En una novela de un gran escritor leí que lo peor de que te
guste el ajedrez, si eres republicano, es que tienes que defender a un rey
durante el juego.
Mas en la vida, cada asunto con cierto grado de complicación
en sí mismo, no deja de ser como una partida entre negras y blancas donde los
movimientos han de pensarse pero que muy bien. Antes de mover ficha, tienes que
haber calculado, mentalmente en décimas de segundo, cuales serán las
repercusiones que eso pueden causarte en el juego.
El pasado 23 de septiembre de 2014, Alberto Ruiz-Gallardón,
en una rueda de prensa convocada en el ministerio de Justicia después del
anuncio por parte de Mariano Rajoy de la retirada de la nueva propuesta de ley
del aborto apadrinada por el propio Gallardón, este presentó su dimisión como
ministro de Justicia. En ese instante, una hábil jugada habían hecho caer a lo
que sin lugar a dudas, sólo fue un alfil al que se podía manejar como un peón
dentro de la partida ministerial.
En ese momento fueron muchos los nombres que, por simpatías
con el susodicho exministro de justicia, podrían hacer lo mismo en horas
siguientes. Pero, en aquel instante, esa jugada, la de sacrificarse pese a ser
un vil peón, no iba bien para la jugada magistral del gobierno.
Es por eso que hasta hoy, 18 de diciembre de 2014, Eduardo
Torres Dulce, experto en Derecho Penal y fiscal de carrera (ocupó cargos en el
Tribunal Supremo y en el Tribunal Constitucional antes de acceder a la Fiscalía
General del Estado) nos ha anunciado que abandona voluntariamente la jefatura
del ministerio público, un cargo estratégico para cualquier Gobierno.
¿Por qué alguien a estas alturas de la partida sacrificaría
un peón así porque sí? No es un sacrificio. ¡No piensen de esa manera en ello!
Es más un intento muy sutil de acercamiento de posturas. ¡ESTRATÉGIA! Sin más
ni más. En un año, se acabará el mandato del presidente del gobierno y su
grupito de incondicionales. Con este acto, llámese voluntario o no, tratan de
acercar posturas para intentar asegurarse una nueva continuidad en el cargo.
¿Cómo? No deja de ser, un guiño de ojo, hacia el gobierno catalán y su bien
demostrada voluntada en poner las cartas sobre la mesas, duela a quien duela.
Algunos podrán pensar que estoy exagerando pero
recapitulemos un momento en el tiempo: En el caso de la consulta ilegal del
9-N, Torres-Dulce estaba convencido desde el primer momento de la necesidad de
actuar contra el Gobierno catalán, pero las dudas iniciales del Ejecutivo
central le dejaron en una posición un tanto incómoda. Sino,… ¿Por qué no
esperar hasta el nuevo año? ¿Por qué hacerlo ahora como aquel que se le hace
tarde para coger un tren que está a punto de salir? ¡POR ESTRATEGIA! Sin más ni
más.
Eso sí, sobre el tablero, blancos y negros, han adoptado
una posición muy buenas para unos y muy malas para otros. En este momento, con
esta jugada, se ha producido un “Jaque al Rey” altamente preocupante (no
tomando las postura de Rey con la de nuestro regente, obviamente, pero sí con alguien
que en esta partida, sin lugar a dudas, es que el que hace de rey). ¿Podrán
salvar con esta rebuscada salida la partida el gobierno actual español? ¡Bueno!
Todo es cuestión de mente, de equilibrio, de astucia y francamente, en lo que
va de legislatura política, es lo único que ha demostrado el gobierno español
de lo que carece.
Tiempo al tiempo, pero ya veremos al final de mes, quien
será el que acabe por hacer el jaque mate en esta partida.
MORALEJA: Sun Tzu dijo: “Si conoces al
enemigo y te conoces a ti mismo, no necesitas temer el resultado de cien
batallas. Si te conoces a ti mismo pero no a tu enemigo, por cada victoria te
espera una derrota”.