viernes, 29 de agosto de 2014

CUANDO EL CANSANCIO ME PUEDE



CUANDO EL CANSANCIO ME PUEDE

Cuando el cansancio
me puede me atrevo
a pensar en ti.
Ese momento,
cuando los ojos
se entrecierran,
y pareces perder
el mundo de vista,
hacen soportable
el dolor de tu ausencia.

¡No fue dulce la partida!
Ni el juego obligado
a jugar para estar a tu lado,
ni las infinitas excusas
que jamás me colmaron
de te quieros que me había
ganado con creces.

Infinito era aquel amor.
Lo llevaba preso entre
un mar de sentimientos,
abrazados contra mi pecho
para sentirme plena.
¡El tuyo no! Prestado,
la miseria despreciada
por otro cuerpo que apenas
te dignabas a recordar excepto
cuando gritabas su nombre en sueños.

¡Siempre olvidada!
¡Siempre siendo
un no recuerdo!
La imbécil que se había
quedado a tu lado.
La estúpida que te amaba.

Cuando el cansancio
me puede me atrevo
a pensar en ti.

Ni un minuto antes.
Ni un minuto después.
Sería demasiado duro
para seguir existiendo.

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