Había
servicios o sectores que normalmente ya eran groseros o defectuosos de forma y
contenido. Pero es si, con la crisis, todo, absolutamente TODO, servicio,
personal, recintos,… son verdaderos fiascos entre lo que fue y lo QUE DESGRACIADAMENTE
ES EN EL PRESENTE.
¿Cómo
recordáis que era entrar en unos centros comerciales de aquellos que tenían un
renombre? Entrabas, estabas mirando algo y a la centésima de segundo ya tenías
a una dependienta al lado diciéndote si te podía ayudar en algo. Tú la mirabas
y con una sonrisa le respondías que sólo estabas mirando. Ella se alejaba a una
distancia prudencial pero si te hacía falto algo, se acercaba de seguida para
ayudarte. ¿Sabéis como son estos servicios ahora? Entras y para empezar, no hay
ni la mitad, ni la mitad, ni la mitad de las cosas que habías antes. Luego
empiezas a buscar algo y no lo encuentras pues lo que poco que hay, está MUY
MAL ORDENADO. Cuando por fin, después de dar vueltas y mas vueltas buscando a
alguien para que te ayudes encuentras a un hombre maduro, bien vestido pero con
unos modales pésimos. Cuando le preguntas donde está esto o aquello te responde
de modo tajante: “Si no está ahí,… no lo
tenemos”. ¿Qué está pasando? ¿Dónde están aquellas mujeres que se acercaban
siempre amablemente hacía ti para ofrecerte ayuda? Sinceramente cuando yo veo a
uno de estos tipos groseros, sin modales, vestidos con camisa, corbata y traje
de marca y me dicen eso de AHÍ me da ganas de decirle,… Señor,… ¿Ahí donde se refiere? Pues cuando te dice ahí apuntan
desganadamente hacía un lugar vacío dónde no hay ni expositor.
¿Alguien
fue antes de la crisis a un restaurante Chino? ¿Os acordáis de cómo era entrar
en esos lugares? Yo recuerdo a tres o cuatro personas, normalmente chicas,
recibiéndote en la entrada con una sonrisa de oreja a oreja y con vestimenta de
colores con cortes orientales. Todo tenía mucha luz y en verano se estaba muy
fresquito pero sin pasarse y en invierno caliente pero sin pasarse. ¿Sabéis
como son ahora? Hay pocos pero sólo hay una mujer atendiendo vestida de
occidental. El aire acondicionado está apagado y la luz es muy escasa. En lugar
de aire hay ventiladores (normalmente sólo uno) y farolillos con poco color. Lo
que antes eran GRANDES RESTAURANTES DE COMIDA CHINA se han convertido en lo que
se conoce actualmente como buffets WOK. Ya no hay chicas que te reciben
sonriendo en la puerta sino un chico o un hombre vestido normalmente de negro
que te invita a pasar para mirar el buffet. Entras y ninguna chica, absolutamente
ninguna hay para atenderte. Viene a ver lo que vas a tomar de bebida y todos
van vestidos de negro, serios, sin una sonrisa apenas en el rostro. Donde antes
había aire acondicionado sólo hay una brisa tan leve que estar sentado comiendo
es una verdadera tortura. Donde antes había amabilidad, sonrisas, servicio
inmejorable, se ha convertido en un servicio muy deficiente que como guinda del
pastel el chico de la cocina sacó LA BASURA
POR EL COMEDOR mientras aún había gente comiendo pues si el
restaurante no cierra hasta las 17h es lógico que a las 15h todavía estén
comiendo. ¡¡¡Completamente lamentable!!!
En
las joyerías antes te sonreían ahora si no vas aparentando hasta te tienen
miedo y lo único que quieren es que te vayas a todo meter de su establecimiento.
En las tiendas de bisutería cara y con marca más de lo mismo.
Se
que trabajar en los tiempos que corren es un privilegio. Se que es difícil
entregarse en cuerpo y alma por un sueldo para comprobar que pese al esfuerzo,
basta un pequeño error para perderlo. Se que es complicado estar trabajando y
sentir que a final de mes no cobras las horas, o sólo la mitad, o no tener ni
un día de pago, tiene que ser frustrante. Pero también se que para todos
aquellos que una vez al año nos podemos permitir poder salir a un restaurante,
a un museo, a un cine y ver esa falta de ENTUSIASMO, la falta de ENTREGA, la
falta de unos servicios MÍNIMOS, te hace estar viviendo una farsa en la que tu
eres el conejillo de indias en un mundo donde el ser grosero, el ser sucio, el
ser impresentable,… es lo que uno se encuentra a la hora de pasar un buen rato.
MORALEJA:
¿Dónde irías pagando treinta euros por persona a pasar una buena y romántica
cena de dos sin tener que sufrir calores, falta de visibilidad, falta de
profesionalidad, malas caras, mala comida, basura de postre y demás? Piénsalo
un momento y ya verás como es muy difícil pasarlo bien en una comida sin tener
que sufrir la consecuencia de estos SERVICIOS
MINIMÍSIMOS.