiene hasta aroma propio, voz, cuerpo,… alma.

 

Hay una canción para mí, que durante largo tiempo, tuvo un gran significado y me encantaba escucharla a todas horas. Era parte de un sueño, parte de mi recuerdo, parte de mi vida, parte de mi mundo, parte de mí ser.

 

Luego, en uno de esos momentos que no controlas, alguien se adueñó un poco con mi permiso un poco con su afán de apoderarse de lo que no era suyo, de ese bello recuerdo que me generaba dicha canción. Con el tiempo llegué a “odiarla” en el significado mas amplio que se pueda concebir la palabra ODIAR. Pero no era culpa de la música, ni de la letra, ni del cantante, ni siquiera del momento de guardia baja. La culpa no era de nadie. La canción había cobrado vida propia y para volver a tener el control, había que desandar lo andado y volver a los inicios (una tarea ardua, fatigosa, cansada,… un cuesta arriba con una pendiente tremendamente dura de superar paso a paso).

 

No tuve ganas de volver hacia atrás y retomar las riendas de esa letra, de esa música, de esa canción y apoderarme de lo que siempre había sido mío.

 

Intenté engañarme con canciones parecidas, con letras similares, pero nada funciono. ¡Había perdido una esencia muy grande! Todo por vagueza pura.

 

Volver a recuperar mi canción no fue fácil pero desde el momento que decidí emprender el camino a la inversa, me sentí poco a poco, mas cerca de todo lo que había significado alguna vez para mí.

 

Me costó mas de un año y muchas lágrimas recobrarla pero al fin, desandar el viaje, valió la pena. La canción, mi canción Celos y Envidia volvía a estar en mi banda sonora y era SOLAMENTE mía y de nadie mas.

 

¿Tanto puede provocar una canción? ¿Estoy sobria cuando os cuento todo esto? ¿Bajo los efectos de alguna medicación? ¿Cuerda? ¡Quien lo sabe!

 

¿Qué es la música? Según nuestros amigos de Wiki la música es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos.

Según Kurt D. Cobain “La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor”.

Según Platón “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”.

Según Franz Liszt “La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor; sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso”.

Según Leonard Bernstein “La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”.

Y podríamos seguir así hasta el infinito porque cada uno de nosotros tendría una definición, descontando la tradicional, de decir como es la música para nosotros. ¿Estaban locos grandes compositores, grandes pensadores y grandes leyendas de la música cuando decían que era la música para ellos? Yo sinceramente creo que no. Pues para mi es eso la música, son pedacitos de banda sonoras de tu propia vida que si es en primera persona se disfruta mucho, si es en compañía de un nosotros es mágica, si es en compañía de un vosotros circunstancial es sorprendente. Pero si es robada, apropiada injustamente, acaba por ser un puzzle al que no le encaja la pieza central perdiendo así pierde toda su armonía, no la música en si misma, sino tu propia vida.

 

MORALEJA: Los celos son una respuesta emocional compleja y perturbadora, que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio. Las envidias son aquellos sentimientos o estados mentales en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas. No hay que confundirlas. Jamás es bueno llamar CELOS a lo que sólo es ENVIDIA. Eso si, si se mezclan en una canción y se le pone un poco de esencia de carácter latino, la combinación es tan explosiva que no poder saborearla se convierte en una maldición. Para que esta maldición extinta no se extienda sobre vosotros, hoy compartiré mi recuperada banda sonara. Disfrutadla y dejaros llevar por el poder del ritmo: http://www.youtube.com/watch?v=X6qcS4O7BMY (Marc Anthony - Celos y Envidia).

viernes, 23 de agosto de 2013

SELVA DE PECADO (poema)


 
SELVA DE PECADO
 
Me hallaba perdida en una inmensa
selva cubierta del manto negro del deseo.
Llegó la luz y no quise seguirla.
Necesitaba saber que había mas adentro
(buscaba perderme en su interior).
Caminé un paso, luego otro,…
no recuerdo que vino después.
La noche se convirtió en orgía
de nombres sin rostro,
de cuerpos con frenesí
en pretérito perfecto,
de seres hambrientos de delicias
carnales altamente apetecibles.
 
Tuve miedo sólo un instante
(el momento justo de perderme
entre dos cuerpos).
Luego la caída fue libre, desgarradora,
impacientemente embriagante.
Hubo marcas en la piel,
uñas que traspasaron la dermis,
recuerdos heridos del festival
inmenso de deleites lúbricos.
 
Jamás imagine que existiera
en las sombras la respuesta.
¿Qué mas me ocultaron de pequeña?
 
Desde mi yo de hembra quiero
aprenderlo ahora todo,… y más.

jueves, 22 de agosto de 2013

VEINTE DE AGOSTO


 
 

Cualquier fecha de un calendario puede llevar encerradas, en pasado y en presente, un momento que cambio la vida de alguien ya fuera por una victoria, por un acontecimiento, por un nacimiento, por un fallecimiento, por algo trágico imposible de borrar de la mente. Cuando ese cambio deja conmocionado a un país cuesta creer que tan sólo cinco años después, todo se haya olvidado a nivel administrativo, a nivel político, a nivel de justicia, a nivel de ayudas, a muchos niveles que no se han cerrado tras mas de mil quinientos días.

 

El 20 de agosto de 2008 en el Aeropuerto de Madrid-Barajas, en la capital Española, un avión de Spanair con 172 pasajeros, sufre un accidente pocos segundos después de despegar, con un total de 154 fallecidos y 18 supervivientes.

 

Cinco años más tarde de la tragedia las víctimas aseguran que recurrirán a la Justicia Europea si no prospera el recurso de inconstitucionalidad presentado el pasado 8 de febrero de 2013 después que el pasado 19 de septiembre de 2012 la Audiencia de Madrid archivara la causa penal por el accidente JK5022. ¿Cómo una desdicha de esta magnitud puede ser archivada como si nada? ¿Qué tienen que esconder? ¿Mueren 154 personas y no pasa nada? ¿Seguro que quieren que creamos en una justicia que no ajusticia?

 

Da igual los colores con los que se vista un gobierno que represente a un pueblo (tengo mucho que aprender de política aunque está claro que no lo haré viendo como se gestionan los problemas aquí en nuestro país con tanto “tráfico” de influencias, con tantos sobres, con tantas mentiras, con tanto que ocultar,…). Pero si “los políticos” están para representar a los ciudadanos,… ¿Por qué sólo están para la foto de rigor a la hora del entierro? ¿Por qué no hay nadie que de la cara con valentía y diga SEÑORES, ESTO NO ESTÁ BIEN Y HAY QUE HACER ALGO? ¿Por qué un trozo de roca es más importante que LA VERDAD y LA JUSTICIA para 154 familias destrozadas por la muerte de un familiar? No nos engañemos, para los políticos, da igual de que color sean sus camisas y sus vestiduras, suyas o regaladas, la gente humilde, las personas que sufrimos, no les importamos. Sólo somos un voto en las urnas y eso para ellos es menos que nada.

 

Ciento cincuenta y cuatro nombres, ciento cincuenta y cuatro vidas destrozadas, ciento cincuenta y cuatro motivos para esclarecer lo sucedido, ciento cincuenta y cuatro voces no representadas en ningún lugar, ciento cincuenta y cuatro injusticias,… ¿Cuántas personas tienen que morir para que algo tenga relevancia en este país para no dejar buscar la verdad por encima de todo?

 

MORALEJA: “Un grano de arroz desequilibra la balanza” y ciento cincuenta y cuatro mucho más. En honor de la verdad este desequilibrio tendría que tener relevancia por una vez en la vida. Que no pase más tiempo. Que el peso, la fuerza y el coraje de un pueblo salga triunfante por la JUSTICIA REAL que merece este pueblo más que mal herido.

martes, 20 de agosto de 2013

LA ÚLTIMA CARTA (relato)


Querido Rupert,

 

He dormido la siesta hoy y que sueño,… de aquellos que te despiertas empapada en sudor de deseo puro.

 

Estaba de viaje de negocios. Después de un largo día de reuniones, de ir de acá para allá, decidí tomarme una cena ligera en el restaurante del hotel. No tenía ganas de salir. Una mesa para una y una sopa de verduras para calentar el cuerpo, chipirones a la plancha de segundo y de postre un zumo de naranja natural. Cuando llegué al postre pedí una infusión de menta para irme a la cama y vi que un hombre estaba mirándome desde la otra punta del comedor. También cenaba solo y también estaba con el café. Me empecé a poner nerviosa y quise acabarme la infusión cuanto antes y me quemé la lengua. Me giré para que no viera mi cara de boba por quemarme y cuando me dí la vuelta estaba delante de mi, con un baso con dos cubitos en la mano.

 

-         El hielo es lo mejor para la quemadura. – me dijo.

-         ¡No ha sido nada! Pero gracias.

-         ¿Puedo sentarme? – me preguntó con mucho respeto esperando una negativa.

-         Claro,… ya que has venido a socorrerme al menos déjame que te invite a un café. – le dije con una sonrisa en los labios.

 

Pidió un café solo mientras yo me acababa la infusión más tranquilamente. Estuvimos hablando durante mucho rato. Que si los negocios, que si los viajes, que si esto, que si aquello,… fue una charla muy amena. Era un hombre muy agradable, con suprema inteligencia y tenía muchas ganas de seguir hablando con él,… pero era tarde y nos habíamos quedado solos en el restaurante. Él tampoco quería dejar que yo me fuera y me ofreció tomar una copa. Le dije que no bebía y que sería mejor que me fuera a dormir,… que tenía una mañana muy ajetreada al día siguiente. Nos fuimos juntos para el ascensor y seguimos hablando. El estaba en la tercera planta y yo en la quinta. Cuando llegamos a la tercera seguimos sin querer dejar la conversación. Quería que fuera con él a su habitación para tomar una copa,… o un refresco. Le dije que no, que eso le podía dar pie a pensar que podría haber algo que no sería debido.

 

-         ¿Pues porque no tomamos la última en tu habitación? – Dijo él con modo de broma.

-         Nada,… ¿Tantas ganas tienes de tomarte algo? – le solté yo en modo de sorna.

-         No es por tomar algo,… sino por seguir hablando contigo.

-         Vamos entonces a tu habitación,… así pagará tu empresa lo que haya en el minibar.

 

Fuimos a su habitación que era una suite con comedor, un gran baño y una gran cama. Seguimos hablando mientras él se tomaba una copa de wisky del minibar y un refresco yo. Puso el hilo musical y me quiso sacar a bailar. Me sentía muy bien, con ganas de que no acabara la canción que era un merengue sabrosón. Pero luego empezó a sonar una hermosa balada y sus ojos, sus labios, todo él me embriago. Le deseaba y mientras me acercaba a su cuerpo noté que su excitación. Me besó el cuello suavemente una y otra vez. Todo mi cuerpo se estremecía entre sus brazos. Me besó en los labios apasionadamente mientras sentía como su excitación crecía en la parte de la cremallera de su pantalón. Mientras sentía sus labios ardientes, su legua adentrándose apasionadamente en mi boca para jugar con la mía, sus manos acariciándome mi espalda, empecé a desabrocharle la camisa. Empecé a acariciarle el pecho y el me empezó a quitar la blusa. Me empezó a tocar los pechos que ya tenía los pezones erectos y me quitó el sujetador. Mi falda de tubo y su pantalón cayeron al suelo mientras el resto nuestras ropas le seguían. Me besaba mientras nos íbamos a la habitación. Mi cuerpo ardía de deseo y cuando caímos en la cama, desee ponerme encima, sentir su sexo muy adentro mientras le cabalgaba con todas mis fuerzas. Llegar al orgasmo con cada movimiento de caderas fue algo salvaje. Mi excitación iba en aumento mientras el se incorporaba ligeramente y empezó a lamerme los pezones. Me puse a cuatro patas encima de la cama y le pedí que me penetrara analmente. Su miembro estaba erecto, palpitantemente caliente y se adentro en mi trasero deseoso de saciar sus instintos animales. Me embestía y sus gemidos me ponían cada vez más y más y más cachonda. Se derramó dentro de mi pero su miembro seguía erecto, con ganas de seguir con la batalla de cuerpo a cuerpo. Yo me había derramado como una loca encima de él y decidí probar a que sabía su miembro erecto. Era un manantial de ambrosía deseoso de más y cada vez que mi lengua se deslizaba por su pene sentía suspiros ansiosos de más. Mi boca empezó a moverse acompasadamente, lamiendo su capullo, su largo pene, sus huevos,… Él no paraba de estremecerse hasta que se corrió de placer en mi boca.

 

Estuvimos un rato tumbados sin dejar de tocarnos, sin dejar de excitarnos, sin dejar de besarnos apasionadamente. Quise levantarme pero me lo impidió. Me pidió que pasara la noche con él y, que si quería repetir, podíamos volver a probarlo por la mañana o en media hora,… Me quedé tumbada a su lado, sintiendo sus labios en los míos y sintiendo como se tumbaba encima de mi con su virilidad de nuevo en aumento.

 

Me penetró y estaba tan excitada que me corrí con los primeros empujones de pelvis. Me desperté con todo mi sexo muy húmedo.

  

Un abrazo mi dulce amigo y disculpa mi ausencia durante largo tiempo,… vuelvo desde dónde estaba con algo muy bien aprendido.

 

Tú amiga,

 

 

ARACNE

APRENDIZAJE (poema)


 
APRENDIZAJE

 


Busco un camino

que me conduzca a mí.

Esperaba por esperara,

un destino que llega

con trescientos sesenta

y cinco días de retraso.

¿A quién inclino ahora

de que me concierte

por tres pesos?

¿Quién se embriagará

hoy con mi oratoria?

Mas todos aquellos

que consideré ebrios

de belleza no elegían

un cuerpo de mujer

sino un arte de serlo.

 

Ya no puedo acusar el balde.

¡Se me abrieron los ojos!

El reflejo fue mortal.

 

Vivía en un oasis de mentiras.

El espejismo ya no durará más.

Esta soy yo y no otra.

Lucho, peleo pero no contra

un enemigo con rostro de hombre.

 

Lanzarse y no caer

simplemente no es lanzarse.

Lanzarse y salir casi muerto

es el mejor aprendizaje

que te dará un gran maestro.

 

La oratoria es un complemento

que por si sólo no sirve.

La belleza es un suplemento

que por si sólo no sirve.

El coraje es un añadido

que por si sólo no sirve.

‘Hay que ser tridente

buena amiga en esta vida’,

me dijo mi maestro.

‘¿Cómo se consigue?’ Exclamé yo.

‘Con sufrimiento y valor

no con luchas contra

gigantes amolinados’.

 

Mi fiel corcel,

mi noble causa,

mi dura y fuerte armadura

no sirvieron para conseguir nada.

Perder la fe y sentirse

más beata que nunca.

Volver sobre unos pasos

mal aprendidos y encontrar,

en el principio de todo,

el camino correcto.

¡Gran aprendizaje el mío!

 
 
 
 

lunes, 19 de agosto de 2013

CRÓNICA DE TRES DÍAS DE DESCANSO - 18/08/2013 (3/3):


CRÓNICA DE TRES DÍAS DE DESCANSO


18/08/2013 (3/3):



“¡Fin del juego! Se acabó tu tiempo”, te dices mentalmente contra tu voluntad.

 

El desayuno es mucho más triste pues ya se marcharon dos de tus tres hermanas y pese a todo, tu también las hechas de menos. Tu sobrino también se fue y tus cuñados. Tu madre está invadida por la melancolía y recuerda cuando llenó todos los armarios de comida para que nada nos faltara cuando fuéramos a pasar los días que pudiéramos con ellos. Tu padre esta viendo un documental taurino y recordándote que hay que bajar a mirar los niveles de los coches antes de ponerse en marcha (es su forma de demostrarte que está también preocupado ya que a él le enseñaron que los hombres no pueden manifestar jamás que están tristes o que desde que te casaste te extraña al no tenerte en casa cada día aunque sea sólo para comentarle como te ha ido el coche durante el día).

 

Al final bajáis los cinco a la piscina y disfrutáis de las pocas horas de sol. Despedida con un chapuzón normalito que esta vez por fin te sale a la perfección y un par de series de nados primero de braza, crol, espalda,… Bucear de piscina a piscina como cuando eras pequeña (aunque teniendo que parar en el camino a tomar el aire). Hacer un par de pinos casi perfectos bajo el agua y volver a probar la voltereta, también bajo el agua, que al final sale bien si te tapas la nariz porque es la única forma de evitar que tragues agua por decimotercera vez.

 

La hora de comer es casi una pequeña contrarreloj no programada ni pautada.

 

Recoger los cuatro trapos colgados en el armario, cerrar maletas y bajar al coche. ¡Todo tiene un poco de tristeza mezclado con cada pliegue de las ropas!

 

Por fin enfilas de nuevo la carretera que por octava vez en menos de dos años y no la coges bien, como las otras siete veces anteriores, teniendo que seguir un tramo por la nacional hasta que mas tarde, por fin puedes entrar en la autopista.

 

Cinco minutos de cola en el peaje de rigor (aún es poco para lo que normalmente se suelen encontrar alguien al final de una quincena sobretodo la de agosto. Me viene a la mente cuando la Dirección General de Tráfico dice lo que deberíamos salir escalonadamente para evitar las colas y me pregunto: si normalmente ya entre dos parejas es complicado elegir una película que nos guste a los cuatros o un lugar donde cenar, como para pedirle a miles de persones de se ponga de acuerdo para salir unos a una hora unos y otros a otra. ¿Han olvidado en que país estamos los de Tráfico? Si aquí casi el lema universal es: “¡QUE SE JODA NUESTRO VECINO!” como para ponerse de acuerdo en la hora de salida mas de dos.

 

Por fin llegas a tu ciudad y te das cuenta de que acaba de llover mucho, demasiado. Ves como el agua correr por medio de la ciudad intentando salir embarrada hacia ese lugar donde hace poco estabas tú disfrutando de tus míseras escasas horas de vacaciones.

 

Deshaces la maleta y al poner la tele, todo sigue igual que al irte: los mismo problemas tanto en Egipto como en el Peñón con mas tensión acumulada por el paso de los días, paro, dolores de cabeza, centros sanitarios cerrados, corrupción, pactos para poder libarse la prisión y parecer que no han hecho nada los que tenían una gran mano influyente que les protegía la espalda,… Todo está exactamente idéntico como antes de marcharte (puede parecer que los problemas son como una planta que hubieras dejado con agua en un plato y siguiera su curso vital sin importarle que tú estuvieras o no junto a ella).

 

Todo sigue igual pero todo está diferente. Has cogido aire, un poco de bronce y te has dado cuenta, que la vida es muy corta para tener que vivirla a medias o pendiente de cosas vulgares que no llevan a nadie a nada.

 

El mundo sigue ahí, con su gente, con sus cosas y seguirá su curso, como esa planta, hasta que alguien tenga el valor de podarla y liberarla de las malas hojas que de tan renegridas, no la dejan casi ni crecer en paz.

 

CRÓNICA DE TRES DÍAS DE DESCANSO - 17/08/2013 (2/3):


 
CRÓNICA DE TRES DÍAS DE DESCANSO

 
17/08/2013 (2/3):

 

La noche pasó y caíste rendida en una cama más pequeña de lo normal, hinchada con un inflador, que ahora ya le queda sólo un soplido de aire, de la que cuesta levantarse un mundo y medio.

 

Pese a que estamos en familia, te semivistes para salir a desayunar y te sientas en la mesa de la terraza donde mermelada de fresa, mantequilla, crema de cacao, café calentito con leche, aceite, ajo, tomate, tres clases de tostadas de tres panes distintos, pizza de la noche anterior (si, porque tu esplendida tercera hermana (lo de tercera por nacimiento claro está que de momento, pese a ser todo mujeres, no hemos montado un concurso entre nosotras mimas ni mucho menos) que quería que no faltara comida, cuando hizo las cuentas para comprarlas, contó que si éramos diez para come contando a mi sobrino que no comería pizza, hacían falta ocho para cenar (su lógica es mas vale que sobre que no que falte). Eso si, cuando ves la mesa tan repleta de tanto manjar a elegir dices: “¡Ala! ¡Que bueno!”  Pero claro, cuando te las ponen para desayunar te hace gracia. Lo malo es cuando también aparece para comer recalentada que ahí ya te escamas un poco diciéndote a ti misma: “Joer, esto de llegar los últimos al apartamento no es bueno. Claro, como ya se han gastado toda la pasta durante los diez primeros días ya no les queda mas que para el peaje de vuelta”. Pero en fin, tal y como está el panorama, no se puede tirar nada. Eso si, cuando te la vuelven a poner la pizza para cenar la noche siguientes te ACUERDAS DE TU MADRE y en especial de tu hermana y de toda tu familia entera porque VAYA PUTADA tener que comer cuatro veces seguidas, no pizza, sino la misma recalentada que cuando llega la noche eso no es masa cocida sino piedra), batido de chocolate, magdalenas rellenas y croissant de chocolate te esperan, al igual que tu familia, para desayunar. ¡Que bonito es desayunar en la terraza! El sol aún no calienta y la brisa mañanera de las once y media del día es la mejor hora para hacerlo.

 

Después, un poco mas tranquilos, se produce el efecto laxante (unos a causa del café y otros a causa del batido). Lo difícil es que sois diez en un apartamento con dos habitaciones, cocina mediana, amplia terraza, comedor grandecito pero sólo con un cuarto de baño. Ahí se produce en efecto TONTO EL ÚLTIMO que consiste en no quedarte para el final, no por el consecuente olor acumulativo de un espacio cerrado, sino porque el efecto AHÍ QUE VOY producido por un desayuno y cena inusual, no se puede contener con el clásico apretar nalga contra nalga. En fin, que deseas que llegue tu turno entre sudores fríos provocados por la contención cular.

 

Por fin salís todos aliviados en mayor o menor medida, en dirección a la piscina con toallas, cremas, pareos, agua y demás (se vuelve a producir el mojadero normal de nuca, muñecas y tobillos tal y como está mandado). Esta vez, después del fracaso del planchazo contra el agua barriguero del día anterior, te lanzas en bomba que es mucho peor ya que no te acuerdas de saltar mas arriba y no te da tiempo de cogerte las piernas por medio de la pantorrilla y acabas lanzando mas agua fuera que sientes como si hubieras vaciado las piscina con la problemática de cómo te has tirado mal, las rodillas dan en el fondo de la piscina y el dolor del barrigazo del día anterior no es nada comparado con el de hoy.

 

Después de aparentar que todo ha ido bien en el salto tras sacar la cabeza del agua, me pongo a observar la variedad de personas que hay en un lugar de veraneo normal: la mujer que se pone gorra y gafas de sol para meterse en la piscina y que aún no sabemos muy bien porque. En principio imaginamos que es para no mojarse el pelo pero si así fuera, lo llevaría recogido en un moño y no en una coleta que se moja mientras nada. Alguien especula que es por culpa del sol pero si es por eso, el bikini debería taparle escasamente algo más que los pezones y los agujeros del cuerpo que no sean la buconasalesauditivos. Luego está el típico abuelete que va con los nietos pero que no juega con ellos ni para atrás y se dedica a intentar de sacar el máximo de fotos de mujeres en top less mientras aparenta que fotografía a su prole.

Allí, sobre las toallas en la zona de mas sol, hay un par de parejas que no sabes quien está con quien de lo cariñosos que se presentan los cuatro entre si, entre ellas, entre ellos.

Más allá aparecen dos dioses de los cuerpos perfectos y deseables. Nada musculados en exceso pero si en su justa medida, con los ojos verdes y color miel, como si de vampiros de Crepúsculo se trataran. Hipnotizan al pasar y deseas que tengan a bien pasar por tu lado aunque sea sólo de paso. Luego, cuando ya has pensado que serán los próximos protagonistas de tus sueños mas ardorosos de aquella noche, descubres así como quien no quiere la cosa, que las chicas como tu no le van (bueno, en definitiva ni como tu ni como ninguna chica ni mujer del planeta ya que no son de la cera de enfrente sino de tres calles mas para abajo).

En la piscina pequeña mamas y papas que hacen de padres una vez a la semana con sus hijos de corta edad que no paran de llorar porque sienten que están con un extraño.

En otro sector niñitas con cuerpos perfectos pero menores de edad que están de vuelta de todo y que intentan ligarse a los extranjeros mas sexys de la piscina (descontando al sector gay claro está).

 

Después de una jornada mañanera de sol un tanto corta, nos vamos a comer algo y al final, la tormenta perfecta se monta y acabas teniendo que dormir la siesta (sobretodo si te dan verdadero pavor los rayos y los truenos).

 

Por la noche de vuelta a la orilla a pasear junto a pescadores, a despedirte del inmenso y profundo mar mientras tu madre te dice que no te adentres tanto en las aguas que se le acaba de acordar de la película del Tsunami y le parece que no ve muy bien el horizonte (como cuando la escena mas conmovedora y desgarradora de el mismo film). A ti te da por acordarte de Tiburón y te da por hacer una pequeña observación o de lo poco fuertes que somos los humanos o de los influenciables que somos cinematográficamente hablando.

 

Te retiras a dormir, a descansar, a saborear las horas escasas que te quedan de paz, de sosiego, de algo parecido a la libertad.