domingo, 9 de agosto de 2015

SE ROMPIÓ LA RAMA (poema)



SE ROMPIÓ LA RAMA

Ni una mirada, ni un roce,… nada.
La sumisa forzada de alguien
que jamás estuvo a la altura.

Yo, una insólita,
una idealista,
una ingenua,…
¡La puta de un
hombre casado!

-        « Je dois quarante-quatre ».
-        Siete menos que yo.
Mi derrumbe al abismo
salvada por un par de manos
aferradas a una rama.
“¡No quiero morir!”

Su poder me humillaba.
Su poder me mortificaba.
Su poder me dañaba,
me castigaba, me devoraba,
… acabó con mis ganas.

 “La última carta, hoy sí”
digo mientras deslizo mis dedos
por las letras del teclado.
Los días lo erosionaron
todo desde dentro
(sin un contrato
formal de igualdad,
nunca debió existir
un consentimiento).

Nunca fui valiente,
ahora me doy cuenta.
Sólo lo parecía.
Una fachada precisa a la que
pronto le cogiste la medida.

Al final, hasta la mitad
era mejor que nada.
Un instante vivido
esclavizaba una vida por vivir.

La rama no cede.
Mi voluntad sí.
¡No seré la perrita faldera
de una voz al otro
lado del teléfono!

La perpetua despedida
con palabras que no
van hacia ninguna parte
por fin llegó.

Se rompió la rama,
el árbol, incluso el bosque.
No quedó ni tierra donde sepultar
los pedazos marchitos
de una historia sin nombre.

Como golpe final,
la última caída
libre al olvido.



No hay comentarios:

Publicar un comentario