viernes, 14 de junio de 2013

PRIORIDADES POCO PRIORITARIAS


 

 

Titulares:

 

* El Congreso se niega a recortar en retratos oficiales o a sustituirlos por fotos (enlace web: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/06/12/espana/1371062187.html) 13/06/2013

 

* Los recortes en sanidad en España ponen vidas en riesgo, según un estudio (enlace web: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/06/13/actualidad/1371120738_219035.html) 13/06/2013

 

* El Gobierno reconoce que tardará dos años más en cumplir el objetivo de déficit del 3% (enlace web: http://www.huffingtonpost.es/2013/04/26/recortes-26-de-abril_n_3161490.html) 26/04/2013

 

* Rajoy anunciará nuevos recortes en España en 2013 tras la visita de David Cameron (enlace web: http://finanzas.excite.es/rajoy-anunciara-nuevos-recortes-en-espana-en-2013-tras-la-visita-de-david-cameron-N34473.html) 09/04/2013

 

 

¿Qué son las prioridades? Las prioridades son ventajas o preferencias que una persona o cosa tiene sobre otra o cosas que son más importantes que otra o tiene ventaja sobre ella.

 

En un país en crisis, con más de seis millones de parados, que no cumple los requisitos solicitados en la UE,… ¿Cuál deberían ser las prioridades? Fomentar el empleo, reducir el peso de los impuestos en la población, incentivar nuevas iniciativas para la creación de puestos de trabajo. Sin embargo, para un país como es España, lo que es prioritario según nuestro gobierno es reducir EL PESO DE LOS IMPUESTOS EN LAS EMPRESAS Y EMPRESARIROS, JUBILAR A LAS PERSONAS QUE ESTÁN COBRANDO LA MISERA AYUDA DE 426€ para reducir así los parados y aumentar los jubilados y HACERSE CUADROS DE 100.000€ para así formar parte de la HISTÓRIA NEFASTA DE UNA ESPAÑA SIN INDENTIDAD pero con muchos ladrones a sus espaldas.

 

Yo me pregunto si Europa es consciente del lastre que este mal gobierno esta causando en una población AL BORDE DEL COLAPSO, DEL HAMBRE, DE LA POBREZA. Con cien mil euros por hacer un cuadro se podrían ayudar a doscientas cincuenta familias con lo mínimo y lo más básico. Pero por el contrario, lo importante es quedar inmortalizado en un lienzo. ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo, sabiéndolo, lo consentimos? ¿Somos estúpidos? ¿O es que ya estamos de vuelta de todo?

 

La crisis no la hicimos nosotros sino que somos el resultado de una bola de nieve, que al final, ha arrastrado a aquel que no tenía donde aferrarse. Los millones de euros defraudados son maestros, médicos, enfermeras, quirófanos, escuelas, ayuda a los discapacitados, ayuda a las gente que no tiene posibilidad de valerse por si misma, libros, becas,… un mundo mejor. Mas somos los que estamos abajo y cada vez mas hundidos en el barro que ya no nos deja casi ni respirar.

 

¿Un retrato es importante? ¡Para nada señores! La verdad es que, para alguien que simplemente no sabe administrar las prioridades de su propia casa (en este caso País), mejor relevarlo para siempre de dinero y cimentar de nuevo la base de la buena gestión en personas que sepan que LAS PERSONAS son las que merecen la pena ser salvadas y no imágenes de hombres y mujeres sin corazón que fueron asesinos de sueños y matadores de esperanzas renovadas.

 

MORALEJA: Clarice Lispector dijo:

 

“Ellos querían gozar de lo prohibido. Querían elogiar la vida y no querían el dolor que es necesario para vivir, para sentir y para amar. Ellos querían sentir la inmortalidad aterradora”.

 

Esperemos que al intentar gozar de lo prohibido no acaben siendo algo que recordaban a seres humanos, eso si, sin las manos tan manchadas por la sangre de los que murieron por culpa de una soberbia desmesurada.

jueves, 13 de junio de 2013

JUGAR CON LOS SENTIDOS POR UN TECNICISMO SIN SENTIDO


 

 

A nadie le extraña que por los recortes de la crisis, la sanidad deje mucho que desear. Pero jamás hubiera imaginado que por un “tecnicismo” sin sentido se jugara con los cinco sentidos de un ser humano, sobretodo en una persona mayor.

 

Hoy, una familiar que vive en un pueblo, se ha tenido que desplazar con su hija a una ciudad cercana, para ser atendido de urgencias por falta de visión en un ojo (visión nublosa lo ha descrito él). Han llegado a las cuatro y media de la tarde y han salido a las nueve (el colapso en urgencias no es nada nuevo). Por situación geográfica, no le tocaba el hospital donde ha acudido cuando el otro, que le tocaba, no tienen oftalmólogo de urgencias. Su ojo tenía desprendimiento de retina y tiene que ser operado con carácter de urgencia. Pese a todo y con ese pronóstico de URGENCIA, lo han enviado a casa hasta que mañana vaya a visitarse al otro centro dentro del horario de visitas sin cita (que ya veremos cuanto tiempo lo hacen esperar pese la urgencia por no tener cita). Tendrá que ser operado en un máximo de 48 horas pero no olvidemos que el fin de semana está a llamando a la puerta y como es lógico,… no operan los fines de semana si no es una URGENCIA URGENTE.

 

En resumen, un hombre de ochenta y un años lo han enviado a su casa con desprendimiento de retina con pronóstico de operación URGENTE por la gravedad de perder la vista de ese ojo y todo, todo, todo porque la falta de sentido común prohíbe (aún no se porque) operar a un hombre si pertenece por zona a otro centro que NO TIENE PERSONAL DE OFTALMOLOGÍA DE URGENCIAS.

 

Espero y deseo de todo corazón que mañana, cuando lo crean oportunos los dioses de la cirugía y del bisturí, encuentren un hueco para atender a mi familiar. Pese a todo me queda una pregunta en la mente: si una persona que se va de viaje tuviera que esperar, por zona a ser atendido por su centro sanitario,… ¿Cuántas personas perecerían por tecnicismos absurdos? Se que mi pregunta está un poco llevada al límite pero creo que esta en sintonía con lo absurdo de la cuestión de si un hombre con un pronóstico de urgencias para ser operado, tiene que permanecer en su casa y no ser atendido hasta horario de visitas de otro centro sólo por una cuestión un tanto cuestionable.

 

MORALEJA: Henry Moore dijo: “La diferencia entre la belleza de expresión y el poder de la expresión es la función. La primera aspira a complacer los sentidos; la segunda tiene la vitalidad espiritual que es mucho más conmovedora y va más allá de los sentidos”. Ansío que lo que mañana me conmueva y vaya mas allá, no sea una vez más, la incompetencia sanitaria de este país que ha dejado de serlo por momentos para ser la esclava de una Europa que sólo vela por sus intereses, no por los nuestros.

martes, 11 de junio de 2013

UNA GRAN PELEA (relato)


 

Nuestro primer encuentro había sido intenso a la par que ardiente. Nos conocimos y tanto al uno como al otro, nos embriago el dominio que ambos gastábamos del verbo y la palabra. Dos mentes pensantes en dos mundos distintos, separadas por no muchos kilómetros con vidas totalmente plenas que en un momento determinado, había decidido pasar sin mucha ropa, algunas horas del día gimiendo de placer hasta casi perder el conocimiento.

 

Eso ya era pasado, y los intentos malogrados de un segundo encuentro, aunque muy deseado, se frustraban una y otra vez.

 

Habían pasado yo ocho meses. Recibí una llamada para una entrevista de trabajo en su ciudad. Uno de mis problemas para poder verle era mi nulo poder económico para la movilidad. Pero, al ser una entrevista, le pedí a mis padres que me ayudaran con el fin de conseguir una oportunidad laboral. Si la conseguía, el dinero que habían invertido en hacerlo realidad, les sería devuelto (aunque ellos no lo cogieran). No recordaba mucho la empresa que me había llamado pero una visita en Internet, me puso al corriente de sus servicios empresariales. Personal joven, con capital Alemán, con gran solvencia económica, con proyectos de futuro pese a la crisis del país. Era como haberse topado de bruces con una aguja en un pajar.

 

Me arreglé, cogí el primer tren para ir a la entrevista y me presenté diez minutos antes de la hora. Mientras el de seguridad comprobaba con quien tenía la entrevista, lo avisaba y me preparaba la acreditación para poder acceder a las instalaciones, llegaron dos personas, un hombre y una mujer, hasta donde yo me encontraba. Se presentaron como los que sustituirían a la persona que me tenía que hacer la entrevista, un tal Alberto. Él se llamaba Carlos y ella Sara. Vestían elegantes y sobriamente ambos. Por un momento temí no estar a la altura del puesto que se me ofrecería. Me empezaron a sudar las manos y mi autoestima y mi fuerza interior, se fueron desinflando poco a poco.

 

Entramos en una sala, cuatro preguntas de rigor (él apuntaba mientras ella me hacía las preguntas y observaba todos mis movimientos. Sentía que si respiraba más de la cuenta o si mi corazón se salía del pum pum habitual, se darían cuenta de ello). Me dejaron haciendo psicotécnicos y preguntas tipo test en las que todas son válidas. Estuve una hora y cuando iba a llamar a la extensión que me habían dicho para devolver los papeles, la puerta se abrió. ¡Era él! No Carlos, ni Alberto, sino el hombre que dominaba el verbo. Llevaba un precioso traje gris que resaltaba su figura y que lo hacía parecer más alto (la primera vez que lo había visto, iba vestido completamente informal), una reluciente camisa blanca, un cinturón negro de piel a conjunto con los flamantes zapatos y una corbata con tonos lilas y malvas. Guardé la compostura. No habíamos hablado de hacernos los suecos sin nos volvíamos a ver, pero el protocolo de reconocer a alguien en su lugar de trabajo en una vida que no debías conocer, no creo que existiera aún en nuestro vocabulario. Me levanté cortésmente, estreche su mano como si fuera la primera vez que le veo y me presenté como si fuera la primera vez que lo veía. El hizo lo propio. Le dije que ya había acabado con lo que se me había dejado y que estaba a punto de llamar a la extensión que me habían dicho para poder entregar la documentación con mis respuestas. Alargó la mano y yo se la entregué sin más. No miró nada de lo escrito y me dijo que ya se pondrían en contacto cuando hubieran finalizado el resto de entrevistas. Me acompañó hacia la puerta y cuando estaba a punto de dejar mi pase, le dijo el responsable de seguridad, que nos esperaban en la sala de reuniones. Me dijo que le acompañara. Dejó la documentación en el mostrador de seguridad con un post-it encima con un par de nombres que no logré conseguir leer, y nos dirigimos ambos hasta un ascensor anexo a la entrada. Subimos tres plantas y fuimos a parar a una oficina que parecía completamente desierta. Todo estaba como debía estar una oficina pero sin personal alguno, como si alguien lo hubiera evacuado todo sin saber muy bien el motivo. Caminamos en silencio hasta la sala indicada. Entramos y no había nadie. Él cerró la puerta y cuando estuvimos solos me dijo:

 

– Ves como sí que podías venir.

– No te entiendo – le respondí yo un tanto perpleja.

– Cuando intentamos quedar siempre me respondías que no podías, que no tenías liquidez. Ahora estas aquí,… ves como todo es posible.

– No me digas que esto no es una entrevista de trabajo – dije muy molesta.

– No es una entrevista de trabajo – me dijo con una mirada fría y penetrante.

 

Le abofeteé la cara. Nunca había pegado a nadie pero la rabia que sentía se liberó através de mi mano.

 

– Le he tenido que pedir dinero a mis padres para poder desplazarme. He tenido que cambiar de hora otra entrevista para poder venir y me dices que todo es una farsa sólo para demostrar,… ¿Qué? ¿Qué te mentía? ¿Qué querías demostrar? – respondí conteniendo las lágrimas en los ojos.

 

Me miraba como si todo aquello no hubiera estado pensado para que desembocara en aquel melodrama.

 

– Tengo que salir de aquí, tengo que irme,… – buscaba la puerta muy nerviosa tratando de recordar por donde había entrado para poder salir.

– ¡Relájate! Estás muy nerviosa – dijo cuando intentó cogerme mientras me dirigía a la puerta.

– ¡Suéltame! Ni me toques – le dije con los ojos inyectados de rabia.

 

Me agarró fuertemente y me dijo que me relajara y que me calmara. Yo intentaba zafarme de sus brazos pero no podía. Le dije que si no me soltaba gritaría y entonces, poco a poco, me fue arrinconando contra la pared. Me dijo que sino me relajaba yo él me relajaría. Acercó su boca a mi boca y vi por donde iban los tiros. Le dije que si se acercaba más, le mordería. Se acercó más y asesté el primer mordisco sin resultado. Me miró fijamente como el cuidador que se acerca a un aligator que lleva una semana sin probar bocado y sabe, que en cualquier momento, hasta él podría ser su comida. Volvió a acercarse lentamente a mi boca y le asesté el segundo mordisco mientras trataba de librarme de su fuerte abrazo. Me miró y comprendí que se rendiría. Cuando pensé que el aflojar su fuerza era para dejarme salir, me alcanzó los labios y me besó apasionadamente. Yo quería morder y lo conseguí. Le mordí la lengua y le hice sangre. Él se apartó dolorido y me cruzó la cara. Tocaba mi mejilla ardiente cuando me giré, abrí la puerta y empecé a correr por el pasillo en dirección al ascensor. El me placó y caímos los dos al suelo. El se puso sobre mí y me sujetó las manos con su manos una a cada lado de mi cabeza. Tenía miedo pero no por él. Toda aquella situación, desde su guantazo, me había creado una excitación increíble y al verlo sobre mí, solo desee que me leyera la mente y que me hiciera todo lo que por ella pasaba desde principio a fin. Se acercó otra vez a mi boca pero esta vez, le asesté un beso que me devolvió ardientemente. Su mano agarró mis dos manos mientras con la otra, desabrochaba mi blusa. Liberó mis pechos del sujetador y empezó a acariciarlos con fuerza. Tenía los pezones muy erectos y eso le contentó. Me subió la falda, arrancó mis bragas e metió su mano en mi chorreante sexo. Sabía como tocarme, como alcanzar que me corriera, como conseguir que le deseara más y más hasta perder el control. Desabrochó su cremallera y dejó ver su virilidad inmensamente firme, dura, sabrosa. Sacó su mano de mis adentros e introdujo su pene con fuerza dentro de mi sexo. Su primera embestida me hizo llegar al orgasmo de golpe. Pero eso no le frenó para moverse y seguir embistiéndome una y otra y otra y otra vez. No podía controlar mis gritos de placer y en un arrebato de pasión, conseguí zafarme de su mano que aún me retenía y lo tumbé de un golpe a él contra el suelo. Desabroché su cinturón y su pantalón. Le quite su boxer medio bajado y empecé a lamer su sexo lentamente, con cuidado, con dulzura, repasando cada centímetro desde su glande hasta su escroto sin dejar nada lubricado con mi lengua. Él gemía de placer y se dejaba hacer. Me puse sobre él y metí su sexo descomunalmente rígido en mi sexo. Empecé a cabalgarle y mientras sus manos agarraban mis pechos con fuerza, con deseo. Me derramaba sobre su virilidad una y otra y otra y otra vez. Quería más y más y nunca estaba saciada del todo. Él quiso retomar el mando, me cogió, me dio la vuelta, y no se como, acabé a cuatro patas con su sexo dentro de mi culo follándome como nunca nadie lo había hecho. No podía dejar de gritar de placer, de gemir como una loba salvaje en celo poseída por más de un macho. Eso nos excitaba a ambos. Noté como su leche invadía mi trasero y se derramaba para mezclarse con mi lubricación sexual.

 

Fue algo increíblemente lascivo, morboso, prohibido. No me gustó la forma, ni las bofetadas que fueron mutuas, pero puedo deciros que en mi vida ninguna situación me causó mas excitación, que aquella segunda cita con el hombre que dominaba el verbo y la palabra.

 

¿Dónde será nuestro tercer encuentro? No me importa pero lo espero completamente dispuesta a todo.

 

lunes, 10 de junio de 2013

CONSEGUIR SER ‘MUSA’ DE ALGUIEN


 

 

Un día cualquiera te levantas de la cama y empiezas a hacer tu día a día: recados, trabajo, casa,…

 

Durante largo tiempo te han dicho que eras ‘musa’ de algún poema reutilizado para ti pero realmente,… jamás lo creíste (y la explicación de no creerlo es tan sencilla como pedir un poema de algo vivido con el poeta y ver como, sin remedio, permanece no escrito para siempre. ¿Una musa no inspira? Inspira sin el ser inspirado no piensa con lo que tiene debajo de la bragueta del pantalón o entre pierna y pierna).

 

Alguien, un amigo de verdad o una amiga, pasa una tarde contigo y de golpe, como una revelación, ve lo que estaba buscando en cada gesto tuyo, en cada risa, en cada movimiento preciso sin precisión. ¡Eres su verdadera musa! No sabía cuanto de especial se ocultaba en aquella chica de la sonrisa preciosa, de la cara risueña, de la mirada pícara. Pero, cuando el arte entró en escena y tu estabas allí en ese instante precioso donde la creación toma nombre de inspiración, una revelación inunda su retina y tú,… eres parte de esa nueva luz.

 

Nunca te lo habías planteado pero realmente,… ¿Quién no quiere ser MUSA en algún momento de su vida? A mi me llegó ese delicioso regalo cuando tenía treinta y cinco sin ser nadie de aquellas que consigue petrificar a un hombre con una mirada, con un gran escote, con una sublime cabellera rubia, con un cuerpazo de infarto. Llegué mas allá siendo simplemente yo hasta tocar la fibra, el alma del artista, la delicia del creador de belleza hecha palabra, lienzo, foto, poema. ¿El resultado? ¡Sublime! No por formar parte del proyecto sino por vivirlo en primera persona y ver que hay otros ojos, que por fin, han conseguido captar ese momento mágico de hermosura.

 

¿Vanidad elevada a la máxima potencia? Podría ser que de golpe me hubiera llegado el regalo de ser inspiración de alguien con sentirme un poco vanidosa. Pero también tengo que decir, que pasado los veinticinco, después de miles de entrevistas nefastas, de personas que me insultaron con algo más que ofensas (con actos indecorosos para ser mas claros), si la vanidad llama a mi puerta, la dejo pasar un rato y no me sabe mal hasta ponerle un Gin tonic.

 

MORALEJA: Palabras inspiradoras de mujeres increíbles:

 

“Diré lo que siento y hablaré de mí misma hasta la última página, y no pediré perdón”.


Elizabeth Smart

“No es cobarde mi alma. No tiembla, en la espera del mundo, turbada por tormentas”.


Emily Brontë

 

“No quiero la terrible limitación del que vive tan sólo aquello capaz de tener sentido. Yo no: quiero una verdad inventada”.


Clarice Lispector

EN BUSCA DE UN SUEÑO (poema)


 
EN BUSCA DE UN SUEÑO
 
La noche me llamaba
para buscar un sueño.
Anduve por las arenas interminables
 hasta no tener muslos.
Me arrastré hasta
quedarme sin dedos.
Sin cuerpo seguí
yendo sobre ellas.
¡Nada encontré parecido
a lo que buscaba!
 
Me tope con la luna muda.
Chapoteé en una ciénaga de alcohol
caduco junto al sapillo alérgico al agua.
La culebra ponzoñosa de amor
me confesó que cupido había
abandona el reino del cariño.
Me olvidé de lo que buscaba.
 
Mi reino soñado se hizo real.
Caminaba cada día sobre
nubes manchadas de sahumerio.
Me zambullía en mares,
en océanos inmortales
de vientos pintados.
Bebía confusiones machucas
para desayunar y comía
espejismos cotidianos en vaso largo.
¡Era feliz! ¡Me sentía feliz!
 
Un día, sin venir a cuento,
alguien besó mis labios y desperté.
 
- ¡Estúpido príncipe descarado!
¿Quién te dio permiso?
 
- Vine a despertarte de tu sueño.
 
-Pues vete bien lejos,…
yo ya era feliz sin ti.
 
Desde ese día ya no
puedo conciliar el sueño.
Perdí mi mundo,
mis desayunos,
mi sueño.
 
¡Maldito aquel que inventó
los cuentos de hadas!

domingo, 9 de junio de 2013

LLORA TU VERSO AMIGO UN BOLERO AMARGO (poema)


 
LLORA TU VERSO AMIGO UN BOLERO AMARGO

 

Llora tu verso amigo un bolero amargo.

(Hubo una playa, un mundo

donde éramos uno, libre,

independiente, único).

La guitarra nada en tu pena,… ¿O era la mía?

No había piano que tocara nota para tu verso,

ni verso que esperara auxilio en una nota.

(¡Que amargo cantar a

un amor que no te escucha!).

viernes, 7 de junio de 2013

LOS JEFES DECÍAN: TENÉIS QUE TRABAJAR COMO EN UN BANCO. LOS EMPLEADOS RESPONDE AHORA: ¿SEGURO?


 

Dentro del mundo de las oficinas era más que conocida la frase que TENÉIS QUE TRABAJAR COMO EN UN BANCO refiriéndose a la eficacia y la eficiencia que caracterizaba a las ANTIGUAS entidades financieras. ¿Por qué antiguas? Porque en la actualidad tanto la eficacia como la eficiencia de TODAS las entidades financieras, dejan mucho que desear por brillar por su ausencia.

 

Los bancos, en la actualidad, venden aire embotellado a personas que no saben ni firmar para conseguir una cuota extra a final de mes (como si el cobro de 19 pagas fuera poco para ellos).

 

Los bancos, en la actualidad, duplican recibos de forma masiva (espero que el gobierno no tenga nada que ver en esta acción para ver entrar dinero en sus arcas durante un corto espacio de tiempo y especular, con dinero ajeno, para poder obtener un corto margen de despiste o de dinero en sus cuentas hasta que se resuelve el problema).

 

Los bancos, en la actualidad, tienen en nómina a directores de banco que no saben que un pagaré al descuento, se puede devolver hasta un máximo de seis días desde su vencimiento y no, como dicen algunos de ellos, hasta treinta días para que el cliente, si es poco avispado, de deje engañar por su falta de conocimiento.

 

Los bancos, en la actualidad, tienen un personal que llamarlos incompetentes sería hasta un piropo. Actúan como si tuvieran el mundo cogido por los huevos y sin embargo, su forma de tratar a los demás, entre ellos otras personas que ha estudiado lo mismo que ellos y están en el sector privado trabajando, dejan visible que consiguieron su carrera en una tómbola por su trato chabacano y sin dar la cara nunca. (¿Cuál es su frase preferida? Envíalo directamente al e-mail de la oficina para que no se note lo poco que saben sobre lo que les están hablando).

 

Y por desgracia, suma y sigue, suma y sigue, suma… y sigue.

 

En definitiva, que no sólo todos aquellos que robaron o están imputados en un asunto de evasión de capital, robo de dinero, compra indebida de bancos extranjeros,… son los que tienen que estar entre rejas. Quizás la cárcel no sea un buen lugar para tantos eruditos en el arte del engaño, pero al menos, si están encerrados y aislados de la sociedad, al menos dejarán de hacer más daño a nuestro país.

 

 

MORALEJA: Ellos ni siquiera se merecen mi moraleja hoy así que me la dedico a mí (el burro siempre delante) y todos aquellos que les gusta el arte de escribir: "Escribo por el solo placer de escribir, para mí solo, sin ninguna finalidad de dinero o publicidad. En mi pobre vida, tan vulgar y tranquila, las frases son aventuras y no recojo otras flores que las metáforas." Gustave Flaubert