Pasaron las elecciones catalanas y todo sigue igual, como siempre. Ningún tanque salió a la calle por las ciudades de Barcelona, Tarragona, Lleida o Girona poniendo orden alguno. Fueron unas votaciones autonómicas de lo más tranquilas y civilizadas (¿Por qué no tenían que serlo? Pese a que se acuse a la mayoría de aquellos que buscan la independencia desde Madrid de terroristas, nazis y cualquier barbaridad que se les pase por la cabeza, las personas que buscan la independencia de Cataluña son personas como tú y como yo, quizás un poco más cansados por todos los desvaríos de descalificaciones en contra de ellos que han tenido que sufrir durante años y años por parte de aquellos que buscaban al enemigo dentro de sus propias fronteras), con ese buen hacer que tienen los catalanes en todo lo que hacen. Todos los ojos estaban puestos en Cataluña ayer, tanto a nivel nacional como internacional.
Muchos eran los temores apocalíptico de aquellos que tras el escrutinio la tierra se abriera como por arte de magia dividiéndose tras un fuerte y duro movimiento sísmico resiguiendo la silueta del la comunidad autonómica (es lamentable que todavía exista ese miedo absurdo al miedo por el miedo).
Tres claros partidos vencedores: la CUP, Ciutadans y Junts pel si (por ser la más votada con un 39,54% de los votos, aunque con un claro descenso de los resultados obtenidos en 2012).
Tres claros partidos perdedores: PSC, Sí que es pot y PP. Los tres, en base a los resultados de 2012, han perdido 4, 2 y 8 escaños.
¿Quién dio la cara tras las elecciones? Todos menos uno, el de siempre, Marianito Rajoy que una vez más hizo mutis por el foro no sin antes de darnos una buena lección de lo inútil que es tenerle como dirigente de España. Unos días antes de las votaciones, en el programa de Carlos Alsina, con esa forma de hacer política que tanto le había funcionado en el pasado al PP, intento meter miedo en todos aquellos que fueran a las urnas y cansados por la mala gestión de estos cuatro últimos años con él al frente, quisiera votar a una alternativa política como Junts pel Sí o Si que es Pot (la nueva política sin duda asusta a aquellos que veían en el bipartidismo la panacea hasta el fin de los tiempos). Pero no más lejos de la realidad, la gente en masa (un 77% del electorado, es decir, diez puntos por encima del año 2012), sin temor alguno, voto y ejerció un derecho que como español le toca: la elección libre de aquellos que los van a representar los próximos, en principio, cuatro años al frente de su comunidad.
Los que apostaron por un plebiscito a favor del sí se dieron con un canto en los dientes (una canto mínimo, todo hay que decirlo). Sin embargo, lejos de recular y de aceptar ese 48,12% a favor del Sí a la independencia frente al 51,88% a favor del No, y aceptar dignamente su derrota, desde el partido ganador se apostó a seguir contra corriente a lo que desea la mayoría.
Lejos de seguir haciendo apología contra unos y contra otros que ya se tirarán mierda por encima estos días como monos en busca de ser cada cual el macho alfa, lo que sí que quedó claro tras el 27S es que no se puede vivir en un país con una constitución obsoleta, con un Tribunal Constitucional inmovilista que no mira por aquello que conviene al pueblo sino a los Gobernantes. Lo que quedo MUY CLARO tras el 27S es que hay un descontento generalizado de la población por esa vieja política plagada de zombis de elefantes que aún perdura en las filas porque ser político en España, es un chollo de los que nunca se han visto.
Ahora, es hora de coger al toro por los cuernos y ejerciendo una acción tan castiza como española, poner a cada cual en su sitio empezando por prescindir de un senado que sólo sirve para hacer bulto y seguir chupando del pueblo un sueldo que existiendo un Congreso de Ministro es más que suficiente. Basta de personal al cargo de la administración pública o con cargos de peso, con más de un empleo (si se trabaja para el estado, no se puede trabajar para nadie más por el bien de un equilibrio empresarial digno y impidiendo así que la información estatal, aunque sea sólo para concursos de adjudicaciones mínimas, pase a ser un cheque en blanco para las comisiones en B o dinero negro, negrísimo). Fin a la ley mordaza. La libertad de expresión no debería silenciarse ni siquiera ante aquellos que tratan, como siempre, de ocultarlo todo tras una cortina de humo. Unas leyes de educación que no puedan ser modificadas en detrimento de la enseñanza y de la igualdad de todos los niños y niñas a poder adquirir la misma formación que aquellos que deciden ir a colegios de élite. Ayuda a los refugiados, pero también a los de aquí de forma igualitaria. ¡Se acabó la política del miedo señores! Hoy ha empezado un nuevo día y sin lugar a duda, ustedes ya van con un retraso de setenta y cinco años.
Bravo a Cataluña por la decisión tomada. Bravo a Euskadi por estar apoyando esa libertad de elección política. Bravo por la formalidad y el saber hacer del pueblo catalán. Bravo a la decisión tomada por Josep Antoni Duran i Lleida al no haber conseguido ese 3% mínimo de los votos para que su formación formara parte del Parlamento Catalán al poner su cargo a disposición del partido. Eso sí, un sonoro BUUUUUUUUUUUUUUUU para Artur Mas que se pone la chaqueta que le conviene (ahora sí es un plebiscito porque es un buen eslogan político, ahora no lo es porque ganó el NO. ¿A quién se cree que engaña?). Un sonoro BUUUUUUUUUUUUUU contra Oriol Junqueras por decir que con los resultados obtenidos, creen en el futuro de la independencia pese a no tener el apoyo ni de la mitad de los votantes. Y un mega sonoro y exorbitante BUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU para Mariano Rajoy que una vez más ni dio la cara tras un bochornosa caída de escaños.
MORALEJA: “Lo más importante no es qué votó uno u otro. Lo más importante es seguir luchando por un futuro en el que todos tengamos las mismas posibilidades y oportunidades que el resto hayamos nacido privilegiados o no” by me aunque seguro que alguien lo pensó antes que yo.
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