sábado, 24 de agosto de 2013

CANCIONES QUE NOS TRASPASAN EL ALMA Y SE NOS CLAVAN EN EL CORAZÓN



 

Hay personas que nacen con su propia banda sonora. Otros que jamás tuvieron una. Otros distintos, la van componiendo al largo de su vida. Yo me considero de los últimos, de los que van construyendo su vida, y sin saber como o porque no, la banda sonara llega por arte de magia.

 

Me pasó la primera vez que me enamoré que los acordes de guitarra flotaban por un aire ardiente de agosto. Luego, esos acordes, fueron una bella balada llamada Snow on the Shara (incluso si pensáis en la imagen de nieve sobre las dunas del desierto cálido, es como estar viviendo en un sueño diferente pero inmensamente bello).

 

Mas tarde llego nuestra canción, esa que le pones ya el nuestro porque no puedes escucharla sin tenerle a él muy cerca: Thank you for loving me (Gracias por quererme).

 

Cuando crees que la banda sonora de tu vida se va a concluir ahí aparecen personas en tu vida, que también tienen su propia banda sonora y que al llegar a tu vida, ambos, pese a ser sólo amigos, conocidos, dueños de momentos cortos que la vida nos regala, también tenéis canciones vuestras.

 

Canciones como Moonlight shadow, canciones como Aulili,  canciones como Can't fight the moonlight, canciones como No dudaría, canciones como Like an angel, canciones como Mal de Amores, canciones como Du Hast, canciones como Angelitos sin Alas, cobra nuevas dimensiones a tu alrededor y tiene hasta aroma propio, voz, cuerpo,… alma.

 

Hay una canción para mí, que durante largo tiempo, tuvo un gran significado y me encantaba escucharla a todas horas. Era parte de un sueño, parte de mi recuerdo, parte de mi vida, parte de mi mundo, parte de mí ser.

 

Luego, en uno de esos momentos que no controlas, alguien se adueñó un poco con mi permiso un poco con su afán de apoderarse de lo que no era suyo, de ese bello recuerdo que me generaba dicha canción. Con el tiempo llegué a “odiarla” en el significado mas amplio que se pueda concebir la palabra ODIAR. Pero no era culpa de la música, ni de la letra, ni del cantante, ni siquiera del momento de guardia baja. La culpa no era de nadie. La canción había cobrado vida propia y para volver a tener el control, había que desandar lo andado y volver a los inicios (una tarea ardua, fatigosa, cansada,… un cuesta arriba con una pendiente tremendamente dura de superar paso a paso).

 

No tuve ganas de volver hacia atrás y retomar las riendas de esa letra, de esa música, de esa canción y apoderarme de lo que siempre había sido mío.

 

Intenté engañarme con canciones parecidas, con letras similares, pero nada funciono. ¡Había perdido una esencia muy grande! Todo por vagueza pura.

 

Volver a recuperar mi canción no fue fácil pero desde el momento que decidí emprender el camino a la inversa, me sentí poco a poco, mas cerca de todo lo que había significado alguna vez para mí.

 

Me costó mas de un año y muchas lágrimas recobrarla pero al fin, desandar el viaje, valió la pena. La canción, mi canción Celos y Envidia volvía a estar en mi banda sonora y era SOLAMENTE mía y de nadie mas.

 

¿Tanto puede provocar una canción? ¿Estoy sobria cuando os cuento todo esto? ¿Bajo los efectos de alguna medicación? ¿Cuerda? ¡Quien lo sabe!

 

¿Qué es la música? Según nuestros amigos de Wiki la música es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos.

Según Kurt D. Cobain “La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor”.

Según Platón “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”.

Según Franz Liszt “La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor; sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso”.

Según Leonard Bernstein “La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”.

Y podríamos seguir así hasta el infinito porque cada uno de nosotros tendría una definición, descontando la tradicional, de decir como es la música para nosotros. ¿Estaban locos grandes compositores, grandes pensadores y grandes leyendas de la música cuando decían que era la música para ellos? Yo sinceramente creo que no. Pues para mi es eso la música, son pedacitos de banda sonoras de tu propia vida que si es en primera persona se disfruta mucho, si es en compañía de un nosotros es mágica, si es en compañía de un vosotros circunstancial es sorprendente. Pero si es robada, apropiada injustamente, acaba por ser un puzzle al que no le encaja la pieza central perdiendo así pierde toda su armonía, no la música en si misma, sino tu propia vida.

 

MORALEJA: Los celos son una respuesta emocional compleja y perturbadora, que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio. Las envidias son aquellos sentimientos o estados mentales en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas. No hay que confundirlas. Jamás es bueno llamar CELOS a lo que sólo es ENVIDIA. Eso si, si se mezclan en una canción y se le pone un poco de esencia de carácter latino, la combinación es tan explosiva que no poder saborearla se convierte en una maldición. Para que esta maldición extinta no se extienda sobre vosotros, hoy compartiré mi recuperada banda sonara. Disfrutadla y dejaros llevar por el poder del ritmo: http://www.youtube.com/watch?v=X6qcS4O7BMY (Marc Anthony - Celos y Envidia).

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