lunes, 11 de febrero de 2013

UNA CARTA PERDIDA (escrito)

 

Jueves, 17 de mayo de 2012

 

Perdóname por este inicio. Ni siquiera un querida, ni tan solo un hola pero hace tiempo que no había te había escrito una carta y se me olvidó, sinceramente, como comenzarla. Se que las palabras así tan directas, tan de entrada, pueden sobresaltar sin un corto y sencillo encabezamiento pero yo se que sabrás disculparme por mi falta de forma.

 

Ahora no voy a preguntarte como estas, ni siquiera desear que estés bien. Voy a ser egoísta en esta parte, muy egoísta y te voy a decir como me siento yo desde que no estas conmigo. Hoy hace tres años que te fuiste y no he vuelto a ser la misma. No quería creerlo y me decía,… ¡Ella no! No puede dejarme así. Tantos y tantos años escuchando que me hiciera a la idea, que tu herida estaba muy profunda literalmente en tu corazón y verte salir una y otra vez de hospitales con fuerza para comerte el mundo o ponértelo por montera, me dieron esperanzas que jamás confesé en tu presencia. Me ilusione con que fueras inmortal de tal manera que fue un jarro de agua helada recibir aquella llamada.

 

Se apagó tu luz y con ella se fueron muchos, muchos momentos que compartimos siempre a medias, en la distancia, una en cada punta de este mundo que era sólo nuestro y que ahora,… no existe pues no estás tú.

 

¡Me dejaste sola! Muy sola. Tuve muchos sueños sobre ese horrible momento, sobre esa marcha forzada que la vida nos brindaba sin quererlo. Eran pesadillas que me encogían el corazón, que me hacían llorar de rabia, de impotencia, que me hacían maldecir mil y un universos que jamás compartiría contigo. Lo bueno, si es que había algo bueno en ver ese sufrimiento varias noches durante algunos años, es que despertaba y sabía que no era real, que todo estaba en mi mente, que formaba parte de mis miedos. Cuando me sentía más relajada, mas tranquila de que aquello era un sueño, dejé de imaginar con ese espantoso espejismo en sueños.

 

Llegó el día y yo no supe si era verdad o no. Observaba a la gente que me ofrecía su pésame, que me alargaba la mano y que me miraba a los ojos con esa pena verdadera que sólo tienen aquellos que conocen verdaderamente a quien se marchó y lo van a echar tanto de menos como su familia.

 

Contemplaba a mis tíos, a mis primos, a mi padre,… y me faltaba profundidad en la realidad.

 

Pasaron las horas, los días, los meses. Pasaron los lutos que jamás quisiste ni siquiera en mí. Pasaron los silencios, los porqués, los ahora. Pasaron muchas cartas como esta que jamás acababa. Hasta que un día, un 17 de mayo de 2012, este hoy que me duele hasta mirarlo en el calendario, me puse a mirar tus fotos y me di cuenta que hacía demasiado tiempo que no hablaba contigo. Llamé a tu número de teléfono y ya no existía. Me puse a llorar una vez mas y por fin me di cuenta de que no era un sueño, de que no iba a despertar de esta pesadilla, que esto era tan real que dolía hasta vivirlo en presente.

 

Querida abuela, no puedes imaginar lo largo que es este camino sin ti y el miedo que me da sin saber que tendré tu mano para ayudarme si caigo.

 

Vivo sin rumbo y me asusta el trayecto.

 

No puedo vivir sin pensarte a cada momento. Me ahogo, me falta el aire, cuando me da por pensar que ya no estas.

 

¡Tres años! Y tu olor sigue presente en mi mente. Tu tacto de piel de papel de seda que podía romperse con un roce casi imperceptible para otros sigue en mis manos. Tu precioso moño plateado, tu batita negra, tu enagua oscura, tu cara, tus besos, tus palabras dulces llamándome Mi Niña.

 

Abuela, ayúdame a despertar de este sueño porque esto no puede ser real. Acaríciame la cara y dime,… ¡Despierta mi niña!

 

La noche llegó otra vez y con ella el silencio, tu ausencia, mi añoranza infinita.

 

La mañana golpea una vez mi ventana para enseñarme que me engaño, que no es un sueño, que esta es mi entupida existencia y que ahora,… debo vivirla sin ti.

 

Te extraño tanto que desearía tener otra excusa más para no tener que finalizar esta carta una vez más. Pero hoy no tengo excusa, hoy es el día y debo acabarla ya.

 

 

Te querré siempre abuela. Descansa en paz.

 

 

 

TU NIÑA DESAMPARADA

domingo, 10 de febrero de 2013

SE TRASPASA O SE VENDE PAÍS


 

Paseas por un pueblo o una ciudad y no has dado cuatro pasos cuando encuentras el primer el cartel: SE TRASPASA. Das una vuelta para dejar tu curriculum y raro es que no te encuentres tres naves seguidas donde ponga un segundo cartel diciendo SE VENDE.

 

Dos carteles simples, sin muchas palabras pero que dan la visión tan acertada de cómo es el hoy por hoy en este gran país de Europa que un día fue verdaderamente grande sin pertenecer a nada ni a nadie sólo siendo eso, un país con su moneda, con sus deudas y deudores, con sus malas o buenas decisiones,… pero sin tener que rendir cuentas de nada.

 

Un día, y mira si fui ilusas, creí que ya que estábamos dentro de este corral de campesinos artos de pan que no sólo se habían llenado los buches sino también los bolsillos, alguien de un país vecino, podría ayudarnos a despojarnos de toda la chusma, de toda la morralla, de todo el lastre que arrastrábamos para poder vivir al menos,… un poco mas holgados. ¡Fui muy ilusa! A la que se dijo TODO ES FALSO SALVO ALGO se bajaron bragas y calzoncillos al suelo para decir,… si hijo si, yo también paso por tu aro para que me la metas doblada y encima con una sonrisa de oreja a oreja. Los que parecían fuertes, con los que podíamos considerar las cabezas de un mal invento llamado CEE se tragaban las sartas de mentiras de gentuza con las manos más sucias que su alma. Los que tenían que ayudarnos resultaron ser tiernos corderitos a los que se zamparon de un bocado las absurdas infundadas y las mentiras a medias. ¿Y sabéis por qué? Porque no lo dijeron en español sino en alemán y eso, queridos amigos, siempre tiene un plus aunque sólo sea por quedar bien.

 

En fin, una vez mas la soga bien atada y sin otras manos que las nuestras para poder intentar zafarnos de esta cruel tortura. ¿Cuánto aguantaremos sin poder respirar? Eso no lo sabemos pero las ganas de dejar de vivir,… las hemos empezado a asumir ya.

 

 

MORALEJA: Da igual de donde seas. No importa si vas o vienes. Da igual si conoces a este o aquel. No importa si robaste o eres un asesino. Lo que verdaderamente importa es hasta donde estas dispuesto a llegar por seguir siendo un cabrón. Si la respuesta es hasta donde haga falta,… te abrirán caminos imposibles sino que te harán gobernante de por vida. ¡Ese es el secreto! No tener escrúpulos, no tener cabeza, no tener corazón.

viernes, 8 de febrero de 2013

ME FALTA RUIDO (escrito)


 

¡Quizás todo sea culpa mía (no es nada malo asumir algo de entrada pues si así lo sientes)!

 

Quizás sus ausencias alguna vez fueron  buscadas o deseadas en un principio por mi (era mas fácil alejarse de mi vida que el miedo tremendo de que me vieran teniendo que poner una y mil excusas para no quedar por algo tan obvio como el momento vivido y todo lo que esto arrastra tras de si).

 

Quizás decir la verdad hubiera estado bien pero,… ¿Realmente se cree la verdad? Yo sinceramente me la hubiera creído pero,… ¿Y ellos? ¿Se hubieran creído mis tristes motivos de ese alejamiento forzado? ¡No lo sé! Quizás era mejor así, sin palabras, sin hacer grandes escenas, sin forzar una situación que a la larga, les hubiera hecho sentir incómodos a mi lado. Llegado ese momento cualquier comentario, por sutil e indiferente que hubiera sido, habría creado grandes incomodidades en mí pensando que intentaban alejarme por creerme un lastre en sus vidas. ¿No? A madres y padres ancianos o enfermos se los aparcan en residencias por sus propios hijos y eso que son de la misma sangre, que les dieron la vida. Yo ni soy de su sangre, ni de su familia, ni nada,… No sería raro pensar que hubiera sido un lastre tarde o temprano en su día a día.

 

Además, si ellos quisieran seguir aquí, en mi vida,… ¿Por qué no hicieron nada? ¿Por qué no lucharon aunque fuera un poco por lo nuestro? En cierta manera porque sencillamente, ya hacía tiempo que estaba de más en sus vidas y este puro trámite, les hizo sentirse liberados, libres de mí para y por siempre. ¡Qué fácil se los puse!

 

No les extraños o quizás si. ¡Es muy difícil de explicar! Oigo en mi mente sus recuerdos pero a la vez,… el silencio es tan espeso a mí alrededor que no escucho nada.

 

A veces, mas de las que me gustaría confesar, me falta ruido. Me falta el sonido de una Black Berry que suena alterando un momento de complicidad completo y extrañamente excitante. Otras me falta un mensaje lanzado al aire esperando ser recibido con un pitido a mi móvil. Otras me falta el rumor raro de canciones no comerciales que compartía con ese amigo oculto tras las sombras de un e-mail. Otras me falta sólo una llamada porque si, porque tenía ganas de escuchar tu voz. Muchas veces me falta el abrazo que llegaba tras la larga charla de alianza hermanada entre ambos. Las carcajadas las extraño mucho. Sus gritos susurrantes en presente aún más. El poder hablar de todo sin decir mucho pero siendo completamente libres de ataduras, de etiquetas, de nombres ficticios o inventados por otros, de rumores sin sentido, de malas intenciones, de rencorosas personas.

 

Sólo queda este silencio tan grande, tan vacío, tan y tan punzantemente penetrante que me sangran los oídos por la ausencia de palabras, de risas, de voces, de la alegría del ayer reflejada en el exorbitante resplandor de sus bonitas y sinceras miradas. ¡Me falta ruido! ¡Me falta su ruido! ¡Me faltan ellos!

 

Ojala todo fuera fácil también para mí. Ojala alguna vez ellos hubieran “luchado” sólo un poco por no perderme, porque pudiera seguir escuchándoles o sintiéndoles pese a todo.

 

Quizás algún día me comprendan y ojala ese día llegue pronto. Es fácil decir ¡Hola! Aquí estoy. Nadie puede imaginar lo tremendamente complicado para mí fue decir Adiós sin haberlo dicho nunca de palabra.

 

¡Me falta tu ruido! Deja de pagarme con tu silencio.

 

 

 

 


 

 

 

 

jueves, 7 de febrero de 2013

¿EN QUE SE DIFERENCIA UN ADICTO AL CHOCOLATE A UN ADICTO AL SEXO Y VICEVERSA?


 

Hay muchos tipos de adicciones. Unas parecen una forma de llamar la atención pero normalmente, si llega a tener una patología repetitiva y autodestructiva de algún modo, es algo perjudicial para esa persona que normalmente no suele reconocer que tiene un problema.

 

Yo estos días, teniendo una satisfacción imperiosa que satisfacer de chocolate, y sabiendo que normalmente dicen que el chocolate es un sustitutivo del sexo, me puesto a consultar sobre estas dos adicciones y sus diferencias. Aquí ha está el resultado de mi micro estudio personal (quizás para satisfacer no sólo mi curiosidad, sino pensando que podía estar incurriendo de cabeza, en una de ellas o en ambas por asociación).

 

El chocolate o la adicción al chocolate en si misma, se define como la necesidad de consumir cada día pero sin ser una dependencia en si misma (el chocolate como tal,… no es una droga). Es decir, que una persona puede considerar su deseo una adicción pero sólo es un “vicio” que tiene que satisfacer al consumir un producto que le aporta algo que palia su nervios, su ansiedad y llena una carencia que tiene (¿Le suena todo esto a alguien?).

 

El chocolate nos proporciona:


* Triptofano (aminoácido que regula la Serotonina u hormona del bienestar).

* Feniletilamina (sustancia del grupo de las endorfinas que mejora el estado de ánimo).
* Anandamina (sustancia que también puede hacernos sentir tranquilos y contentos).

 

 

También se dice que a las mujeres nos alivia el chocolate el síndrome premenstrual y eso parece ser que es por el gran aporte de magnesio que aporta al organismo que hace que estemos menos irascibles y menos desanimadas (esto es cuestionable pero,… no entraré en el feminismo barato de quien ha escrito esto, es un hombre y no una mujer).

 

Para evitar el consumo excesivo de chocolate se recomienda hacer ejercicio (que supongo, pese a que no entra dentro de lo que explican en esta y en aquella web, hacer el amor o fornicar está considerado como el mejor de los ejercicios para reducir el consumo de esta sustancia tan, tan, tan estimulante y tan, tan, tan afrodisíaca).

 

Los adictos al sexo son personas que no reconocen el problema (como la mayoría de las adicciones).

Al igual que una persona alcohólica o una persona drogadicta, puede prescindir de la sustancia dependiente, en el sexo no esta tan fácil porque ir al otro extremo no soluciona el problema que existe de por si.

Sólo un 6% de la población padece adicción al sexo pero esto no significa que sea un problema menor porque en España, por ejemplo, son tres millones de personas.

 

¿Por qué no se aconseja a los adictos al chocolate como alternativa de hacer ejercicio la sexual? ¿Por si pasan de una adicción a otra? ¿Y por qué no es el chocolate uno de los doce paso que tienen que dar los adictos al sexo como solución al problema?

 

Durante mucho tiempo se ha hablado de lo bueno que es el sexo, de lo bueno que es el chocolate pero todo llevado al extremo, se considera adicción. ¿No se podría considerar falta de práctica tanto en un caso como en otro? Si, me explico: imaginaros que una persona en vez de perder la virginidad a los 16 años que es la media más o menos que se baraja actualmente en España, la perdiera a los 24 y que durante ese tiempo, no hubiera sabido ni lo que es explorarse en solitario. Es lógico que cuando esa persona descubra las delicias carnales, empiece a consumir todos los petardos que tenía guardados por falta de información o por prejuicios morales antiguos. ¿Se puede considerar a esa persona una adicta al sexo o una persona que tiene demasiados petardos que quemar? ¿Es las ganas de poseer inconmensurablemente a tu pareja hasta dejarla sin aliento una forma de adicción sexual? ¿O puede considerarse esto una adicción hacia tu pareja? Y otra pregunta aún mas grave: ¿Puede que por un temor a parecer una persona ninfómana o con un grado de “salidez” y calentura suprema que haya caído en el vicio del chocolate para que lo la consideren un bicho raro? ¿Es pecado o adicción estar más caliente que el palo de un churrero siendo mujer? ¿O qué VOY fuerte? ¿O que va tan ardiendo que si se pusiera las bragas de la lavadora las seca en cero coma?

 

Mejor no pensarlo mucho y recordar que ningún extremo es bueno pero a veces,… gusta estar en ese extremo durante un largo tiempo tanto si es el extremo chocolateado o el extremo supremamente del placer supremo.

 

MORALEJA: Quien vea una tienda veinticuatro horas abierta, que me traiga una caja de bombones,… ¡¡¡MUY GRANDE!!!

 


 

NOTA IMPORTANTE: Ninguna adicción es cosas de risa y partiendo que este blog se titula CON UNA SONRISAS EN LOS LABIOS partamos de que todo se hace con el respeto que cada cual merece y sin la mofa de un mal concreto sino una forma un tanto diferente de ver algo con otros ojos.

miércoles, 6 de febrero de 2013

ENTRE LA ESPADA Y LA PARED: UNA DECISIÓN DURA


 

No es raro aunque si muy incomodo, poner a una persona entre la espada y la pared. No puede retroceder sin hacerse daño y si avanza el daño podría ser peor o mortal.

 

¿Cómo llegamos a ese momento incómodo que hasta respirar podría ser letal para nosotros mismos?

 

Quizás mucho pensarán que la verdadera víctima cuando se coloca a alguien en esa tesitura es la persona que la coloca. Otros piensan que el que saldrá peor mal parado, será el otro miembro involucrado. Yo creo que no es así. Mi opinión es tan igual de duro es para todas las partes implicadas. El que forma parte de la pared por ser un impedimento presente, de forma consciente o inconsciente, de un proceso por el cual tendrá que pagar él quizás por soberbia, quizás por orgullo, siempre por gula o avaricia y nunca, absolutamente nunca por amor. El que lleva la espada tampoco queda indemne de todos los pecados anteriormente enumerados porque desde que formas parte de esa genealogía, te guste o no, eres tan culpable del daño como de la forma en que se ha dañado. Es muy fácil poner a otro que elija la opción “más correcta” ante la opinión pública pero eso no hace que tu hayas tomado esa alternativa sino que ante tu falta de sentido del orden y del mando, ante tal descontrol y desconcierto, es mejor que tu hijo sufra un poco más que dar tu la cara aunque esa persona no merezca ni que la mires a la suya (eso es lo que tiene pertenecer a una familia). La persona que está en medio, que tiene que decidir, tampoco lo pasa mejor que los otros dos. Ha nadado entre dos mares y raros, muy raro es que obtengas muchos beneficios económicos y que jamás, jamás, jamás te hayas preguntado de donde vienen. O peor aún, a sabiendas de donde venían y pese a la sucesión de sangre a las que estás unidad desde tu nacimiento, hayas hecho la vista MÁS QUE GORDA haciendo daño a personas con recursos menos afortunados que los tuyos, sólo por ese SENTIRSE PROTEGIDA por lo que es tener un nombre, un rango, unos privilegios, una cara muy dura. O peor, peor, peor aún, es que tu fueras la cabeza manipulante de todo lo que acontece y que ahora, esa persona a los que muchos consideran PARED es sólo el cabeza de turco que tu progenitor ha puesto ahí a sabiendas de que alguien tiene que pagar los platos sucios.

 

En fin, el poder es duro, las decisiones que se toman acarrean consecuencias y no sólo en referencia al karma, en referencia al mas allá, sino en el día a día, en el aquí, en el ahora. Si lo decisión tomada se hace por amor, quizás luego eso no compense el día de mañana no sólo a esa personas sino a aquellos que sólo son la descendencia a los que mas de uno seguirá apuntando con el dedo por los hechos acaecidos en el presente. Pero tomar una decisión basada en los demás si escuchar al corazón, es tan material como todo por que lo has ido a parar en esa tesitura un tanto muy incómoda que es estar colocada entre lo correcto y lo incorrecto (y no sólo a los ojos de los demás).

 

Decidir no es fácil y menos cuando la cuenta atrás empezó y finaliza en diez días escaso.

 

MORALEJA: Te deseo suerte en esta nueva elección que no se si será la correcta pero sobretodo, será con aquella con la que tendrás que convivir en tu día a día. ¿Merece la pena todo lo que perderás, tanto si eliges una opción como otra, por esa avaricia desmesurada? Deberías vivir con cero euros o con esa limosna de cuatrocientos para ver lo que verdaderamente es sufrir por poder a dar a tus hijos lo mejor. Sólo así habrás aprendido la lección. Todo lo demás, son palabras vacías y hechos absurdos para limpiar conciencias y quedar bien. ¡A mi eso no me sirve! Esa sí que es mi elección.

martes, 5 de febrero de 2013

SÁBADO TIÑÉNDOLE A UNA AMIGA (relato)


Hola grandullón,

 

¿Qué tal estás? Espero y deseo que muy bien.

 

Te explico: tú ya sabes que yo no soy,… bueno que mis ingresos son pocos. Pues mi pareja el otro día me puso un tinte violín muy chulo porque no podía ir a la pelu y mi amiga Alicia vino a verme. Me había visto días atrás y le encantó mis nuevos reflejos lilosos. ¿Quién te lo ha hecho? ¿Dónde has ido? Le dije que a ningún sitio y ella me dijo si yo le podía dar un tinte a ella. ¡¡¡Claro mujer!!! Quedamos para el sábado y vendría también su pareja. Cenaríamos en casa después del teñirla.

 

Vino y estaba preparando la cena. Alicia,… ¿Hay que echarlos de casa a los hombres para estar a solas? Le dije y ella los envió a comprar diciéndoles que tenían que tardar como mínimo dos horas.

 

Empezamos a hablar mientras preparaba el tinte para ella. Su pareja no le gustaba hacerlo con condón, ella no puede tomar pastillas ni parches, él se masturbaba cada noche para no tener que tocarla, ella estaba buscando a otra para satisfacer sus deseos porque con el vibrador no era suficiente, que si no le comía ni siquiera el sexo porque a él no le gustaba,… Estuvimos elaborando una escapada de chicas para buscar a su amante perfecto que debería ser mulato porque,… la tienen más larga (eso me lo confesó ella que ya había tenido un contacto con uno antes de su actual pareja). Hablamos de momentos muy íntimas mientras entre risas nos íbamos regalando los oídos con todo lo que deseábamos sexualmente en un hombre: caricias, pasión, experiencia (mayor siempre de 40), buena herramienta, mucho aguante, morbosidad,… (¿Te suena la descripción de alguien? Mmmmmmm). Empecé a ponerle el tinte. Seguíamos hablando y riendo cuando ellos entraron. Nos callamos. Si haberlo casi imaginado ya habían pasado dos horas.

 

Nos fuimos al baño y le empecé a lavar la cabeza enjuagando el tinte y poniendo una mascarilla después de lavar la cabeza. Ella se quitó la blusa para no mancharse de agua y yo el pantalón por lo mismo. La situación era muy sensual incluso pese a que las dos somos heteros. Se podía sentir la tensión sexual en el ambiente. Yo no podía creerlo.

 

Ella empezó a acariciarme las piernas. La puerta del baño estaba abierta de par en par y nuestras parejas conversaban a pocos metros. Eras muy morboso y excitante. Yo le mojé sin querer los pechos con la ducha. Cogí una toalla y empecé a limpiarle el escote con cuidado. No se como ni porque, le corrí el sujetador y empecé a acariciar sus pezones erectos con la toalla con fuerza,…Ella empezó a gemir conteniéndose un poco. Su mano seguía acariciándome las piernas. Empecé a gemir de placer yo. Su mano iba subiendo por mi pierna hacia arriba y yo ya había dejado sus dos pechos al descubierto a los que estaba colmando de suaves caricias, de pellizcos llenos de pasión y deseo. Ella alcanzó mi sexo con su mano y tuve un orgasmo de la impresión. Solté un grito tan delicioso que en el comedor nuestras parejas pensaba que nos había pasado algo… ¡No pasa nada! El agua que ha salido helada de golpe,… acerté a responder entre la falta del aire y la aceleración del cuerpo. Nos miramos y empezamos a reírnos mientras nos serenábamos y volvíamos a ser nosotras. Fuimos al comedor, le corté un poco las puntas y el flequillo mientras nos reímos por todo. Ellos no sabían que decir y nos miraban de forma como confusa (pero no se habían dado cuenta de nada). Le empecé a secar el pelo con el secador y pasando mis manos por sus cabellos noté como sus pezones volvían a ponerse firme de nuevo. Me excitó mucho volver a verla excitada. Seguía secándole el pelo sin poder dejar de mirar su escote, su blusa que parecía trasparente de lo mucho que se le marcaban los increíbles y grandes pezones (las dos teníamos grandes pechos).

 

Estábamos las dos muy excitada pero ya había dejado de secarle el pelo y no podía seguir tocándola delante de nuestras parejas sin levantar sospechas. Estaba tan sensual con su pelo color avellana con reflejos naranjas que pensé una buena excusa para alejarnos un rato de nuestras parejas. Alicia, ¿Puedo pervertirte un poco? Le dije delante de nuestras respectivas parejas. Ellos se miraron confusos y a ella se le pusieron rojas las mejillas. Ven que te voy a hacer una fotos con tu nuevo look,… Ellos respiraron tranquilos y ella se sintió aliviada de tener otro ratito para nosotras solas. Entramos en una habitación de mi piso y le dije que quería que mirar a la cámara pero que las fotos sólo serían de cintura para arriba. Le dije que tenía que parecer que estaba desnuda así que se quitara la camisa y se bajara los tirantes del sujetador.

 

Ella posaba y empezó a seducirme poco a poco con sus poses, moviendo su pelo, mordiéndose el dedo, humedeciéndose los labios. Me estaba excitando mucho y ella también estaba ardiendo. Dejé la cámara y empezamos a despojarnos de la ropa. Nuestras parejas podían entrar en cualquier momento y no podíamos desaprovechar esa oportunidad de dejarnos llevar por el momento. Empezó a lamer mis pechos mientras yo no dejaba de acariciar todo su cuerpo con ansias. Me tumbó y empezó a comerme salvajemente el sexo. ¡Dios! No podría contener mis gemidos y cogí una almohada para ahogar mis gritos de placer. Ella se estaba tocando mientras me daba placer a mí. Podía notar cuando llegaba al orgasmo porque su boca se apretaba mas contra mi sexo ardiente, muy húmedo, entusiastamente caliente.

 

Le alcancé la boca y se la aparté de mi sexo. Ahora le tocaba disfrutar a ella. Cogí mi vibrador y me lo metí en mi sexo ardiente de placer. Tenía otro pequeño y se lo introduje a ella por el ano,… ¡¡¡Le encantó!!! Mientras las dos disfrutábamos de los vibradores y las caricias, yo empecé a saborear poco a poco su sexo. Ella tenía que acallar sus alaridos contra la almohada. Estaba disfrutando como una loca y no podría dejar de correrse una y otra vez en mi boca que no paraba de chuparla y lamerla toda su esencia de mujer.

 

Ella alcanzó mi boca y me tumbó cogiendo mi vibrador que estaba dentro de mi y lo hizo moverse como si me estuviera follando ese cuarentón que nos faltaba a las dos en nuestra vida con experiencia para follarnos a placer bien folladas. Gritábamos las dos y casi no pensábamos en los que estaban a pocos metros de nosotras y que podían oírnos.

 

Ella no podía dejar de masturbarme cada vez con más fuerza con vibrador y yo creía que me iba a morir entre un orgasmo y otro, y otro, y otro, y otro,… ¡¡¡ERA INCREÍBLE!!!

 

Oímos unos pasos acercándose e intentamos serenarnos de golpe. ¿Va todo bien? Preguntaba su pareja dando golpecitos en la puerta. Nos vestimos y salimos riéndonos como sin nada hubiera pasado. Lo que pasó en aquella habitación se queda para ella, para mí y para la cámara de fotos. Jamás llegue a pensar que podría disfrutar tanto del sexo con una mujer.

Como ves nos faltaba ese cuarentón con experiencia para poder hacer satisfacer más bajos y sedientos deseos inconfesables. ¿Conoces a alguien que puede satisfacernos a las dos?

 

Besitos húmedos,

 

CRAZY

 

lunes, 4 de febrero de 2013

TRISTE Y SOLA (escrito)

 

Su rostro reflejaba el paso del tiempo. Si alguien la miraba un buen rato desde la distancia, podía parecerle que era una persona que había sufrido mucho. A otros, una de aquellas mujeres que dormitan calladas un amor que se fue hace tiempo. Otros, los que menos se paraba a observarla, bien se les podía tornar su dulce rostro en el reflejo absurdo de alguien que dejó de poseer la cordura hace mucho tiempo (más del que ellos podrían invertir con un simple y fugaz vistazo).

 

Nadie sabía de que mal aquejaba su alma, ni si en su corazón tenía herida que sangrara mas que un río desbordado tras cuarenta días de lluvias torrenciales. Nadie la recordaba acompañada pero la soledad que manifestaba, tampoco les era familiar. Nadie tenía presente ni hermanos, ni padres, ni familiar alguno a su lado. Nadie al intentar volver la vista atrás la había visto con un hombre, o una mujer, o un animal de compañía. Pero a todos, absolutamente a todos, esa soledad, esa tristeza malinterpretada o real, les chocaba tanto que no podían dejar de pensar en ella al volver a sus casas.

 

Algunos decían que no había sido feliz. Que toda su vida había sido un vagar de aquí para allá sin rumbo fijo. Otros explicaban que se había quedado huérfana a una edad temprana y que desde entonces, la soledad y la tristeza habían sido sus únicas compañías. Otros hablaban de un hombre que la dejó tras un verano apasionado de locura y desenfreno (después de eso, es lógico que no volviera a confiar en nadie). Se contaban leyendas, se creaban cuentos, rimas tontas, cancioncillas ilusas, miles de males y tormentos por los que ella, sólo ella había podido soportar. Pero nadie, absolutamente nadie, se acercaba jamás a cruzar una palabra con ella para preguntarle cual era su pena.

 

Un día, unos visitantes paseaban con sus hijos cerca de donde ella solía estar. La pequeña de la familia, una niña con largos cabellos áureos, mirada bribona y con una simpatía sin igual, se cayó al suelo y su osito de peluche voló por los aires hasta caer a los pies de la mujer triste. La niña se levantó como si nada y fue en busca de su oso que había recogido aquella dama triste.

 

-          Gracias señora. – respondió la niña con una dulce sonrisa en su rostro.

-          ¿Te has hecho daño pequeña?

-          No, suelo caerme a menudo. Pero he aprendido a levantarme sola. ¿A usted le duele algo?

-          No pequeña no, nunca tuve dolor alguno.

-          ¿Le gusta la soledad? Es que no la veo acompañada por nadie.

-          Es mejor a veces estar solo y triste que alegre y contento.

-          ¿Por qué? – pregunto intrigada la bribonzuela.

-          A las personas mayores le gusta tener cosas que contarse mutuamente para no tener que mirarse a si misma, como si estuvieran delante de un espejo. ¿Sabes lo que te digo pequeña?

-          Creo que si. Mama no le gusta su cara por la mañana. Después se maquilla y a mi no me gusta pero a ella si. Supongo que se ve guapa pero yo ni siquiera la reconozco.

-          Pues eso es lo que me pasa a mí: soy el maquillaje de este pueblo y el día que yo no esté, deberán encontrar fuerzas para volverse a mirar en el espejo o buscar otra que ocupe mi lugar.

-          Entonces no la molesto. Gracias por darme mi osito. ¡Que tenga un buen día!

 

Varios del pueblo se acercaron a ella y le preguntaron muy intrigados:

 

-          ¿Qué te dijo princesa?

 

La niña bajó la mirada como si estuviera muy afligida y respondió:

 

-          Sólo que está triste y sola.