lunes, 7 de enero de 2013

¡VAYA REYES!

 


Hoy, en un día en que millones de niños en España se han levantado ilusionados por ver que les habían dejado nuestras Majestades de Oriente, me he preguntado al ver el mío vacío. ¿Sólo tienen los niños derecho a presentes? ¿O es que al crecer hay que creer en los Reyes de nuestro país? Y si no tuviera que dudar en los regentes,… ¿Qué han hecho ellos para que yo tenga que creer en su gran soberanía?

 

Me he puesto a consultar que hicieron los reyes de la historia de España y esta a sido la aclaración recibida por Internet:

 

*Carlos I (1516-1556): Fue el primer rey que unió en su persona las coronas de Castilla, Aragón y Navarra y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V.

 

*Felipe II (1556-1598): Fue rey de España desde el 15 de enero del 1556 hasta su muerte, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y los Algarves – como Felipe I – desde 1580, realizando la tan ansiada unión dinástica que duro sesenta años. Fue asimismo rey de Inglaterra, por su matrimonio con María I de Inglaterra, entre 1554 y 1558.

 

*Felipe III (1598-1621): Fue rey de España y de Portugal desde el 13 de septiembre de 1598 hasta su muerte. Era hijo y sucesor de Felipe II y de Ana de Austria (1549-1580). En 1598 contrajo matrimonio con la archiduquesa Margarita de Austria-Estiria, hija del archiduque Carlos II de Estiria y de María Ana de Baviera, nieta del emperador Fernando I. Su reinado supuso una transición entre el apogeo de Carlos I y Felipe II y la decadencia que representarían los últimos años de Felipe IV y el reinado de Carlos II.

 

*Felipe IV (1621-1665): Fue rey de España desde el 31 de marzo de 1621 hasta su muerte y de Portugal desde la misma fecha hasta diciembre de 1640. Su reinado de 44 años y 170 días fue el más largo de la casa de Austria y el tercero de la historia española, siendo superado sólo por Felipe V y Alfonso XIII, aunque los primeros dieciséis años del reinado de este último fueron bajo regencia.

 

*Carlos II (1665-1700): Fue rey de España entre 1665 y 1700, último de la Casa de Austria. Hijo y heredero de Felipe IV y de Mariana de Austria, permaneció bajo la regencia de su madre hasta que alcanzó la mayoría de edad en 1675. Su sobrenombre le venía de la atribución de su lamentable estado físico a la brujería e influencias diabólicas. Parece ser que los sucesivos matrimonios consanguíneos de la familia real produjeron tal degeneración que Carlos creció raquítico, enfermizo y de corta inteligencia, además de estéril (se sospecha que sufría el síndrome de Klinefelter), lo que acarreó un grave conflicto sucesorio, al morir sin descendencia y extinguirse así la rama española de los Austrias.

 

*Felipe V (1700-1746): Fue rey de España desde el 16 de noviembre de 1700 hasta su muerte en 1746, con una breve interrupción, (comprendida entre el 16 de enero y el 5 de septiembre de 1724), por causa de la abdicación en su hijo Luis I, prematuramente fallecido el 31 de agosto de 1724.

Fue el sucesor del último monarca de la Casa de Austria, su tío-abuelo Carlos II, por lo que se convirtió en el primer rey de la Casa de Borbón en España. Su reinado de 45 años y 3 días (como ya se ha señalado, en dos periodos separados) es el más prolongado en la historia de este país.

*Luís I (1724): Llamado el Bien Amado o el Liberal, rey de España. Su reinado de 229 días es el más efímero de la historia española (sin contar el gobierno de Felipe el Hermoso). Era el hijo mayor de Felipe V y María Luisa de Saboya. Este reinado relámpago fue intrascendente por su brevedad y porque, en realidad, no se gobernaba tanto desde Madrid (corte de Luis I), cuanto desde el Real Sitio de La Granja (en la localidad segoviana de San Ildefonso), la otra corte paralela de Felipe V y de su mujer Isabel de Farnesio, ocupándose Luis I únicamente de fiestas con sus amigos. Su padre volvió al trono después de su muerte y la reina viuda Luisa Isabel fue enviada de regreso a Francia, puesto que su estancia en España era inútil y gozaba de pocas simpatías en la Corte española. No tuvieron descendencia.

*Fernando VI (1746-1759): Llamado el Prudente o el Justo, rey de España desde 1746 hasta 1759, cuarto hijo de Felipe V y de su primera esposa María Luisa Gabriela de Saboya. Se casó en la iglesia de San Juan Bautista de Badajoz con Bárbara de Braganza en 1729, que fue reina de España hasta su muerte en 1758. Cuando llegó al trono, España se encontraba en la Guerra de Sucesión Austriaca, que terminó al poco tiempo (Paz de Aquisgrán, 1748) sin ningún beneficio para España. Comenzó su reinado eliminando la influencia de la reina viuda Isabel de Farnesio y de su grupo de cortesanos italianos. Establecida la paz, el rey impulsó una política de neutralidad y paz en el exterior para posibilitar un conjunto de reformas internas. Los nuevos protagonistas de estas reformas fueron el Marqués de la Ensenada, francófilo; y José de Carvajal y Lancaster, partidario de la alianza con Gran Bretaña. La pugna entre ambos terminó en 1754 al morir Carvajal y caer Ensenada, pasando Ricardo Wall a ser el nuevo hombre fuerte de la monarquía.

 

*Carlos III (1759-1788): Fue duque de Parma (como Carlos I) entre 1731 y 1735, rey de Nápoles (como Carlos VII) y rey de Sicilia (como Carlos V) de 1734 a 1759 y de España desde 1759 hasta su muerte. Ha recibido como sobrenombres el Político y el Mejor Alcalde de Madrid. Carlos sirvió a la política familiar como una pieza en la lucha por recuperar la influencia española en Italia: heredó inicialmente de su madre los ducados de Parma, Plasencia y Toscana (1731); pero más tarde, al conquistar Felipe V el Reino de Nápoles y Sicilia en el curso de la Guerra de Sucesión de Polonia (1733-1735), pasó a ser rey de aquellos territorios con el nombre de Carlos VII. Contrajo matrimonio en 1737 con María Amalia de Sajonia, hija de Federico Augusto II, duque de Sajonia y de Lituania y rey de Polonia.

 

*Carlos IV (1788-1808): Llamado el Cazador (Portici, Nápoles, 11 de noviembre de 1748Roma, 20 de enero de 1819) fue rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Hijo y sucesor de Carlos III y de María Amalia de Sajonia. Accedió al Trono con una amplia experiencia en los asuntos de Estado, pero se vio superado por la repercusión de los sucesos acaecidos en Francia en 1789 y por su falta de energía personal que hizo que el gobierno estuviese en manos de su esposa María Luisa de Parma y de su valido, Manuel Godoy, de quien se decía era amante de la Reina, aunque hoy en día esas afirmaciones han sido desmentidas por varios historiadores.[1] Estos acontecimientos frustraron las expectativas con las que inició su reinado. A la muerte de Carlos III, el empeoramiento de la economía y el desbarajuste de la administración revelan los límites del reformismo, al tanto que la Revolución francesa pone encima de la mesa una alternativa al Antiguo Régimen.

 

*Fernando VII (1808-1833): Llamado el Deseado o el Rey Felón, fue rey de España entre marzo y mayo de 1808 y, tras la expulsión del «rey intruso» José I Bonaparte, nuevamente desde diciembre de 1813 hasta su muerte, exceptuando un breve intervalo en 1823, en que fue destituido por el Consejo de Regencia.

Hijo y sucesor de Carlos IV y de María Luisa de Parma, depuestos por obra de sus partidarios en el Motín de Aranjuez, pocos monarcas disfrutaron de tanta confianza y popularidad iniciales por parte del pueblo español. Obligado a abdicar en Bayona, pasó toda la Guerra de Independencia preso en Valençay, siendo reconocido como el legítimo rey de España por las diversas juntas, el Consejo de Regencia y las Cortes de Cádiz.

Con la derrota de los ejércitos napoleónicos y la expulsión de José Bonaparte, Napoleón le devolvió el trono de España (Tratado de Valençay). Sin embargo, el Deseado pronto se reveló como un soberano absolutista, y uno de los que menos satisfizo los deseos de sus súbditos, que lo consideraban sin escrúpulos, vengativo y traicionero. Rodeado de una camarilla de aduladores, su política se orientó en buena medida a su propia supervivencia.

*José I (1808-1813): José I Bonaparte, que debía distinguirse por su carácter reformista surgido de la Carta de Bayona, solo pudo ejercerse en las áreas bajo el control militar del Ejército imperial, y aunque la mayor parte de sus acciones no pudieron concretarse ante el continuo hostigamiento o fueron derogadas durante el reinado de Fernando VII de España, otras perduraron, como las mejoras de urbanismo en varias ciudades. José Bonaparte fundó la Gran Logia Nacional de España y fue Gran Maestro del Gran Oriente de Francia y del Gran Oriente de Italia. Fue distinguido con la Gran Águila de la Legión de Honor. En España fue motejado despectivamente como Pepe Botella o Pepe Plazuelas.

*Isabel II (1833-1868): Llamada la de los Tristes Destinos fue Reina de España entre 1833 y 1868, tras la derogación de la Ley Sálica por medio de la Pragmática Sanción, lo que provocó la insurgencia del infante Carlos, apoyado por los grupos absolutistas (los carlistas) que ya habían intentado proclamarle rey en la agonía de Fernando VII.

*Amadeo I (1870-1873): Llamado el Rey Caballero, y primer duque de Aosta. Fue el segundo hijo de Víctor Manuel II, rey de Piamonte-Cerdeña y, desde 1861, rey de Italia, de la Casa de Saboya, y de María Adelaida de Austria (bisnieta de Carlos III de España, por ende tatarabuelo de Amadeo). La llegada de Amadeo al poder lo único que consiguió fue unir a toda la oposición, desde republicanos a carlistas.

*Alfonso XII (1875-1885): Llamado el Pacificador, fue rey de España entre 1874 y 1885; era hijo de la reina Isabel II de España y su marido, Francisco de Asís de Borbón. Nacido Alfonso Francisco Fernando Pío Juan de María de la Concepción Gregorio Pelayo de Borbón y Borbón. Reinó tras la Restauración borbónica, hasta su muerte prematura a los 27 años, víctima de la tuberculosis. Fue sucedido en el trono por su hijo póstumo, Alfonso XIII de España, cuya minoría estuvo encabezada por la regencia de su viuda, María Cristina de Austria. Su reinado consistió principalmente en consolidar la monarquía y la estabilidad institucional, reparando los daños que las luchas internas de los años del llamado Sexenio Revolucionario habían dejado tras de sí, ganándose el apodo de «el Pacificador». Se aprobó la nueva Constitución de 1876 y durante ese mismo año finalizó la guerra carlista, dirigida por el pretendiente Carlos VII (el propio monarca hizo acto de presencia y acudió al campo de batalla para presenciar su final). Los fueros vascos y navarros fueron reducidos y se logró que cesaran, de forma transitoria, las hostilidades en Cuba con la firma de la Paz de Zanjón.

*Alfonso XIII (1886-1931): Llamado el Africano, fue rey de España desde su nacimiento hasta la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. Asumió el poder a los 16 años de edad, el 17 de mayo de 1902. Su madre ejerció la regencia durante su minoría de edad, entre 1885 y 1902. Al final de la Regencia y poco antes de comenzar su reinado propiamente dicho, España, tras la intervención de los Estados Unidos en 1898 en la guerra colonial, perdió sus últimas posesiones ultramarinas en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, durante el conocido como Desastre del 98.

*Juan Carlos I (1975): Fue proclamado el 22 de noviembre de 1975, tras la muerte de Francisco Franco, de acuerdo con la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947. La Constitución española, ratificada por referéndum popular el 6 de diciembre de 1978 y promulgada el 27 de diciembre del mismo año, lo reconoce expresamente como rey de España y legítimo heredero de la dinastía histórica de Borbón, otorgándole la jefatura del Estado. La Carta Magna le confiere a su dignidad el rango de símbolo de la unidad nacional. Anteriormente a su proclamación, había desempeñado funciones interinas en la jefatura del Estado durante la enfermedad de Franco.

 

Si, seguro que estáis pensando que no necesitabais una clase de historia pero el saber no ocupa lugar. Pero ahí va mi pregunta: ¿Merece un Rey que crea en él cuando no está cumpliendo y haciendo que se cumpla la constitución? (Majestad, sólo con lo del trabajo digno y la vivienda digna, tendría como un siglo y medio de discusión con usted cara a cara). ¿Merece un Rey que cree que una cuestión de independencia, es excusa para tratar a una parte de Españoles de forma totalmente desacertada a nivel de cultura, lengua y país? (Majestad, que no se deje guiar por MIEDOSOS que buscan desviar la atención de lo que verdaderamente importa. Su reino, España, se va la mierda, con perdón, y ellos, algunos de ellos, abogando por recortes cuando COBRAN MÁS DE UN SUELDO POR DIFERENTES CARGOS. Muchos recortes, muchas palabras, muchas ganas de no pronunciar la palabra RESCATE pero,… ¿Sabes usted porque? Porque en el momento que dejen entrar a los de la unión europea se les va acabar el chollo de robar con guante blanco. Y usted, sabiéndolo o tratando de hacerse el loco, deja que su pueblo, desde el que más tiene al que menos, que CADA DÍA SON MÁS, pase penurias por cuatro golfos y pico. Pero claro, si es verdad que su yerno es declarado culpable de los cargos, es lógico que no sepa ver un golfo ladrón, cuando ha comido durante años uno a su mesa y no se dio ni cuenta). ¿Merece un rey el perdón de su pueblo por hacer un papel inadecuado como monarca? (Eso ni lo juzgo ni lo perdono. Sólo que dejemos de hacernos víctimas inocentes y pongamos el CORAJE Y EL VALOR de un cazador, verdaderamente donde hace falta, y en estos momentos majestad, es en poner a cada zorro y buitre, en su correspondiente “JAULA”). ¿Merece un rey ser recordado por NO HACER NADA POR SU PUEBLO?

 

En fin, todos somos seres humanos, con errores, con fallos, con malas conciencias. Pero por desgracia, no todos disponemos de un sueldo de 271.841€ anuales. Algunos, su real majestad, llevamos un peso tan grande en nuestras espaldas, que por no creer, ya no creemos ni el los Reyes Magos.

MORALEJA: Es bueno nacer en una gran familia y tener en la cuna la mejor seda del mundo que nos guarde del frío. Pero los que nacimos en una casa humilde, no sólo no nos podemos bajar el sueldo 21.000€ anules, sino, que teniendo que trabajar por 600€ escasos euros mensuales, cogemos y ayudamos al que no tiene nada con comida, con tiempo, echando, simplemente, una mano. ¿Sabe su majestad de que le estoy hablando? Espero que si no es así, a partir de ahora, lo aprenda y lo lleve a cabo.

 

 


 

sábado, 5 de enero de 2013

EL CICLISTA ENOJADO


 
Cuando uno empieza el fin de semana, se siente libre, muchas veces con ganas de descansar, de disfrutar del día, de pasar del despertador y dejar el tiempo pase muy despacio.

 

Coges el coche y decides recorrer una de esas carreteras de montaña con curvas y bella vegetación a ambos lados de la carretera.

 

Bajas las ventanillas del coche y dejas que la fragancia de la naturaleza, impregne por unos instantes, cada rincón de tu coche.

 

En una recta te adelanta un coche pero es él que tiene prisa no tú. Otro coche te adelanta y piensas, por un momento,… ¡Que pena que no tenga tiempo de disfrutar de algo tan bello!

 

Sigues tu camino y ves que los dos coches han tenido que frenar y seguir el ritmo de un par de ciclistas. Los adelantan y hay otro ciclista. Tienen que seguir a la espera de poder rebasarlo y cuando llega el momento, lo hacen. Yo adelanto al primer grupo de corredores porque su paso lento es demasiado lento para mí. Al llegar a un tercer grupo de ciclistas, un pequeño pelotón de cinco, el corredor solitario se queda entre mi coche y los dos coches. La velocidad es muy, muy, muy lenta. Los coches no pueden adelantar porque no es seguro ni para ellos ni para los ciclistas que pese a ir en pelotón lento, van separados. El solitario tiene que frenar y se enoja. Tiene que poner los dos pies en el suelo y levanta las manos haciendo aspavientos como si aquello hubiera sido algo HORRIBLE para su ritmo de carrera. Yo le miro y siento vergüenza ajena. ¿Cómo puede un deportista no solidarizarse con sus compañeros porque su ritmo es más lento? ¿Se puede ser tan hipócrita un sábado por la mañana? ¿Quién le va a dar una medalla por no tener sentido del compañerismos? Sólo pasaron siete minutos aproximadamente y los coches adelantaron al grupo de cinco. En la misma recta, yo rebasé al solitario insolidarizo y al pequeño pelotón. No había llegado a incorporarme cuando él, el antisocial, adelantó a sus compañeros con mucha fuerza de pedalada y casi enfadado con ellos (lo podía observar todo desde el espejo retrovisor).

 

Seguí mi camino y pensé en las veces que yo había tenido que frenar no en sábado sino los días de diario cuando tenía que ir a trabajar. Frenaba y adelantaba. A veces, en una carretera de montaña de quince kilómetros de curvas, tenía que parar muchas veces por los ciclistas pero ellos siempre eran solidarios y si veían que podían ayudar al adelanto, lo hacían. Jamás, nunca había visto a un corredor que se pusiera tan energúmeno por no poder adelantar. Han sido pocos minutos y frenar y parar sólo lo hizo una vez. Pero para el, en un sábado normal donde hay que disfrutar de la vida, él tenía prisa, mucha prisa por hace una nueva marca personal. Lástima que las puntuaciones para ser mejores personas, no sean deportes por los que se entregue trofeo. Este hombre JAMÁS recibiría uno, os lo puedo asegurar.

 

MORALEJA: Siempre se dice que “Mens sana in corpore sano” pero,… ¿Se puede ser una persona sana en cuerpo y mente cuando la agresividad brota por todos los poros de tu piel cuando haces ejercicio? ¡Yo creo que no!

¿ES LA VIDA DE LOS DEMÁS MÁS INTERESANTE QUE LA NUESTRA?



El vivir en un pueblo pequeño tiene muchas ventajas: la gente te conoce, te saluda por la calle, si te pasa algo saben a quien avisar, los panaderos, tenderos y demás los conoces por su nombre,… Pero una de las grandes desventajas de vivir en un pueblo, pequeño o no, es que todos saben tu vida desde el principio hasta el fin. Saben cuando entras, saben cuando sales y con quien, quien te conviene, quien no, con quien debes hablar, con quien no debes ni siquiera cruzarte,… Vivir en un pueblo es vivir como en un Gran hermano donde hay veces, que ni siquiera tú, eres dueño de tu propio destino.

 

Hay momentos que te sientes vigilado, perseguido, controlado a todas horas, todos los días de tu vida.

 

Cuesta hacerse a la idea que todo lo que digas o hagas llegarás hasta los oídos de todo el mundo.

 

Da igual donde te vayas (es, a veces, como una película de terror: huyas a donde huyas,… ellos controlan tus pasos y posiblemente tu mente. Si, suena un poco exagerado pero ya sabéis lo que se dice: la realidad siempre supera a la ficción) porque siempre, siempre, siempre habrá alguien que te conozca del pueblo y que pasaba por allí de PURA CASUALIDAD (recuerda, el mundo es un pañuelo y por desgracia, nunca coincido con Sir Pierce Brosnan en el ascensor de mi piso).

 

Esto me hace plantearme una pregunta. ¿Es la vida de los demás más interesante que la nuestra?

 

En fin, para bien o para mal, un pueblo no esta nada mal: hay casas encantadas, personajes pintorescos, amigos de toda la vida, lugares para olvidar, lugares que te gustarían que hubieran sido más privados, fuentes donde bebías agua de pequeña, ríos encantados donde un día cuando más joven, viste pasar un hada, etc.

 

MORALEJA: No hay mundo pequeño sino personas que al tener miedo de mirarse al espejo, prefieren el mundo de otros, aunque no sea el suyo propio.

 

 

 

viernes, 4 de enero de 2013

EL DINERO SI ES UN PROBLEMA PARA CONSERVAR UNA AMISTAD

 
¿Qué es el dinero? Según Wiki, es todo medio de intercambio común y generalmente aceptado por una sociedad que es usado para el pago de bienes (mercancías), servicios, y de cualquier tipo de obligaciones.

¿Qué entienden por Dinero los economistas? Según la web Banca fácil (http://www.bancafacil.cl/bancafacil/servlet/Contenido?indice=1.2&idPublicacion=1500000000000006&idCategoria=1), los economistas especializados en el tema financiero, se suele llegar a un detalle más concreto al respecto. Aunque la definición de dinero mas popularmente aceptada es la de "cualquier cosa que los miembros de una comunidad estén dispuestos a aceptar como pago de bienes y deudas", entre los economistas especializados en el tema financiero, se suele llegar a un detalle más concreto al respecto. (Por eso, ellos pueden diferenciar hasta diez tipos diferentes de dinero, que designan con diferentes letras y siglas y que les permiten hacer análisis más detallados de lo que está ocurriendo en la economía de un país).


Conceptos todos acertados porque quien maneja el dinero, quizás es el que más entienda sobre la materia pero,… ¿Puede ser el dinero un problema para conservar una amistad? Por suerte o por desgracia, en este país que vivimos donde la crisis es fuerte y deja en la cuneta a mas personas cada día, el poder adquisitivo, por lo tanto el dinero, divide a la gente no sólo por clases, sino por estatus y por consiguiente, en “varemos” donde unos no pueden estar con otros. Es decir, que todo aquel que tiene trabajo, sólo por este hecho, ya forma parte de un grupo privilegiado, y juntarse con una persona en paro o sin prestación, es símbolo de no querer aceptar su condición económica actual. Como si la gente que no tuviera nada, fueran porque quisieran, por decirlo de manera clara y directa.


¿Alguien cree que estoy exagerando? ¿Seguro? ¿O más bien me estoy quedando corta? Miremos un poco a nuestro alrededor. Observar, aquellos que podáis y queráis comprobar como estamos en esta nueva sociedad sin recursos mínimos, como los que pasan no miran al que cayó o rebusca en las basuras, como el que va en un coche de súper lujo (me da igual la marca), se cree el amo de la carretera, donde el ser camarero o cajera, le permite al que paga, tratar al prójimo como un verdadero inepto por no hacer un comanda solicitada en la mesa adecuadamente o por equivocarse en una vuelta (aunque sea sólo por pocos céntimos). Pero el dinero es poder y todo poder,… conlleva una gran estupidez humana supina, sobretodo para los que más poseen.


Si a todo esto unimos aquellas personas que NO quieren aprovecharse de los amigos, de los conocidos y demás, el coctel humano puede ser increíblemente duro y mortal. Pongo un ejemplo para el buen entendimiento del asunto trato: antes, cuando uno invitaba, siempre se decía por respeto, a la próxima invito yo. Ahora, incluso aceptar una invitación aunque sea sólo de un café, es como sentirse pequeño pues, si eres un poco sensato o sensata, ni siquiera puedes responder con esa frase. Entonces alejas a las personas de ti, no porque no quieras verlas, o no quieras hablar con ellas, sino porque ya no estás en esa línea en la que ellos pueden y tu NO PODRÁS CORRESPONDERLES NUNCA, hasta que la situación se normalice o se solucione del todo (cosa que pinta para largo por desgracia).


¿Se puede considerar a la persona que se niega a tomar un café por falta de recursos económicos, como verdaderos desagradecidos? ¿O puedes considerarse como verdaderos amigos que saben lo que es no tener nada y no quieren verte como ellos nunca? Yo sólo sé que el no poder convidar a alguien, el no poder desplazarse ni con coche, ni con tren para poder ver y pasar un rato con una persona a la que aprecias y respetas, es mas duro de lo que muchos piensan. No tener es duro pero tener que negar verse por circunstancias lógicamente no entendidas pero si respetadas, es mas duro para el que niega que para el que ofrece.


No se trata de poder o no poder, se trata de no ser un lastre, pequeño, mediano o grande. Mas vale conservar un buen recuerdo pasado que crear uno presente donde la cara que veas sea la que mas tarde, puedas considerar la de un carota o una carota que sólo quería aprovecharse de uno o de una. ¡Eso no! Eso… ¡Nunca jamás!


 


MORALEJA: Unas frases celebres para poner punto y final al dinero y la amistad:


 


·         “Como se sabe, los negocios pueden dar dinero, pero la amistad raramente lo hace” JANE AUSTEN

 

·         “El dinero se llora con un pesar más profundo que a los amigos o a los parientes”. JUVENAL

 

·         “Presta dinero a tu enemigo y lo ganarás a él; préstalo a tu amigo y lo perderás”. BENJAMIN FRANKLIN

 

·         “Si un amigo te pide dinero, reflexiona bien cual de los dos quieres perder, sí el amigo o el dinero”. ANÓNIMO

 

 


 

 

jueves, 3 de enero de 2013

PERDER EL CONTROL


 

Te levantas de la cama. Parece un día normal. Vas a la cocina. Pones agua a calentar. Un par de tostadas caen dentro de la tostadora. Dos vasos de agua inauguran tu estómago. ¡Que buena es el agua!  Piensas mientras ella invade tu cuerpo por dentro refrescándolo.

 

Después del desayuno estiras el cuerpo. Luego, te vas a la ducha. El agua recorre tu cuerpo y te despejas. La ropa que eliges es sencilla: todo cómodo, nada sexy. En la cara sólo un poco de crema y un poco de brillo de labios. ¡Nada que pueda llamar la atención!

 

Te vas al supermercado para comprar un par de cosas. Pasas por un pasillo, luego por otro y luego por otro. Todo es normal. La lista es pequeña pero está en tu mente ordenada. Vas tachando mentalmente conforme vas cogiendo las cosas.

 

Cuando llegas al pasillo del agua no ves bien el suelo y resbalas pues el suelo está mojado. Cuando te precipitas inexorablemente contra el firme alguien te ayuda y no caes. No lo has visto pero él a ti si. Ha pasado todo el rato repasándote con la mirada una y otra vez. Tiene unos preciosos ojos profundos.

 

En ese momento todo da un giro de 360º. Ya no hay coherencia en lo que haces. Repasas un pasillo tras otro y él no deja de observarte. Tú no puedes dejar de mirarle. Es como si hechizara con cada ojeada.

 

Tu pulso se acelera. Tu respiración se aviva. Lo pierdes de vista un momento y… ¡Todo se acabó! Fin,… ya no queda nada.

 

Te vas a la cola y es enorme. Espera y cuando está mirando el tiempo que te queda para llegar a la caja, un cuerpo se acerca mucho al tuyo. No necesitas darte la vuelta,… ya sabes quien es. Puedes sentir su latido, su respiración,… su erección creciente.

 

La cola avanza y él se acerca un poco más a tu espalda con mucha paciencia. ¡Tiene el control! Lo sabe y lo utiliza con mucha sensualidad.

 

Pagas y no sabes si esperarle o no. Intentas ralentizar tu salida pero empiezas a desconfiar de que todo haya sido una invención de tu mente. Te diriges a tu coche y cuando vas a entrar e irte, alguien te tapa los ojos, se adentra contigo en el coche y empieza a acariciarte salvajemente. No puedes ver nada. No tienes miedo. Nada puede asustarte.

 

¡Pierdes el control!

 

Luego todo vuelve a la rutina. ¿Fue un sueño? ¿Una pesadilla? ¿Una quimera? Vuelves poco a poco a casa. Se difumina poco a poco todo en tu mente.

 

Dejas el móvil encima de la mesa y suena una llamada:

 

“¡Me encantó sentir como pierdes el control! Gracias y espero que podamos repetirlo otra vez.”