martes, 2 de febrero de 2016

UNA DOSIS DE REALIDAD A LA CARTA



 

¿Qué es un trauma? Un trauma es un choque o impresión emocional muy intensos causados por algún hecho o acontecimiento negativo que produce en el subconsciente de una persona una huella duradera que no puede o tarda en superar.

 

Hay traumas que no se superan jamás. Por mucho que lo desee, por mucho empeño que uno ponga, por mucho ganas que tengas de volver a ser tú, no se vencen.

 

Además, como todos somos completamente diferentes, pese las generalidades entorno a hombre y a mujer que existen, todos, absolutamente todos, solemos actuar de maneras diferente cuando algo, por muy pequeño que sea, por muy insignificante que sea, te recuerda a ese momento donde tu inocencia se rompió, donde todo dejó de ser algo “puro” para convertirse en algo parecido a desear estar muerto.

 

¡Nadie nos entenderá jamás tras ese momento! Actúes como actúes, no te entenderán nunca. Nadie, incluso alguien que haya vivido lo mismo que sufriste, será capaz de entender tu comportamiento cuando en tu entorno algo te recuerda a ese instante desgarrador que te cambio la vida.

 

A veces suele ser algo ridículo: un olor, un sonido, un color, un reflejo,… Otras es algo más complejo como una voz, un susurro, un roce, un grito o un silencio. Y otras, las más raras de las veces, pueden ser comparaciones tan absurdas como imaginar que las migajas pueden ser caviar de Belga.

 

Lo más traumático tras esta nueva revelación de intenciones (con intención o sin intención, duras o blandas, fingidas, bromeadas, o del tipo que sea que a ti te duela por ese mal recuerdo) no es una comparación tan sui géneris sino que esta venga de los labios de una persona que es más especial para ti que el resto. Es entonces cuando ese momento único digno de borrar cobra vida por si propio y no te queda más que meterte en tu caparazón, deseando que el dolor por esa nueva herida, sea el menos posible.

 

Sé que pocos entenderán el poder de esta entrada o el significado que ella tiene más allá de unir palabras así formando algo más o menos legible. Pero sin lugar a dudas, alguien que lo lea con cabeza lo entenderá y sabrá que más allá, de la piel, del placer, del sexo, de la autocomplacencia mutua para saciar el hambre o la sed acumulada, existe una mujer a la que la vida no trató bien y que por evitar el sufrir, sólo desaparece.

 

MORALEJA: Emilio Cautelar, dijo: “No quiero pensar porque no quiero que el dolor del corazón se una al dolor del pensamiento”.

1 comentario:

  1. Curiosa entrada si. Una prueba de que Sto. Tomás estaba loco es esta frase que dijo: "Soy dos y estoy en cada uno de los dos, por completo". O lo que viene a ser lo mismo, no se puede ser blanco para que cuando algo no gusta, salta lo negro con su espada para cortar cabezas anulando lo que se desea ser: BLANCO.

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