domingo, 31 de agosto de 2014

NI ERAN TAN GRANDES, NI ERAN GIGANTES





Hay cosas en la vida que no sabes por que, te llevan a volver atrás a un momento, a un lugar, a otro tiempo del pasado, para aprender y superarte una vez más. No se trata de algo pactado contigo mismo, o de una acción que tu mente haya previsto. Un día cualquiera, te levantas y como si una fuerza incontrolable e irreconocible, todo se desarrolla para que acabes en un lugar concreto frente a alguien que posiblemente te dejara algo pendiente de finalizar. ¡No hablo de amor! ¡No hablo de amistad! Hablo de crecimiento personal. Hablo de aprender y ser más fuerte después pese a que el tiempo trascurrido haya sido poco o mucho.

¿La vida da segundas oportunidades? Por desgracia, si y digo por desgracia, porque yo soy la primera que no cree en las segundas oportunidades. Aunque, si miramos de cerca estas “segundas oportunidades” de las que hablo, no me refiero a tiempos muy largos. Son momentos cruciales que pueden durar minutos, segundos, horas,… pero nunca días, ni meses, ni años. Es algo que te ayuda a enmendar un asunto pendiente y sin saber muy bien como ni porque no, normalmente suele ser para curarte a ti mismo.

¿Hay que evitar estos momentos? Bien, si nos centramos en reuniones de ex alumnos hasta la respuesta es clara: ¡SÍ!  Pero sin embargo no debemos olvidar que cada acción tiene una reacción. Quizás la decisión esté clara y sea la correcta pero eso no nos evitara pasarnos toda la vida preguntándonos si hicimos lo correcto al no dar la cara aunque los años nos hicieran madurar y el tiempo hubiera pasado.

Sin embargo, no siempre se está preparada para descubrir que los molinos, como en DON QUIJOTE DE LA MANCHA, ni eran tan grandes, ni eran gigantes. ¿Entonces por qué no enfrentarnos de cara a ellos sin temor alguno? Pues como en la historia de nuestro hidalgo caballero, en nosotros habita la misma porción de Sancho que de Quijote y al ver que si puede haber gigantes pese a que seamos conscientes, muy conscientes de que son molinos, nuestro afán es el de huir pues no está en nuestro cuerpo la coraza lo suficientemente gruesa como para enfrentarnos a seres a los que “seguimos temiendo”.

Cuando el amor y la amistad quedan a un lado, y miramos lo que seguimos arrastrando en nuestras mochila pese al paso del tiempo, a veces es mejor pararnos en nuestro camino y ser capaces, al menos, de abrir y que es lo que no nos permite avanzar con la fuerza suficiente como para no tener que sentirnos abatidos ni cansados cuando acaba el día. Quizás no sea un mal momento para detenernos, sobretodo ahora que se confunde el final del verano con el principio del otoño, para hacer una pequeña introspección a nosotros mismos y saber dos cosas vitales. ¿Podré alcanzar mis sueños? Y las más importante de todas…. ¿Seré capaz de conseguirlo con todo este lastre que llevo a mis espaldas?

Nunca es tarde para empezar un nuevo camino. Pero antes de nada, limpiar esa mochila y retomar el sendero elegido, libres de cuerpo, mente, alma y espíritu. Cuando se viaja ligero de equipaje, sin duda se viaja mucho mejor.

MORALEJA: Victor Hugo dijo: "El futuro tiene muchos nombres: para el débil es lo inalcanzable, para el miedoso es lo desconocido. Para el valiente, la oportunidad”.

sábado, 30 de agosto de 2014

ZAFARRANCHO DE LIMPIEZA





Hay muchos motivos para hacer un zafarrancho de limpieza en casa: una fiesta con amigos o con familia, para impresionar a alguien (normalmente a un chico o a una chica o sus padres), porque hay que entrar a vivir en lo que ante era un campo de “minas antipersona” de coleccionables más que olvidados de los años de la catapum en una casa te han dejado o has tenido que alquilar porque es hasta donde llegaba tu presupuesto, etc. Pero entre las muchas explicaciones, entre los muchísimos argumentos que existen en este mundo para hacer un zafarrancho de limpieza jamás se me hubiera imaginado que el hecho de tener que sufrir una intervención fuera uno de ellos. Principalmente, y mira que me pongo a pensar mucho, pero que mucho, pero que tremendamente mucho para tener que plantearme en que planeta una operación provoca un caos de limpieza tan grande como para tener que quedarte tres días luego en cama del dolor de todo tu cuerpo, y por más que lo intento es que no me lo explico.

Mas una madre, esa gran mujer que todos tenemos a nuestro lado para mostrarnos aquella sabiduría ancestral que nosotros no somos capaces de alcanzar a ver, tiene la respuesta: “¡Pues para que te vengan a ver!” Sí, la frase es imperativa y clara de todas todas pero,… no creo que los que vengan a verme se fijen si las cortinas del comedor están limpias, o si los cristales de detrás de las cortinas están limpios, o si la funda del colchón en el que duermo, que lleva encima una bajera, encima estaré yo y por encima de mí, otra sábana, y depende del calor, una colcha o un nórdico fino, está limpia (vamos, que para que se den cuenta de que si la funda del colchón en el que duermo está limpia, o me tiran de la cama y la deshacen en plan Demonio de Tasmania o no hay cojones de ver lo que hay debajo, sin más ni más. Y vamos, digo yo que alguien que venga a verme tras una intervención, no será tan bruto como para tirarme de la cama sólo para comprobar esas cosas). Además, es que habría que ser muy hijo o hija de su madre para fijarse en cosas así en vez de preocuparte por si la persona que ha sido operada, está bien o no.

Pero bueno, a las madres es mejor no cuestionarlas y sí mimarlas mucho. Eso sí, cuando después del zafarrancho de limpieza, cuando ya huele todo a desinfectante que se podría operar a corazón abierto sin temor alguno pues esta mujer limpiaría la luna si llegara a ella y dejaría la cara oculta de esta, con un fulgor que sería capaz de cegarnos en mitad de la noche más oscura, sale por la puerta y te dice: Y ahora no dejes entrar a nadie no vaya a ser que te manchen. Tú la miras, te muerdes la lengua y te dices mientras ese dolor por callarte te atraviesa desde el labio hasta detrás del cogote: ¡¡¡ENTONCES PARA QUE LECHE HEMOS LIMPIADO TANTO!!!

En fin, querer mucho a vuestras madres pero no tratéis de entenderlas. Sin lugar a dudas pertenecen a otro planeta en el que por desgracia, si somos mujeres, podemos llegar a habitar algún día.

MORALEJA: Jill Churchill dijo una vez: “No existe la madre perfecta, pero hay un millón de maneras de ser una buena madre”.

viernes, 29 de agosto de 2014

CUANDO EL CANSANCIO ME PUEDE



CUANDO EL CANSANCIO ME PUEDE

Cuando el cansancio
me puede me atrevo
a pensar en ti.
Ese momento,
cuando los ojos
se entrecierran,
y pareces perder
el mundo de vista,
hacen soportable
el dolor de tu ausencia.

¡No fue dulce la partida!
Ni el juego obligado
a jugar para estar a tu lado,
ni las infinitas excusas
que jamás me colmaron
de te quieros que me había
ganado con creces.

Infinito era aquel amor.
Lo llevaba preso entre
un mar de sentimientos,
abrazados contra mi pecho
para sentirme plena.
¡El tuyo no! Prestado,
la miseria despreciada
por otro cuerpo que apenas
te dignabas a recordar excepto
cuando gritabas su nombre en sueños.

¡Siempre olvidada!
¡Siempre siendo
un no recuerdo!
La imbécil que se había
quedado a tu lado.
La estúpida que te amaba.

Cuando el cansancio
me puede me atrevo
a pensar en ti.

Ni un minuto antes.
Ni un minuto después.
Sería demasiado duro
para seguir existiendo.

jueves, 28 de agosto de 2014

LA INMENSA PÉRDIDA DE UN GRAN REY





No son los títulos nobiliarios, ni las riquezas usurpadas, ni las coronas heredadas lo que hacen grande a un rey. Es su arte, la pureza de su alma y la grandeza de su ingenio el que consigue que un simple vendedor ambulante se convierta en el mejor regente que ha conocido este país hasta la fecha.

Peret el grande, el Rey indiscutible de la Rumba Catalana, ha fallecido.

Era el pasado mes de julio cuando anunciaba públicamente que sufría un cáncer y que se iba a retirar de momento, para centrarse en su recuperación. Muchos otros lo hicieron antes que él lo de anunciar el mal que les aquejaba y apostar por la fe en recuperarse antes que su amor a los escenarios, a su publico, a sus fans. Así lo hizo Rocío Durcal, Rocío Jurado, Luz Casal, Lola Flores entre otros que no se ocultaron frente a una enfermedad que causa cierto pavor por su nombre: cáncer.

En ese momento, Peret se encontraban grabando su primer disco completamente en catalán que presentaría en Manresa y que se titularía 'Peret als barris de Manresa' y que presentaría, si todo iba bien, en el  espectáculo inaugural de la XVII Fira Mediterrània de Manresa (Barcelona). El pasado lunes, tras anular este evento, todo apuntaba a que la salud del cantante, había empeorado.

En efecto, Toni García, amigo íntimo de Peret, anunciaba tras cierta controversia mediática, que el cantante había fallecido.

Atrás quedaron ya canciones como Una lágrima cayó en la arena, Borriquito como tú, Es preferible, El gitano Antón, Lo mato, No se pué aguantar, Para poder olvidarla, El muerto vivo entre muchas y muchas que hicieron las delicias y seguirán haciéndolas de fiestas donde las ganas de pasárselo bien estaban y estarán siempre presentes.

Se fue un Rey. ¡Un gran rey! Cuyo lema cantado era siempre el mismo: “Visca Catalunya! Visca Catalunya! Visca el català!”

La rumba catalana se quedó huérfana de padre, sin heredero. ¡Se fue Peret! Descanse en paz.

MORALEJA: Alteza, yo no puedo irme a la cama recordándolo sin vida, sin ese arte arraigado que corría por su venas. Lo tengo que recordar feliz y sobretodo, cantando. Por eso, con su permiso, hoy acabo este escrito con esta canción suya. ¡Va por usted maestro!

'CANTA Y SÉ FÉLIZ'

Alegría, si queréis tener, cantar, alegría de vivir
Para disfrutar, cantar
Canta y sé feliz

Si la canción que yo canto, no te llena de alegría,
por más cosas que te diga
No sirve de ná
Si no tienes quien te quiera, ni a quien decirle te quiero,
buscar amor con dinero
No sirve de ná
Si eres tan inteligente, que nadie puede entenderte,
enfadarte con la gente
No sirve de ná
Si al sol no puedes tumbarte, y en paz tomar una copa,
decir que estás en Europa
No sirve de ná
No sirve de ná, no sirve de ná, no sirve de ná

Cantar a la vida si queréis tener, cantar, alegría de vivir
Para disfrutar, cantar
Canta y sé feliz
Cantar conmigo para tener, cantar, alegría de vivir,
para disfrutar, cantar
Canta y sé feliz

Si para olvidar las penas, necesitas tomar vino,
no lo hagas buen amigo
No sirve de ná
Si le paras a una rubia, cuando vas por la autopista,
y luego es un estopista
No sirve de ná
No sirve de ná, no sirve de ná, no sirve de ná

Cantar a la vida si queréis tener, cantar, alegría de vivir
Para disfrutar, cantar
Canta y sé feliz
Cantar conmigo para tener, cantar, alegría de vivir
Para disfrutar, cantar
Canta y sé feliz

(Cantar)
Ay, si queréis tener (cantar)
Alegría sí (cantar)
Que para disfrutar (cantar)
Canta y sé feliz

Cantar conmigo para tener, cantar, alegría de vivir
Para disfrutar, cantar
Canta y sé feliz
(Cantar)

Si queréis tener (cantar)
Alegría de vivir (cantar)
Que para disfrutar (cantar)
Canta y sé feliz

Canta y sé feliz
Canta y sé feliz
Cantar y cantar.

martes, 26 de agosto de 2014

ROPA RASGADA (relato)





Nada fue pensado. Quizás la tensión sexual acumulada durante tanto tiempo entre él y yo había alcanzado cotas que tan sólo nuestra parte mas animal conocía.

Él me gritó y yo no pude callarme. ¡Estaba harta! ¡MUY HARTA! Le alcé la voz sin importarme que fuera mi jefe. ¡Eso no le daba ningún derecho! Cerró la puerta tras de mí mientras seguía con su retórica en voz elevada. Yo no me estaba callada. Le decía lo que pensaba sin importarme el tono de mi voz. Él se acercó chillándome. Yo aún le vociferé más alto. Se abalanzó aún más cerca. No retrocedí ni un milímetro. ¡No pensaba consentirle nada! Siguió avanzando. Podía sentir sus ojos salirse de sus cuencas con expresión de verdadero enojo. Yo di un paso al frente y seguí con mi discurso en un tono más elevado que el suyo. Me cogió por los brazos y… me besó. Le empujé para atrás sólo un poco. Le besé yo. Arrancó mi blusa. Yo le extirpé su camisa a jirones mientras buscaba apresuradamente bajarle la bragueta. Sentí como arremetía de un golpe mi cuerpo contra la pared. Me arrebató las bragas de golpe y metió su verga fuertemente en mi sexo. Sus acometidas fueron certeras, rápidas, verdaderamente deliciosas. Podía sentir la furia de todo su ser liberándose en sus caderas mientras clavaba y desclavaba una y otra vez su sexo en el mío. Me empotraba con tanta vigor que sentía que podía salir por el otro lado de la pared en cualquier instante. Mis gemidos alcanzaron cuotas de ardor nunca escuchado antes. Su cara de obseso salvaje, de hombre primitivo abocado al acto más impuro jamás imaginado, me estaba dando tanto morbo que no paraba de encadenar un orgasmo con otro. Le daba igual mi goce, lo podía ver en sus embestidas, pero sin saberlo me estaba poseyendo como jamás nadie lo había hecho nunca. Seguía y seguía sin derramarse. Yo gozaba como una hembra en celo de un macho más que sobrado en la maestría de la jodienda. Vi como todo su rostro se tensaba y las venas de todo sus ser se inflamaban. Le agarré la cara para que me mirara fijamente y acto seguido, cerró los ojos con fuerza y se derramó dentro de mí con tanta energía contenida, que sentí como su eyaculación me empujaba hacía atrás con una fuerza de salida increíble mostrando todo lo que su ser se había contenido. Nos recompusimos y la tarde fue mucho más tranquila.

Lo necesitábamos y sólo hicimos lo que era más coherente: liberarnos de nuestras desmesuradas ganas de sentirnos saciados.

Los siguientes días fueron mejor y es que una cosa está clara: no hay nada peor que contener a una bestia durante mucho, mucho, muchísimos tiempo, dentro de una jaula demasiado pequeña.

¡Liberad a vuestra bestia interior! Ella también necesita expresarse.

lunes, 25 de agosto de 2014

MISMOS TRAJES CON DISTINTA MEDIDA



En el futbol, como ya comentaba el otro día y más en nuestro país, no todos son iguales y menos ante los ojos de la federación española de este deporte en cuestión.

Todos recordamos, pues una de las imágenes que más se proyectaron, en la temporada 2011-2012 cuando Mourinho se fue para el desaparecido y querido Tito Vilanova y le metió el dedo en el ojo ante la impertérrita mirada de uno de los que luego se llamó el hombre “inmutable”. Al entrenador del Real Madrid, por aquella acción, le cayó un partido de sanción que ni cumplió pues fue indultado por Villar.

El pasado 17 de agosto, en el partido de vuelta de la final de la Supercopa de España, los ánimos estaban a flor de piel y al entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, pues se le fueron unas palmaditas en la nuca del cuarto árbitro. Tras aquello, fue expulsado y se colocó en la grada, tras el banquillo. Una vez se expulsa a un entrenador de un equipo, puede estar donde el público pero jamás cerca del banquillo para no confundir al arbitro. ¡Bueno! Eso es lo que dice la teoría, que de nuevo vamos con el mismo del dedito, que en el segundo partido de sanción que tenía que cumplir por mandar a la mierda a Paradas Romero en el partido de Copa del Rey que el Madrid jugó contra el Murcia en la temporada 2010-2011 se colocó, justamente, detrás del banquillo y NADIE LE DIJO NADA.

Pues bien, al pobre Simeone, de nada le han valido los alegatos que ha hecho y le han caído, ni más y ni menos, que OCHO PARTIDOS DE SANCIÓN. ¿Justo castigo? ¿Exagerado? Echemos un vistazo a las sanciones más duras hasta la fecha:

* Cortizo (Zaragoza) le cayeron la friolera de 24 partidos de sanción. El lateral fue castigado por una entrada que partió la tibia de Collar, del Atlético de Madrid, en un partido de la Liga de 1964.

* Ceballos (Racing) con 12 partidos de sanción. El portero fue sancionado con 12 encuentros al considerarse agresión a Prados García un leve toque por el que el colegiado se desplomó en el suelo.

* Mono Burgos (Mallorca) le sigue con 11 partidos de sanción. El actual segundo entrenador del Atlético de Madrid, por entonces en el Mallorca, propinó un puñetazo al extremo del Espanyol Manolo Serrano.

* Pepe (Real Madrid) le cayeron 10 partidos de sanción. El central sancionado con diez partidos por patear al jugador del Getafe Casquero.

* Stoichkov (Barcelona) fueron seis meses de sanción. Aunque después se le rebajó a dos meses, fue de seis la sanción inicial al búlgaro por pisar al árbitro Urizar Azpitarte durante un partido de la Supercopa de España entre el Barcelona y el Real Madrid.

* Migueli, Clos, Sarabia De Andrés, Maradona y Goikoetxea les tocaron tres meses de sanción. Ese fue el castigo tras los incidentes de la final de Copa de 1984 entre el Athletic y el Barcelona, durante la que protagonizaron una fuerte pelea.

Los árbitros no son los malos. ¡Eso lo sé muy bien! Normalmente están más expuesto que protegidos ante todos (jugadores, entrenadores, aficionados,…). Pero tampoco podemos obviar, que en cuestión de colores, tanto a ellos como a los de la FEF, se le ve de un milla de distancian los que llevan en el corazón (cuando como sancionan, de forma a veces un tanto desmesurada, en concordancia con el dolor causado por la derrota de su equipo).

En cuestiones de cara y cruz, al lanzar la moneda, está claro que sólo hay dos opciones. En cuestiones de saber como ser justo está claro que cuando el fútbol está de por medio, la cara o la cruz cae del mismo lado y siempre perjudica, como no, a los que no tienen tanto apoyo logístico en puestos estratégicos. ¡Una lástima!

MORALEJA: Hoy me quedo con una fase de un querido entrenador para mí. Manolo Preciado dijo una vez: “Ni antes no éramos la última mierda que cagó Pilatos, ni ahora somos la hostia”. ¡Una frase perfecta! No del gusto de todos y puedo admitirlo, pero más razón que un santo, como se suele decir. ¡Bravo!

SER CENSURADA: ¡SUBIDÓN DE EGO!





Tengo que reconocer, y creo que ya lo he hecho alguna que otra vez, que durante mi vida he intentando ser correcta en todos los aspectos de mi vida. Ser la mejor hija, la mejor compañera, la mejor amiga,… ser la mejor en todo. Pero no todo acababa ahí. Al intentar siempre ser la mejor también trataba de ser la más correcta con las formas, que no tuvieran que decir nada de mí. No beber, no fumar, no formar parte de escándalos, y pese a estar ahí, pasar más bien desapercibida. Tengo que mostrarme de acuerdo también, que para ser buena persona y correcta hay que ser constante. No puedes cometer NINGÚN FALLO pues tú eres la primera que no te lo permites. Sin embargo, para ser “mala”, para estar en boca de todos, sólo hace falta una acción (recordar el refrán: “Por una vez que maté un perro, mataperros me pusieron”).

Durante años, y debo de decir que han sido muchos, he seguido este lema. No estuvo mal y tengo que decir que muchas personas se aprovecharon de esa buena voluntad, de mi forma de ser tan afable, de esa persona que un día fui.

Obviamente, tras los palos y los años que no pasan en balde, al inaugurar mis treinta y siete hace apenas un mes, esa persona, YO, ya no soy la que era. Sé que uno no puede cambiar de la noche a la mañana, pero todo lo que había en mí que equivaldría a esa parte de que se abusaba, de la que se reían, a la que “maltrataban”, ha desaparecido.

¡No me he convertido en un monstruo! Eso que vaya por delante. No se trata de ser ni Campanilla ni la peor bruja jamás conocida en el mundo (que para mí sería la de la Sirenita que se llamaba Úrsula. ¡Que pulpo más mala era! Bueno, si era femenino tendría que ser pulpa pero eso me suena más a zumo de fruta con tropezones). La cuestión no es parecerse a uno de los personajes de cuentos que muchos conocen. En todo caso me he convertido en una Yo mejorada (aunque si tuviera que buscar un símil de quien soy, en cuento, sería una fusión de varios personajes, femeninos y masculinos por igual, que me hacen tener la parte de perversión y bondad justa y destinada para aquellos que verdaderamente se la merecen. A los otros,… sólo manzanas envenenadas y con doble dosis de realidad para que se miren de una vez al espejo, si tienen valor, y se den de bruces con la verdad cara a cara).

Ahora pensareis,… ¿Pero ha sido un cambio por cumplir un año más? ¡No! Francamente no ha sido eso. Hace tiempo conocí a una persona que me mostró la vida tal y como yo no era capaz de verla. Me costó mucho, pero que mucho hacerle caso, no lo voy a negar. Con el tiempo y con varias dosis de realidades extras, una se va haciendo, sin saberlo, un poco más dura. Sin embargo hay un momento en tu vida se precipita a esta conversión, por llamarla de alguna manera, hasta al borde del precipicio y de cabeza. En mi caso ha sido empezar a ser escritora y verme censurada por ello. Si, ya sé que escribía por aquí y que iba publicando “mis cosillas” de los que os hacía participe a todos por igual. Pero ahora que no tengo que esconderme, que mi nombre y mis apellidos salen en un periódico digital, e incluso mi rostro, la censura me ha enseñado que no hace falta ser tan correcta. Que hay un momento en la vida en que la incorrección es la forma más sublime de decir las cosas aunque duelan y sean molestas.

En fin, la vida es corta y hay que hacer que cada día cuente. ¡Por que cuente! Hoy y todos los días de mi vida.

MORALEJA: Alguien dijo una vez: “Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír”.