martes, 10 de junio de 2014

SUBIDA EMPINADA (relato)





Llevaba días intentando coger la bici y escaparme hacía el bosque. Aquel fin de semana de tres días, no podía pasar sin que cumpliera mi propósito.

Era lunes y teníamos fiesta en el trabajo por la segunda pascua. Desayuné rápido. Deseaba salir cuanto antes a respirar aire puro.

Estar en la ciudad tiene sus cosas malas. Para poder conseguir algo de aire puro, de viento fresco, de libertad, de bosque, hay que pedalear mucho. Llevaba ya más de una hora y media. El sol empezaba a quemar. Pese a ello, decidí coger un camino empinado, con una subida pronunciada, que me conduciría a lo más alto de la montaña donde tendría unas vistas envidiables de la ciudad.

Pese a ser fiesta no me encontré con muchas personas (estaba claro que el calor había hecho que la playa ganara en aquel día tan soleado).

A mitad de la subida empecé a notar mi baja forma física (iba al gimnasio pero los años ya se notaban y yo ya pasaba de los cincuenta). No quería rendirme y seguí pedaleando con todas mis fuerzas para poder llegar hasta arriba.

Cuando por fin lo conseguí, una visión me cautivo la mirada. Una joven y preciosa excursionista, rubia, con precioso ojos azules, con una falda corta de flores rosas pequeñas que se abría un poco por delante, con una deliciosa camiseta de tirantes blanca, se refrescaba en la fuente. Me quedé cautivado por aquella visión. Las gotas de agua de la fuente, habían manchado su camiseta trasparentando su precioso sujetador blanco de encaje. No podía dejar de mirarla y ella, se percató de mis miradas. Lejos se sonrojarse, me guiñó un ojo. Madre mía, aquella chica me haría perder el poco juicio que me quedaba tras el ejerció físico.

Deseaba acercarme pero contemplarla me fascinaba tanto que la dejé hacer. Empezó a refrescarse las piernas una a una, dejando correr el agua por sus muslos y extendiéndolas de arriba hasta abajo con sus manos, como si de un suave masaje fresco le produjera un placer exquisitos. Ahora no me miraba pero sabía que la miraba y eso le gustaba. Noté como sus pezones empezaban a erizarse de goce y eso me hizo notar mi sexo inflado hasta el límite aprisionado en mi pantalón.

Si ella hubiera leído mi mente en ese instante, no se si hubiera seguido esparciendo aquella agua por su cuerpo.

Siguió sin reservas mojando sus brazos, su cuello, su cintura subiendo un poco su camiseta dejando visible su ombligo. Yo no podía contener más mis ansias de poseerla. Solté la bicicleta que cayó de golpe al suelo. Me abalancé sobre ella y la empotré contra la fuente. Aquello le encantó. Arqueó un poco su espalda y yo, ladee su tanga y bajé mi pantalón asestándole mi viril verga en lo mas profundo se sus sexo. Estaba tan mojada por dentro que no me costó entrar toda hasta el fondo. ¡¡¡LE ENCANTÓ SENTIRME TAN ADENTRO!!! No podía controlar mis embestidas que iban aceleradas pero sin perder el control. Gemía, ella me acompañaba en los gemidos. Me encantaba verla gozar. Eso me excitaba más y más. Saqué mi sexo fuera de todo y se lo volví a meter una y otra vez. ¡¡¡COMO GRITABA DE GOCE!!! Podía sentir cada centímetro de mi sexo en cada milímetro del suyo entrar entero, salir entero, disfrutando ambos como dos locos ansiosos de más.

Volví a embestirla como si fuera de nuevo un caballo desbocado y seguí y seguí y seguí hasta que escuché de sus labios: “Me corro, me corro, me corro”. A mí no me dio ni tiempo a decir que yo también me iba y mi leche inundó todo su sexo por entero.

Cuando acabamos me miró y me dijo: “Ya te dejo la fuente para ti sólo. Se nota que estás muy acalorado”.

lunes, 9 de junio de 2014

‘SINGLE’ A LOS CUARENTA Y MUCHOS


Empezar de cero de nuevo no es nada fácil. Con la crisis y el paro, a veces, incluso toca volver a nuestra habitación de solteros en casa de nuestros padres. Tener un mundo a “nuestra media” y perderlo por el motivo que sea, no es nada agradable. Pero tener que volver al fuero paterno, es como una patada en nuestras partes nobles. Unos te hablarán de fracaso sin saber muy bien lo que dicen. Otros dirán que ahora,… ‘¡¡¡SÍ QUE VAS A FOLLAR!!!’  Estos también se equivocan. Ser single es una putada, con todas las letras subrayadas y en mayúsculas. Pero ya que toca volver a empezar de cero, vamos a organizarnos de la mejor manera que sepamos, sobretodo, en cuestión de lo que vamos a encontrar cuando volvamos de nuevo al “mercado de la carne”.
 
Hay cosas muy sencillas que nos pueden ayudar a hacer el día a día, un poco más ameno. ¡NO VALE QUEDARSE EN CASA! NO,… prohibido y más si estás en paro o buscando trabajo. ¡Que sí! No te quepa la menor duda que es una putada dar vueltas por aquí y por allí sin nada más que hacer. Pero organízate un poco, sólo un poquito. Ponte una meta de salir cada día a caminar o a correr. El sol es prozac natural para el cuerpo y eso quiere decir, que si te da un poco,… no es nada malo. Además así te arreglas y te sientes mejor que si estuvieras en calzoncillos o en boxer todo el santo día.
 
¿Internet? ¡Bueno! Ayuda a conocer a gente pero ten mucho cuidado con ese asunto. Las webs de contactos estarán plagadas de mujeres solteras, divorciadas, viudas, o algo peor que las tres anteriores. Si buscas sólo un desahogo sexual, que no es nada malo, mejor no quedar con las mujeres que aparecen en estos sitios. ¿Por qué? ¡Muy simple! Las solteras seguirán buscando a su príncipe azul aunque tenga treinta y tantos o cuarenta y tanto. ¿Hay que temer a una solterona de cuarenta? ¡Pues no! Ha podido tener relaciones largas pero no creía en el matrimonio así que sigue siendo soltera pese a que haya vivido lo mismo a excepción de una alianza en la mano. Las divorciadas tiene el mismo peligro que tú, con el agravante de que son mujeres. Si la relación se rompió porque él no la soportaba más, siempre estará enganchada al móvil a expensas de que su EX, le dice que la perdona y que vuelvan a intentarlo. ¡Aceptarlo es lo mejor! Pero si por el contrario son ellas las que dejaron a la pareja, la cosa no pinta mejor. Pensad que una mujer que deja a un hombre es porque o es una niñata consentida, o es una mujer autosuficientes, o es una tiquismiquis de cuidado, o es una bisexual reprimida que no se lanza a explorar lo que se cuerpo lo pide. ¡Es así! ¿Qué podemos hacer en este caso? Pues explorar cual de todas ellas puede ser esa que tenemos en frente y sobretodo,… paciencia. Las mujeres viudas son, por decirlo de alguna manera, las que menos problemas parecen tener o dar. Son mujeres a las que la vida les “sonrió” una vez o quizás el poder enterrar a su esposo, que era un maltratador, un cafre, o un machista de cuidado, le hace mira la vida con nuevos ojos renovados y con la ilusión de tener una segunda oportunidad. Eso sí, con la suerte de que ellas ya han aprendido que los cuentos de hadas, en la vida real, no existen.
 
¿La belleza está en el interior? ¡Sí! La que vale la pena sí. ¿Pero dime a tú a mí para poder llegar a demostrar todo lo que tienes dentro, siendo hombre (de las mujeres ya hablaremos otro día), como lo vas a conseguir con barba de tres días, con pelo alborotado o a lo afro (por no poder ir a la peluquería me refiero y tenerlo mas largo de la cuenta), con la camiseta de Walking Dead y apestando a una colonia barata que te regalo tu madre hace ya dos años y que no te ponías porque le molestaba a tu ex? Una cosa tienes que tener clara: si a ti te gusta admirar las cosas bellas de la vida, o las mujeres hermosas, y mirarlas con descaro o sin él, tienes que hacer que ellas también deseen fijarse en ti. No te pido camisa, traje y corbata a lo Grey (sinceramente es apuntar muy alto y no a todas nos gustan que nos domine, sino dominar). Limpieza no es elegancia. Porte no es ir clásico. Sensualidad masculina no es lo mismo que sensualidad femenina. Un hombre, cuando es admirado o contemplado desde la distancia, raras veces es consciente de ello. Las mujeres, os guste o no, nos fijamos en muchas, muchas, muchísimas cosas (quizás en demasiadas, todo hay que decirlo). Pero lo que nos hace especiales o cabronas hasta el hastío, es que lo primero que vemos en un hombre, es su seguridad en si mismo, su forma al caminar, su forma de tratar al que pasa por su lado, su forma de expresarse cuando desea algo. Mas nos fijamos en esas cosas, siempre que el hombre tenga limpieza en su cuerpo: nada de pelo no arreglado, nada de barba, nada de colonia barata (más vale tener un perfume que nos guste y ponernos, eso sí, poquito. Ir nadando en perfume barato es sinónimo de que no tenemos gusto y ahí, las mujeres siempre lo tienen muy claro: ¡A otra cosa mariposa!).
 
Si, hago un pequeño alto: seguro que estáis pensando… “¡¡¡CLARO!!! Nosotros tenemos que hacer todo lo que digáis pero,… ¿Y vosotras?” Mirad, os pondré un modelo sencillo para que lo entendáis. Si vierais a una mujer sin depilar, con el pelo despeinado, con ropa desteñida o con una camiseta de los ososo amorosos,… ¿Qué pensarías de ella? Que está loca como poco. Y lo que es peor, no os acercarías a ella aunque vuestra vida dependiera de ello. ¿Me equivoco? Pues cuando vosotros vais con barba, no las que están bien recortadas o perillas con gusto, sino aquellas que se nota que es por ganas de no afeitarse, es a esa chica LOCA la que nosotros vemos antes nosotros, una chica loca con pene. ¡¡¡ASÍ DE SIMPLE!!! ¿Queréis ser esa loca? ¡Estáis en vuestro derecho! Pero entonces no digas que la vida no os sonríe porque se ha roto vuestro matrimonio, porque no tenéis trabajo, porque habéis tenido que volver a casa de vuestros padres, y chorrocientas gilipolleces más. ¡¡¡CADA CUAL OBTIENE LO QUE BUSCA!!! Y yendo de “papito” feo por la vida, pocas o escasas oportunidades de ligoteo os espera, y lo que es peor,… DE FOLLAR NASTI DE PLASTI.
 
Ah, con lo de fornicio, otro apunte antes de que se me pase. ¿Recordáis a Ben Stiller en la película Algo Pasa con Mary? No en el momento que se pilla su cosita con la cremallera, no. Me refiero a cuando “descarga su pistola” para que la perspectiva de jodienda no malogre su cita con Mary. Pues eso es importante y siento ser así de clara. Los hombres tenéis ese propósito muy claro en la vida. ¡Hay que meterla en caliente! Una mujer sirve para muchas cosas pero cuando salís de marcha o quedáis con una chica y esta dice que sí, ya vais cachondo desde que habéis imaginado la pregunta en vuestra mente. Si ya vais directamente a un uno contra uno porque lo habéis hablado antes. ¡¡¡PERFECTO!!! Que os aproveche a los dos que el sexo es sano. Pero si no lo habéis hablado, raramente una mujer a la que conozcáis, os hará eso que deseáis desde hace tres o cuatro meses (en verdad seis) la primera vez que la veáis. No porque no lo desee. ¡NO! Puede ser que ellas estén tan necesitadas como vosotros de ese encuentro ardiente. Es más una cuestión de no parecer unas… putas. ¿Qué ya no existe esa mentalidad en el sexo masculina? ¡SI YA! Y yo soy moja de clausura. Vosotros hicisteis las normas chicos y si las cumplimos es para poder estar a la altura que vosotros nos habéis exigido. Así que, os guste o no, la primera vez, charlita, café y el consuelo de que al día próximo o al otro, quizás sea que sí, que hay “juego manuales” reservados sólo para adultos.
 
¿Qué más? Bueno, si conseguís compartir piso con un amigo, paciencia. No todos los hombres sois iguales aunque nos cueste aceptarlo a las féminas. Los hombres solteros o singles, no están hechos para vivir con otros hombres. Si es malo tenerse que ir a casa de los padres emprender una nueva vida con un tío en el cuarto de al lado, es peor que peor. Ya me gustaría deciros que el ideal americano de Joey Tribbiani y Chandler Been de las serie FRIENDS (antes de Monica Geller, obviamente) es lo que predomina a la hora de tener compañero de piso. Pero no es así. Es más LA EXTRAÑA PAREJA lo que suele ocurrir así que armaros de paciencia más de lo que ansias volver a estar dentro de una “trinchera calentita”.
 
En cuestión de “cuidado con las femeninas” hay algunos truquillos que también os puede servir para separar el grano de la paja. No es ser machistas o feministas, es ser pragmáticos guste o no.
 
Si vuelves a ser single, se supone que ya has tenido tu momento “padre”. Puede que hayas tenido hijos o que hayas decidido que eso no va contigo. ¡Bien! Para las mujeres también existe ese momento “madre” al igual que vosotros el de “padre”. Pero la mayoría de nosotras,… no tiramos JAMÁS la toalla de poder engendrar un hijo. En algunas, según la edad y los recursos, cada vez encontrar a un hombre que la preñe es más una necesidad vital que un capricho. Puede que la mujer sólo desee ser engendrada por el deseo de ser madre y luego no moleste, a la cánula viviente que le proporciona la semillita. Pero pocas son las mujeres que tienen esa mentalidad tan abierta. Algunas desean, literalmente, “cazar a un papá” en el peor de los sentidos imaginables. Si les decís que sois estériles o que estáis vasectomizados, no es una mentira muy gorda y así podréis ver si os habéis librado de una Glenn Close en Atracción Fatal  sin tener que lamentar daños colaterales (los que no sepáis de que estoy hablando, ved la película y ya me contareis).
 
Tema condón, que sí, que es increíblemente más placentero sin él, que os corta el rollo porque es como ponerse una bolsa en la cabeza LITERALMENTE. ¡Bien! Cada cual es mayorcito para asumir las consecuencias de sus actos. Pero si has dicho lo de la esterilidad o la vasectomía y luego la preñas,… ¡¡¡ASUME TU MALA ESTRELLA!!! No sólo fuiste gilipollas la primera vez (en el sentido de casarte y que no saliera bien), sino que, encima, para desmostarte a ti mismo que has superado lo de ser de nuevo single, te has acostado con una que va a tener un hijo tuyo por tu mala cabeza. ¡¡¡BRAVO!!! Eres un hacha chaval. ‘¿Es que ella me dijo que tomaba la píldora?’ ‘¿Es que ella me dijo que se había echo la ligadura de trompas?’ ‘¿Es que ella me dijo que era estéril?’  A ver, alma cándida,… ¿Y la creíste? Así que no te creíste a tu exmujer cuando te dijo que PABLO era sólo un compañero de trabajo y te crees a esta que lo único que os ha unido con anterioridad fue un café y poco más. ¡¡¡VETE A LA PLAYA CON LA ABEJA MAYA!!! Eso te pasa por ir de gilipuertas por la vida. Que las mujeres somos muy avispadas y cuando tú has ido nosotras ya hemos recorrido el mundo tres veces y media ida y vuelta. ¡POR EL AMOR DE DIOS! No seáis tan pardillos hijos míos. Ya sé que ante aquel culo quien iba a pensar en nada más pero… hay que pensar y JAMÁS confiar en que ellas lo controlan todo. Tú se precavido que al igual que el refrán de la mujer (aquel de vale por dos) te puede salvar de meter bien en la mierda y chapotear a dos manos. ¿OK?
 
¿Qué más? Ah sí. Miedo a la lavadora cero. No deja de se una maquina creada para facilitarnos el trabajo. Cómprala sencillita y sin muchas instrucciones. En el momento que controles el lavado corto (de quince a media hora) y el lavado largo (hora y tres cuartos hasta dos horas y media según temperatura) y sepas como separar la ropa (blanco, negro, colores,…), lo demás es pan comido. Normalmente hay muchos hombres ahora atendiendo en la sección de electrodomésticos. No tengáis miedo de preguntar y de aprender. Ellos os entienden más de lo que os podéis imaginar.
 
¿Cocinar? Tampoco tiene que resultar una tarea muy complicada. Es más, hay caldos ya preparados si necesitáis un plato caliente. Si deseáis algo más rápido, la pasta fría, por la época del año, no es difícil de hacer al igual que la ensalada de legumbres (abrir botes y mezclar poco más).
 
¿Limpiar? Bueno, tampoco es tan complicado como parece. Si sois de aspiradora, cosa que aconsejo, es pasarla y poco más. Si sois más de cepillo y recogedor, es lo mismo pero en plan manual. ¿Cuánto hay que limpiar la casa? ¡Mirad! Eso va a gustos. Si tenéis hijos tener en cuenta que todo lo que no dejéis limpio pues les repercutirá a ellos tanto en ensuciarse como en coger cualquier cosa por la falta de higiene. Teniendo eso en cuenta, con que se haga una vez a fondo a la semana y se repase un día entre semana, yo creo que es suficiente pero eso va a gusto. ‘¿Es que no me gusta limpiar?’ Pues si tienes dinero, contrata a una asistenta. Sino lo tienes, la mejor forma de no tener que limpiar es no ensuciar. Hay un refrán que dice: “Nos más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia”. Cógetelo como si fuera un mantra que te repitieras a diario y al final, no tendrás que limpiar tanto pues apenas ensuciaras.
 
Se que me dejo muchas cosas en el tintero pero sí que con estos cuatro consejos, ya puedes emprender tu nueva vida como single en un mercado un poco saturado tanto de hombres como tú, como de mujeres.
 
Una cosa tened muy clara: “¡Quien os ame lo hará por lo que sois no por lo que aparentéis ser!”. Si encontráis a ese hombre o esa mujer, no cometáis el error de volver a casaros. La vida en pareja es mucho mejor que la vida de casados. Todos los que nos unimos y acabamos viviendo de nuevo en una misma casa, nos acomodamos en demasía con el otro hasta que dejamos de tenerlo presente. ¿Cómo evitar esto? Pues poniendo mucho de nuestra parte y si es posible, cada uno en su casa y nada de volver a convivir bajo un mismo techo. ¿Qué es casi un imposible? No os digo yo que no pero ni tú vivías bajo un puente cuando la conociste ni ella tampoco. ¿Qué no es feliz en casa de sus padres? ¿Qué no eres feliz en casa de los tuyos? ¡BUENO! Arriésgate a volver a darte de bruces dos veces con la misma piedra. No olvides nunca que las cosas en caliente siempre son seductoras. Es cuando llega el frío cuando todo se ve TAL Y COMO ES. No se trata de no querer al prójimo sino de amarlo tanto que la distancia te haga desear verlo o verla, mucho más. ¡Sólo son consejo! Cada uno es dueño de su vida, y por consecuencia, capitán de su destino.
 
MORALEJA: Alguien dijo una vez: "No existe el amor, sino las pruebas de amor, y la prueba de amor a aquel que amamos es dejarlo vivir libremente". Vivid y dejar vivir.
 

PUERTAS CERRADAS (poema)



PUERTAS CERRADAS

Otra se cerró frente
a mí de nuevo
con nombre y apellidos.
Otra vez me toca
verla desde fuera,
y cada veta de su madera,
se burla malévolamente de mí.

¿Cuántas se cerraron ya?
Demasiada para recordarlas
de nuevo con una astilla en el alma,
con trozo de madera revolviéndome
el espíritu desde dentro.
La certeza absoluta de mi vida
es que todo es falso
(amigos, estatus, vida).

¡No soy culpable!
O quizás sí,
de dar continuamente
palos de ciego al aire,
de obligarme,
una y mil veces,
a creer en el prójimo.

¡Nadie ayuda a nadie!
No en este deambular extraño
de ir da acá para allá sin rumbo fijo.

sábado, 7 de junio de 2014

TU BOCA. TU CUERPO. TÚ (poema)



TU BOCA. TU CUERPO. TÚ

Tu boca.
Tu cuerpo.
Tú.

Cabalgando,
poseyendo,
desafiando
mis delirios.

Tu boca.
Tu cuerpo.
Tú.

Morir,
renacer,
para perecer,
de nuevo,
entre tus ganas.

Tu boca.
Tu cuerpo.
Tú.

Bailando,
jugando,
mostrándose
en estado puro.

Tu boca.
Tu cuerpo.
Tú.

Batalla,
carne,
ensueño.
Jadeo,
latido,
verbo.
Golpe,
certero,
preciso.
Gemido,
suplica,
gesto.

Tu boca.
Tu cuerpo.
Tú.

Sobre,
detrás,
al lado.
De frente,
tumbado,
encima.
Sin nada,
con todo,…
puro rezo.
Me niegas,
te niego,
nos negamos.
Final,
despedida,
tortura.

Tu boca.
Tu cuerpo.
Tú.

Perdición infinita,
tormento eterno,
bendición y locura.

PRUÉBALO CATORCE DÍAS





Las técnicas de ventas son las habilidades de interpretar las características de un producto y/o servicio, en términos de beneficios y ventajas para el comprador, persuadirlo y motivarlo para que compre el producto y/o servicio. Esto implica un proceso planeado, ordenado, lógico y analítico para beneficio tanto del comprador como del vendedor. Las técnicas de ventas implican saber: A) Qué hacer los primeros quince minutos de una entrevista; B) Cómo hacer una presentación de experto; C) Cómo expresar las características del producto y/o servicio; y D) Cómo presentar pruebas orales y escritas de los beneficios y valores (enlace web: http://www.monografias.com/trabajos72/tipos-tecnicas-ventas/tipos-tecnicas-ventas2.shtml).

En resumen, que las técnicas de ventas es conseguir que compres un producto CUESTE LO QUE CUESTE.

En un mercado como el español, falto de recursos monetarios, falto de gente con ganas de comprar algo que no sea, vital para la sobrevivir,… ¿Qué se suele hacer para que el producto sea más atractivo a los ojos de un comprador? Desde vender las segundas unidades de un producto al 70% más barata (el vendedor se garantiza dos compras de mismo producto y con uno compensa el coste de ambas); desde hacer un pack que una dos productos en uno a precios más asequibles (por ejemplo, como vi el otro día: vendían dos paquetes de pasta con una salsa en medio. El producto por si sólo, costaba más o menos la mitad. Pero junto, con salsa y todo, costaba el doble con el agravante o la suerte, de que venía la salsa, digamos que “gratis”); hasta ponerlos a un precio irrisorio pues están a punto de caducar (esto lo he visto en grandes centros comerciales tanto con los yogures, como con algunos embutidos embasados. No implican que estén en mal estado pero antes de contarlos como perdidas y arrojarlos a la basura por no poder comercializarse, pues lo sacan a la venta con un precio mínimo).

Si los productos no son de primera necesidad, en este caso comida e higiene, las técnicas de venta son un poco más estudiadas: compre ahora y financie en doce meses sin intereses (incluso así, no podemos olvidar, que le vendedor siempre saldrá ganando pues entonces, la venta en si, no tiene ningún sentido); o cómprelo ahora y por cada gol que meta su selección le reduciremos una cuota del producto adquirido (lo malo es si tu selección pierde en la primera vuelta que más que haber comprado algo para disfrutarlo te parece que has comprado un ataúd para que te entierren dentro con todas tus letras por pagar); hasta pruébelo catorce días (para probar la calidad de un producto y así, una vez hechos los tramites, que sea más difícil devolverlo).

En esta última técnica es el que hoy hago mas hincapié porque que no te guste y devolverlo después de catorce días, se puede hacer. ¡Nadie lo impide! Pero yo me pregunto… ¿Existirá un producto de prueba? Si existe este producto, tras el periodo de prueba,… ¿Te cambian el producto de prueba por el producto final? Y lo más importante y la vez más asqueroso, depende de cómo se piense: si no existe producto de prueba, si se puede devolver un producto tras catorce días de haberlo probado,… ¿Qué clase de producto estoy adquiriendo cuando compro? ¿El que alguien probó y no quiso? ¿O uno completamente nuevo? Da que pensar,… ¿Verdad?

Si ponemos que ese producto puede ser un colchón, los miedos sobre quien durmió antes se convierte en abismales. Imaginad, por un momento, que una persona lo hubiera probado y que, por desgracia, hubiera fallecido en dicho colchón. Lo hijos, rotos por la pena y ansiosos por desprenderse de todo lo que les trajera malos recuerdos, devuelven el colchón. ¿Qué te garantiza que no te van a encasquetar el colchón del muerto a ti?

O peor aún, que una persona a la que le gusten los animales, tenga su casa llena de toda clase y resulta, que por falta de pasta, no los tienes vacunados contra todo lo que deberían estar vacunados. Devuelve el colchón,… ¿Quién me garantiza a mi que no voy a coger pulgas cuando lo compre?

O peor aún, que haya servido de picadero ocasional en una residencia de estudiantes con una lívido desmesurado que aprovechaban el catre más de siete veces al día con personajes de todo tipo. ¿Qué pasaría si pasara la luz azul por mi nuevo colchón adquirido? ¿Sería capaz de encontrar un lugar que no hubiera estado impregnado por toda clase de lubricantes femeninos, masculinos o industriales?

En fin, que hay técnicas de ventas que más que ADMIRAR habría que TEMER pues alguien tiene que pagar los platos rotos, y normalmente solemos ser los compradores incautos los que los pagamos contra nuestra propia voluntad.

MORALEJA: Arthur Schopenhauer, filósofo alemán (1788-1860), dijo: "La salud no lo es todo pero sin ella, todo lo demás es nada."

jueves, 5 de junio de 2014

DOLORES DE CABEZA. ¿EXCUSA O PROBLEMA? (2.0)





Dolores de cabeza suelen ser un dolor, valga la redundancia, o molestia en la cabeza, el cuero cabelludo o el cuello. Las causas graves de los dolores de cabeza son raras. La mayoría de las personas con dolores de cabeza se pueden sentir mucho mejor haciendo cambios en su estilo de vida, aprendiendo formas de relajarse y, algunas veces, tomando medicamentos.

Hay varios tipos de dolores de cabeza (jaqueca (implica un dolor fuerte que generalmente ocurre con otros síntomas), migraña (implica un dolor fuerte que generalmente ocurre con otros síntomas, como cambios en la visión, sensibilidad al ruido o a la luz o náuseas), cefalea en brote o racimo (un dolor de cabeza agudo y extremadamente doloroso que ocurre hasta varias veces al día durante meses y luego desaparece por un período de tiempo similar), etc). Pero el más frecuente son las cefaleas tensionales causados por tensión muscular en los hombros, el cuello, el cuero cabelludo y la mandíbula. La mayoría de las personas con dolores de cabeza se pueden sentir mucho mejor haciendo cambios en su estilo de vida, aprendiendo formas de relajarse y, algunas veces, tomando medicamentos.

Pero, he aquí el quid de la cuestión de hoy. Una de las mejores formas de relajarse es el… sexo. ¿Recuerdan cuando las mujeres poníamos de excusa LOS DOLORES DE CABEZA? Desconozco si se sigue utilizando en la actualidad pero la verdad es que si el dolor de cabeza es de una cefalea tensional causado por el stress laboral o de la vida en si mismo, lo que mejor va para relajarse es descomprimir todos los músculos practicando el coito.

El orgasmo es el punto culminante o de mayor satisfacción de la excitación sexual en las zonas erógenas o sexuales. Es decir, que los orgasmos son descargas repentinas de la tensión sexual acumulada durante el acto sexual.

Dicho esto… ¿A alguien se lo ocurre una forma más placentera con ese dolor de cabeza que te ha estado atormentando todo el día que un buen uno contra uno con final más que satisfactorio para ambos? Yo creo que no.

Si en vez de tanto poner excusas, pusiéramos verdaderos remedios, nosotros mismo sin ayuda de terceros, a nuestro propios problemas, viviríamos más enérgicos, más felices, y sobretodo, más tranquilos.

MORALEJA: No es una frase muy ortodoxa pero si muy graciosa sacada de la serie SEXO EN NUEVA YORK de la boca de la actriz que encarnaba en la serie, a Samantha Jones: “El único lugar donde puedes controlar a un hombre es en la cama. Si les hiciéramos sexo oral a los hombres perpetuamente, podríamos dominar el mundo.”

miércoles, 4 de junio de 2014

DOS TONTOS MUY TONTOS (VERSIÓN 2.0)



¿Es lo mismo ser tonto que hacerse el tonto? Hombre, yo pensaba que no pero ahora, francamente, empiezo a tener mis dudas.

Por fin, después de semanas sin entrevistas de trabajo, una hoy a las diez y media. Rellenaba el formulario de la empresa y esperaba, en recepción donde habían diez sillas a cada lado de la mesa alta en forma de media luna, a que me tocara mi turno. Desconocía cuantas personas estaban siendo entrevistadas en ese momento. Quince me dio por contar son los que esperábamos nuestro turno. Y yo era la última que había llegado. Fueron entrando más o menos, entre intervalos de veinte minutos cada uno. Estuve más de hora y media esperando a que me hicieran la entrevista. Una vez llegado mi turno, dije: “Tierra,… ¡Trágame!”

Hacía justo dos años y medio, que había ido a una entrevista muy cerca de allí (en la ciudad, no en el polígono industrial que es donde me encontraba para esta segunda entrevista). Dos entrevistas previas y entré en el primer curso de formación. ¡Me sentí contenta y feliz! ¡QUE ILUSA FUI! Durante aquella “formación” inicial, había personas de las que habían estado seleccionadas entre un montón de gente, que habían cogido y se habían levantado marchándose sin concluir la formación. Pensé: ‘¿Qué les pasa? ¿Por qué se marchan?’

El acceder a la segunda parte de la formación bastaba con haberse quedado a la primera sin salir huyendo. Así que en cierta manera, había superado otro “escalón” hasta el contrato final.

La segunda parte de la formación era más bien técnica. No íbamos a ser “comerciales” sino analistas de agua (francamente, agradecí no tener el calificativo de comercial, no por nada malo, sino porque tenía muy claro, por mis trabajos anteriores en administración, que no eran personas de fiar ni los de tu empresa ni los de fuera de esta. ¡Iban a la suya! Y vender para tener comisiones era su único lema y para ello valía todo, fuera lo que fuera, hasta hacerse pasar por homosexual (el día que me enteré de esto último, casi rompo a llorar del dolor de ver a alguien rebajándose así por uno puñado de euros más al mes)).

La tercera parte era la formación ya en la calle, la parte práctica. Pero claro, para ver si habíamos alcanzado los conocimientos necesarios, hacía falta hacerlo, según su experiencia, en un entorno de confianza. ¿Cuál podría ser ese entorno? ¡La familia! ¡Los amigos! Así que para el viernes y sábado de aquella semana, teníamos que encontrar de dos a tres familiares o amigos que nos quisieran hacer el inmenso favor de abrirnos las puertas de su casa, para mostrarles nuestros nuevos conocimientos sobre el agua y sus virtudes de salud.

Todo lo vi normal o en gran parte. No me parecía nada extraño hasta que el sábado por la mañana, apareció un tipo de lo más peculiar contándonos que era el MORNING y que se esperaba de nosotros como nuevos “trabajadores” de la empresa (ningún contrato se había firmado aún y ya llevábamos una semana y media dentro de aquel lugar “aprendiendo”). La empresa deseaba que realizáramos, al mes, 60 analíticas de agua que eso serían seiscientos euros a cobrar (ahí ya sonó por primera vez una alerta en mi cabeza. En la entrevista nos dijeron que había dos ofertas: administración y analista de agua. Las personas de administración harían jornada partida de ocho horas y cobrarían ochocientos cincuenta euros. Por el contrario, los analistas cobraba, por las sesenta visitas al mes, mil euros. La cosa, explicada por lo que parecía el represéntate o gerente de la empresa (ahora no recuerdo su cargo ni como se presentó) había bajado de mil a seiscientos. Aquello empezaba a oler raro). Pese a eso, ninguno se movió de su sitio. Llevábamos meses todos esperando una nueva oportunidad laboral y un poco de dinero no iba a cambiar que podíamos firmar un contrato de trabajo.

Luego nos habló de nuestra indumentaria. Sus palabras eran: ¡TENIS QUE IR CON TRAJE! Cuando en la entrevista se nos dijo que yendo de forma elegante, ya estaba bien. Repetía tanto la palabra TRAJE que parecía Barney Stinson en la serie Como Conocí A Vuestra Madre (¡Ponte traje! ¡Ponte traje! ¡Ponte traje!). ¿Desde cuando un analista debe llevar traje? Como mucho bata blanca. Además, se notaba que todos los que estábamos ahí, no nos podíamos permitir ningún gasto extra.

Después de parecer un vendedor sicótico de la planta de la sección de hombres de cualquier maxi pijo centro comercial, nos intento vender la moto de que lo que verdaderamente importaba, eran que las analíticas fueran bien. Si compraban o no, no era tan importante. Tenemos un buen producto y tarde o temprano, se darán cuenta de que lo necesitan para tener una vida mas sana y mejor (¡Hasta sonaba bien! Me dije en mi fuero interno. ¡Que estúpida era!).

Tras el fin de semana, llegó el lunes cuando salíamos a “analizar” el agua. ¡Que treta mas bien montada! El primer hombre que visitamos, se lo habían comprado diciendo que le regalaban un fin de semana. El hombre y su mujer en paro, estuvieron muy contentos de que les tocara ese fin de semana. En cuanto dijeron ‘estamos en paro’, mi compañero, al que yo acompañaba porque era novel en lo de las analistas, llamó a su referencia (otro compañero al que había de notificar la hora de entrada y de salida del domicilio) y oí por el interfono: ‘¿Cómo lo ves?’ él respondió que complicado. Desde el otro lado del teléfono se oyó un sonoro: ‘¿Parados?’ él respondió sí, los dos. Desde el otro lado del auricular se escucho: ‘¡Sal de ahí! No pierdas el tiempo. Pasa a la siguiente’. Después de preparar todo para la demostración, lo desmontamos todo a prisa corriendo con el señor de la casa gritando, con toda la razón del mundo, pues aquel niñato había sido un grosero (no oyeron la charla que había tenido como yo que estaba a su lado, pero su actitud, desde que le dijo que estaban parados, había sido incorrecta y despectiva). Salimos de allí yo muerta de vergüenza y pensando: ‘¡Bueno! ¿Pero esto qué es?’

Fuimos a la siguiente que no estaban. Luego haciendo preguntas a viandantes sobre un cuestionario para saber si le importaba su salud y diciéndoles que entrarían en el sorteo de una analítica gratis (todas eran gratis) o, posiblemente, un fin de semana en un hotel (no recuerdo cual pero si que sólo era la estancia, ni comidas ni nada más). Dos entrevista más por la tarde que acabaron a altas horas de la mañana (eran las doce y cuarto cuando aparecí de nuevo por mi casa desde las ocho de la mañana que me había ido al “trabajo”). No firmamos tampoco el contrato aquel día, ni al siguiente y me cansé de esperar.

Hoy, a unas poco razonables casi doce del medio día, cuando subía las escaleras, en la otra punta de ellas para entrevistarme estaba de nuevo, el sicópata de los trajes. Él se comportó tontamente, como si no me conociera (pese a que sabía lo que ponía en mi curriculum aunque no se acordara de mi rostro) y yo fingí que no sabía quien era, me hice la tonta.

El puesto era exactamente lo mismo que hacía dos años atrás pero, obviamente, mejorado (o eso decía “quitando” el factor de que yo sí que sabía de lo que hablaba pese a todo el paripé nuevo montado).

Al final, se quedó con mi curriculum y me dijo que ya me llamaría (aunque no creo que lo haga). Lo que no entendí es que una persona que parecía tener potencial, siga manteniendo su misma falta de profesionalidad laboral a todos los niveles. ¿Cómo lo sabía? Al salir dos personas estaban esperando abajo reclamando su sueldo (después de un mes, por lo que le dijeron a la recepcionista, ni habían firmado nada y había cobrado absolutamente, menos que nada). Otra chica, entraba reclamando ver al responsable, al que llamó por su nombre, pues el aparato que le habían vendido, había dejado de funcionar hacía una semana y aún no se había pasado el técnico (la reparación se garantizaba, por contrato, en 24 o 48 horas). En ese momento me alegré de salir de una pesadilla recurrente como la del día de la marmota de la película Atrapado En El Tiempo y volver a una realidad más verídica.

Cuando volvía a casa no paraba de pensar. ¿El hábito hace al monje? Por las pintas que llevaba aquel hombre bien podría pasar por un buen samaritano y todo. Sin embargo, era un ególatra, un timador, un embustero. ¿De qué servía un traje si se iba de déspota e inculto en casas ajenas? Francamente, lo único que me quedó claro, es que aquel hombre no abogaba por la salud y no lo había hecho jamás.

Duden de todos los que quieran venderle agua más pura y mejor. Si llevan un traje, no dejan de ser asnos peligrosamente coceadores con algo de pasta en sus bolsillos.

MORALEJA: Alguien dijo una vez: “No es la riqueza, ni los ancestros; sino una conducta honorable la que hace grandes a las personas”.