miércoles, 17 de diciembre de 2014

NI UNA ESQUINA SIN SU PUTA, NI UN SEMÁFORO SIN SU POBRE



Es algo extraño que en un país donde se prolifera a boca llena estar saliendo de la crisis, por la parte dirigente del país, no deje de haber, por así decirlo, “Ni una esquina sin su puta, ni un semáforo sin su pobre”.

Asusta (tomando el verbo asustar como la acción que ha adoptado esa parte del país formada por cucarachas ladronas, ratas con trajes de marca que dirigen bancos y demás y hienas, más mujeres que hombres, que no son capaces ni de alzar la voz cuando alguien del sexo masculino, las trata, a ellas y a sus derechos, como burdos papeles mojados tendidos en un suelo sobre el que pisar fueran, no sean capaces de ver mas allá de sus propias narices).

En cada punto del país, de norte a sur sin excepción alguna, dirija la fuerza política que dirija, actualmente, hay una historia de hambruna, de desesperación, de frío, de vacío, de soledad, de angustia. En cada esquina, en cada semáforo, la vida nos muestras su verdadero rostro, con nombre y apellidos. Gente que un día tuvo un trabajo, mejor o peor pagado. Personas que tuvieron un piso, un lugar donde llamar hogar. Seres con una vida anterior a este mundo sin vida que les ha tocado vivir.

Sin embargo, su techo ahora es el cielo cuajado de estrellas. Su calefacción, los cartones que remeten entres sus maltrechas ropas para guarecerse del frío devastador de los días helados que preceden al inicio del invierno. Su único alimento que llevarse a la boca, con un poco de suerte, el agua de alguna de las fuentes que puedan tener a bien ofrecerle un alivio a sus tripas malhumoradas por la no ingestión de alimentos desde hace ya varios días.

Alrededor de unas treinta mil familias tienen dificultades para alimentar a sus hijos. Son casi cerca de dos millones de niños pasan hambre en España. ¡La malnutrición en España existe! Pero eso a nadie importa.

Cambiamos de Rey. Desde ese instante, la casa real sólo se ha pronunciado en decir que la Infanta Leonor, que pasó a tener el título de Princesa de Asturias tras la abdicación de su abuelo, no cobrará más de 100.000 euros al mes hasta que cumpla los 18 años y jure su título ante las Cortes. Si esto es verdad, y del presupuesto para este cargo que antes ostentaba su padre, hay una partida remante de 500.000 euros (pues faltan dos días escasos para que se cumplan cinco meses del nombramiento del nuevo rey)… ¿Cómo puede ser que no se utilice este dinero, que pertenece al PUEBLO ESPAÑOL para poder solventar el increíble daño que ha hecho la crisis en nuestro país? ¿Qué hace falta para que un padre o una madre, sean reyes o no, vean con ojos de padres a todos los niños de este país QUE PASAN NECESIDAD Y HAMBRE?

Está bien esto de ser humilde y más generoso en Navidad. Que los jugadores de uno y otro equipo, hagan su foto ansiada, sintiéndolo o no. Es bueno saber que existe, como mínimo, una humanidad fingida difícil de mostrar si no hay una cámara que pueda grabarlo delante.

Mas una cosa es bien cierta: yo con el discurso Real no como, ni duerno, ni dejo de pasar frío. Yo con el discurso de un Rey que ve lo que ve y no hace nada, me siento, incluso, asqueada, dolida, engañada. ¡Las palabras se las lleva el viento señores! Los actos, si no nacen de la pureza del corazón, no merecen la pena ni ser grabados. ¡Luchen por la verdad! ¡Luchen por la justicia! ¡Luchen por los niños! Ellos son los que más lo necesitan. Ellos son los que aún, pese a todo, SIGUEN CREYENDO EN LOS REYES.

MORALEJA: Luis Fernando Paredes Porras, pedagogo, periodista, promotor y empresario cultural, dijo: “El 6 de enero da al adulto la oportunidad de jugar a ser rey bondadoso, justo, leal, se convierte en rey mago si lo es los otros 364 días.”



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