miércoles, 25 de febrero de 2015

CUERPOS DENTRO DE LAS ESTATUAS





Sé que es algo infantil, pero desde muy pequeña he tenido un poco de temor a las estatuas. ¡Me encanta el arte! Bueno,… me apasiona. Mi deseo siempre era visitar Italia y ver sus cuadros, sus esculturas, sus estructuras antiguas paganas y cristinas, zambullirme en todo su arte en mayúsculas. En 2002 pude recorrer ese bello país y ver la grandeza que allí se oculta.

Sin embargo, ese temor de cuando era pequeña, no estaba del todo superado. Es más, cuando vi en Florencia, si mal no recuerdo, el Rapto de las Sabinas es algo que me cautivó y me hizo estremecer por igual. Aquellas manos cinceladas en mármol en la carne, que se podía sentir hasta la angustia por la fuerza que era agarrada, era tan real, tan pura que se me hacía imposible concebir que fuera sólo mármol pues parecía tener alma toda ella.

Ahora, con el último descubrimiento dentro de una estatua de Buda, ese temor de niña, se incrementa: una figura budista con una momia dentro.

La figura, decorada con laca y pintura dorada, fue una de las piezas “estrella” en una exposición realizada el año pasado en el Drents Museum de Assen, en los Países Bajos. Lo curioso de esta pieza es que no es “simplemente” una escultura de casi mil años de antigüedad, la pieza cuenta en su interior con algo igualmente valioso: la momia de un monje budista que vivió en las fechas de creación de la estatua.

Pese a que este hallazgo fue descubierto en 1996 al pedir su propietario una restauración de la figura, no fue hasta el año pasado cuando un grupo de expertos liderados por Erik Bruijn (especialista en arte y cultura budistas) sometieron a la estatua a una batería de pruebas que incluían tomografías computerizadas y análisis con una sonda médica.

Gracias a la investigación de la estatua en cuestión y más concretamente en la momia que se halla en su interior, los expertos creen haber averiguado su posible identidad, que se correspondería con el maestro chino Liquan, un célebre monje budista del siglo XII que fue muy venerado tras su muerte, pues tenía fama de haber alcanzado la iluminación.

Pese a que lo mío es más un temor pasajero, este nuevo descubrimiento no le va a sentar nada bien a los que sufren esterofobia, miedo a las estatuas (se llama así porque se les llamaba esteros en griego, que significa "tema viviente").

Sin lugar a dudas no deja de ser una gran curiosidad y uno de los motivos de visitar cualquier exposición que contenga, no sólo esta pieza en concreto, sino aquellas que contengas piezas de gran veracidad artística que nos haga imaginar mientras paseamos… ¿Tendrá una momia dentro?

MORALEJA: Auguste Rodin, (1840-1917) escultor francés contemporáneo del Impresionismo, y considerado como un artista importante, a tal punto de entenderse que es uno de los "padres de la escultura moderna", dijo: “Hay fuerzas desconocidas en la naturaleza, cuando nos entregamos por completo a ella, sin reservas, ella nos las proporciona, nos muestra formas que nuestros ojos no ven y nuestra inteligencia no entiende ni imagina”.

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