Empecé mi andadura como blogger el jueves, 13 de octubre de 2011. Toda mi vida me encantó tanto leer como escribir (yo era de aquellas niñas a las que regalaron un diario en el cual escribía mis sueños, mis esperanzas y mis anhelos. Incluso entonces sabía que esa pasión por escribir no era una cosa que se me pasaría con el tiempo y con la edad).
En casa de mis padres no había teléfono y una vez por semana, al tener a nuestra familia lejos, íbamos a una cabina de teléfonos de la época y llamábamos tanto a los padres de mi padre como a los padres de mi madre. Cuando me enseñaron el poder que tenía un sello de correos, yo, a parte de las llamadas semanales, le escribía sobretodo a mi abuela paterna a la que le tenía un gran cariño. Ella no sabía ni leer ni escribir pero yo no lo sabía. Cuando le llegaban las cartas mi abuelo se las leía. Nunca había cartas de respuesta pero no importaba. No lo hacía para que hubiera un mensaje de vuelta sino para que supieran que pese a la distancia, pese al tiempo que pasaba de un año al otro cuando nos veíamos, yo les quería y les quería mucho.
Un año, de esos en la que en el periodo vacacional podíamos viajar para verlos, en la puerta de la casa de mi abuela, mientras comíamos pipas con una conversación de aquellas de familia que casi ya no quedan, mi abuela me dijo: “Mi Niña, gracias por tus cartas. Me gusta que me escribas. Yo no se leer ni escribir. Siempre deseo ponerme con una de tus tías a escribirte unas letras pero siempre tienen mucha prisa”. Yo le respondí: “Abuela, no pasa nada. Sólo deseo que sepas que estoy aquí pese a que no esté”. Luego siguió: “Además… ¿Sabes lo que dice el abuelo cuando las lee? Esta Niña tiene algo especial”. Aquello hizo que dos gotas se deslizaran por mis mejillas de pura emoción. No esperas crítica alguna de lo que haces, ni respuesta, pero cuando la recibes así porque sí, sinceramente uno siente una inmensidad increíble. La abracé muy fuerte y me fui a la cama con una sensación que jamás había sentido y que no sabría como explicar ni siquiera a día de hoy.
Con el tiempo, mucho tiempo después, el reconocimiento o la crítica de como escribía llegaba en forma de premio literario. La sensación no fue tan fuerte como cuando tu abuela y tu abuelo declararon su amor por aquello que escribías pero sin lugar a dudas era una forma de darle alas a la creatividad y sobretodo un impulso para no desistir a seguir tu pasión por la palabra escrita.
Cuando empecé la andadura de blogger no sabía cual sería mi continuidad ni siquiera si algo de lo que publicaba, podía considerarse de calidad. Sin embargo día tras día, con comentarios distanciados en el tiempo, publicados de forma visible ante vuestros propios ojos de personas completamente ajenas a mi vida, me daba fuerzas para no tirar la toalla.
Sin embargo, cuando en agosto de este año tuve que cambiar mi dirección de blog esperando conseguir así algo de ingresos pues me encontraba en el paro y sin ningún tipo de percepción estatal, necesitaba imperiosamente conseguir algo de solvencia para poder pagar mi hipoteca, algo en mi interior murió pues me alejaba de ese mismo sueño de conseguir un blog que durara durante años para que todos vieran mi evolución como escritora.
El tiempo pasó y no se porque un día abrí de nuevo el correo (habían trascurrido muchos meses) y encontré un e-mail de un hombre que alababa mi forma de escribir. Decía que se había leído mi blog desde el principio hasta el final. Aquello le dio un chute increíble a mi ego de escritora que sin duda necesitaba. Desde aquel momento quise recompensar esa maravillosa entrega con un relato que publiqué y le dediqué a esa persona por haber sido tan atento deleitándose con mis palabras.
Lo más curioso y lo que yo no sabía es que esa persona también tenía un web en donde también escribía y publicaba podcast. Hace un par de días, me manda un enlace el cual os adjunto: http://luisbermejo.com/blog/153-aquella-cancion-de-roxy/. Me dijo que era un regalo para mí. Al leerlo y escucharlo me quedé maravillada, intensamente no sólo cautivada por su talento sino también por su voz que me invitaba a sentirme poseída por su relato más allá de lo nunca imaginado.
Sé que actualmente hay mucho talento, demasiado volando no sólo por páginas y páginas de internet. Pero lo que también sé es que cuando alguien tiene una gran aptitud, tiene un inmenso talento brotando a raudales destilando a diario por cada poro de su piel con una pasión que te inunda todos los sentidos, no presentarlo ante las ondas es como un acto de hipocresía máxima. Es por eso que os presento un web (http://luisbermejo.com/) que no os dejará indiferente y que espero que alguna vez, algún mecenas de esos que deseo que aún continúen existiendo, vea lo que yo veo y sea capaz de ofrecerle un lugar en las ondas tal y como él se merece.
¡¡¡GRACIAS POR TODO LUÍS B.J!!! De nuevo me has dejado sin palabras.
MORALEJA: A todos los que poseen el poder de ayudar a unos y a otros a conseguir publicar o darse a conocer a través de una editorial, emisora de radio y demás, les dejo el siguiente mensaje: “Soy muy consciente de que en algún momento, alguien apostó por ustedes o por su talento. Sé que cuando uno está en las alturas olvida sus inicios que siempre suelen ser humildes y duros. Sin embargo, y pese a que en un país en crisis económica y de valores, algo como el talento queda en un segundo plano siempre pues no hay que olvidar que hay cosas más importantes, hay que apostar por las nuevas promesas aunque sólo sea para que ellos no tiren la toalla y perdamos, para siempre, la fuerza creativa que nos invade, no sólo de manera visual y auditiva, sino a través de blogs y paginas web de semejantes que tienen mucho que dar y que desean demostrar mucho su talento más allá de lo hoy en día conseguido. ¡NO SEAMOS TERCOS MULOS QUE SÓLO APUESTAN POR LO QUE VENDE! Apostemos también por el ingenio y, sobretodo, por las personas”.
Y a las personas como yo, que disfrutan del arte de la palabra escrita, no seis tan parcos en las redes sociales. ¿Qué cuesta compartir algo? ¿Un minuto como mucho? Porque somos tan simples, dentro de nuestra cultura o nuestra incultura, que sólo somos capaces de compartir el video de risa que alguien subió y poco más. Utilicemos las redes por si algo nos gusta publicarlo pues los bloggers ya ponen ese icono en el que sólo tenéis que pinchar para poder subirlo a vuestro facebook. ¿O es que os asusta parecer inteligentes?
En fin, sólo me queda decir: Luís B.J…. ¡NO DEJES JAMÁS TU ARTE Y TU FORMA DE TRASMITIR! Mientras los otros no lo ven por estar más que ciegos por las cifras y el dinero, que sepas que una servidora, la tienes ya como fan de por vida. ¡Gracias por tu genio! No cambies nunca.