domingo, 11 de enero de 2015

NUESTRA CANCIÓN DE AMOR





Todos, a lo largo de nuestra vida, hemos tenido música a nuestro alrededor. Desde las de los anuncios de la tele como aquellas que nos cantaban cuando estábamos en la cuna.

Mientras pasábamos de niñas o niños a mujeres y hombres, también esa canción que nos hiciera sentirnos vital ya sea de disco, de pop, de rock, nos la poníamos por la mañana si teníamos el casete y alucinábamos antes de emprender el camino del Instituto.

Cuando nos hicimos un poco más mayores, algunas nos han acompañado en los malos momentos porque… ¿Quién no se ha puesto a escuchar una canción para llorar tras un desengaño amoroso o de amistad? Las lágrimas nos limpiaban por dentro y la música nos cobijaba por fuera, como un abrazo consolador lleno de notas que podían llegar a calmarnos de tal manera que podían conseguir que nos durmiéramos incluso teniendo el corazón destrozado.

A medida que las personas a las que queremos se marchan sin remedio, hay otras que no podemos escuchar sin acabar derramando mares infinitos de llanto. Son algunas que ya ni puedes reproducir, ni en Cd, ni en Mp3. El corazón no es fuerte para hacerte vivir esa canción si esa persona al lado ya sea tu pareja, tu tío, tu abuela, tu… hijo. Esa melodía llena de vida en el ayer ahora, en este presente vacío de sentido alguno, no tienen cabida alguna y hay que desterrarla, para dejar de sufrir un poco menos.

Mas hoy, no quiero despedirme con un sabor de boca amargo. Hay muchas canciones en este mundo, que por un motivo u otro, tienen un trasfondo tan bonito, que he decido tomar unas cuantas para mostraros que pese a la rutina, el quehacer cotidiano, las broncas, las manías, los infinitos reproches, una canción puede hacernos evadirnos y sentir vivos durante un instante francamente bello.

Mi primera canción es de Pablo Alboran. Se titula Quien (https://www.youtube.com/watch?v=lvfyf7R8NVg) y creo a todos os sonará más o menos. Lo más bonito de esta canción para mí, es ese precioso estribillo que dice:

Quién abrirá la puerta hoy
Para ver salir el sol
Sin que lo apague el dolor
Que me dejó aquella obsesión.

De tu corazón con mi corazón
de mis manos temblorosas
arañando el colchón.

Quién va a quererme soportar
Y entender mi mal humor,
Si te digo la verdad,
No quiero verme solo.

La soledad es muy dura, y pese a que canta con tristeza, en su estribillo hay ese toque de esperanza que hace soñar con esa persona que te sepa apreciar, con lo bueno y con lo malo, sin juzgarte.

Mi segunda canción es de OBK. Se titula De Que Me Sirve Llorar (https://www.youtube.com/watch?v=n69ULprWCH0). Nadie entiende lo difícil que es a veces, para un hombre o para una mujer, romper no sólo con una pareja sino también con una amistad. Yo, cuando escucho esta canción, recuerdo a amigos que por un motivo u otro, tiraron la toalla.

Tu recuerdo es mi desgracia;
no hago más que recordar.
El silencio me atormenta;
necesito mucho más.
Mi conciencia es la culpable,
pues no entiende que tu ausencia es verdadera
y mi tristeza, lo que quiere es olvidar.

Es duro tener que olvidarse de un amigo. Una amistad, el concepto que yo tengo de ello, no implica más que un cariño, una confianza, una sinceridad absoluta sin más ni más. Nada de sabanas entre los dos y sólo estar ahí a una llamada, a un e-mail de distancia sin más ni más. Ese concepto de amistad que existe no va conmigo. ¡Soy de la vieja escuela! Sin embargo la perdida de un amigo por el motivo que sea, causa un dolor tan profundo en el ser de uno mismo, que ese llanto puede confundirse, por los que te rodean, con algo más que nunca existe, ni existió, ni existirá.

Mi tercera canción es de Tontxu. Se titula Para tocar el cielo (https://www.youtube.com/watch?v=jA05ly5URc8). Es una canción de cantautor que siempre me ha producido una sensación infinita de ternura y belleza por igual.

No preciso viajar lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo
ya me basta para tocar el cielo.

Si encuentras a esa persona, amigo, amiga, pareja,… que te haga disfrutar de la vida, riendo sin más ni más, conversación, compartiendo una canción, es como alcanzar el cielo con la punta de los dedos.

Mi cuarta canción es de La India. Se titula Sedúceme (https://www.youtube.com/watch?v=qu-M9Mf662U). Es para mí una canción preciosa.

Bésame,
pronto va amanecer
Abrázame,
no hay mas tiempo que perder
Excítame,
con tus besos de miel
Sedúceme

Mírame
Quiero ver en tu mirada
La pasión
sentir que tu me amas
Piel a piel
nos hundimos en las llamas
Sedúceme

En esta canción se habla de una pareja que está junta pero a la vez tiene que distanciarse porque sus vidas, están en otro lugar. A mi lo que me encanta de esta canción es el momento CARPE DIEM. Quemémonos, ahora. Vivamos el momento. Con eso me quedo yo,… el aquí, el ahora y nada más.

Para mi quinta canción he elegido una que para mí tiene mucha ternura. Es de Algiva. Se titula Pirata de Boquita (https://www.youtube.com/watch?v=WnW0wuKZ0eM). ¿Por qué me encanta esta canción?  Es algo que no puedo explicar pero cada vez que la escucho, un sentimiento me inunda por dentro y por fuera.

Siendo yo un pirata que no teme el dolor,
y abordas mi barquita y la fragata del amor...
las rocas de la orilla romperán el cascarón,
que es mi corazón, que es mi corazón...

Quizás sea por lo que dice de no temer al dolor. A veces, las personas no se arriesgan en la vida por ese miedo a volver a sufrir. Y sufren impidiéndose a si mismas ser felices por no querer sufrir más. Es un pez que se muerde la cola y pese a eso, no ceden su timón a nadie y navegan por un mar infinito de desconcierto, de vacío, de desamor.

La sexta de mis canciones es una que durante muchos años canté en la ducha. No sabía de quien era. Hoy por hoy puedo decir que es de Ricardo Montaner y se titula Déjame Llorar.

Iluminada y eterna
enfurecida y tranquila
sobre una alfombra de hierba
ibas volando dormida.

Con una estrella fugaz
te confundí la otra noche
y te pedí tres deseos
mientras duraba tu luz.

Muchos de los días en que la cantaba, pues no es una de las que cante ahora, me imaginaba siendo la estrella guía de alguien, esa a la que se le piden tres deseos anhelando que uno fuera: no te marches ya más nunca de mi lado.

La sétima y última para mí, es una canción de amor un tanto especial. ¡No es una balada! No es un para cogerse y bailar lenta y pausadamente enamorándose. Es una que te libera a ti y a esa persona que ya no es como tú creías que era. Jerry Rivera y su Vuela muy alto (https://www.youtube.com/watch?v=Imxi5CDUNfk).

Sé que has dado de ti
lo que has podido
y a veces nos engaña el corazón
por un capricho
este no era el lugar
y nuestro destino
mejor no ser amantes
y tan sólo ser amigos

Lo peor de todo, al final, siempre es lo mismo: la única persona que no lo tenía nada claro es la que te hacía sufrir. En tu alma sólo hubo cariño limpio y sincero siempre. En su mente, un temor a desearte, a amarte, a perder los papeles pudo ofuscarle. A partir de ese momento, cualquier palabra sería malinterpretada pues en su corazón no existía esa pureza que existen en los que se entregan sin condiciones, sin pedir nada al otro, los que saben que lo que de verdad vale en este mundo, es un amor que no contenga esa parte perversa con las que todos se confunden tarde o temprano.

En la vida, hay una cosa que aprendí, por las malas que es como mejor se aprende, que nunca debe ser. Eso es que no hay que dar segundas oportunidades a nadie. ¿Radical? Sí, no lo niego. Pero… ¿Cuántas ocasiones necesita una persona para destrozarte la vida e hacerte sufrir? Todo lo que no se hace con cariño, con amor, con toda la dulzura que anida en el alma pura de las personas, mejor acabar descubriéndolo y alejándolo de tu vida. ¡No es fácil! Sencillo tampoco. Quien diga que no duele te miente. Pero cuando alguien se entrega en cuerpo y en alma, y recibe sólo medias palabras, cariño turbio, pasión incontrolada hasta puntos insospechados, o simplemente, te mantiene en su vida detrás de un muro tremendamente opaco por que se avergüenza de ti, es hora de alzar el vuelo, aunque te duela, y volar muy alto, te guste o no.

Quizás creáis que es un escrito muy denso para un sábado pero yo creo que las reflexiones de la vida escuchando una buena canción, nunca están de más.

¡La vida es un ratito! Aprendamos a vivirlo al máximo y con alegría de vivir.

MORALEJA: Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán compusieron algunas de las historias de amor musicalizadas más bellas en nuestro país. Con ellos y con su canción que parecía el más bello poema jamás cantado, 'Solo pienso en ti', cierro el escrito de hoy: "Me pongo a pintarte y no lo consigo, después de estudiarte lentamente termino pensando, que faltan sobre mi paleta colores intensos que reflejen tu rara belleza. No puedo captar tu sonrisa, plasmar tu mirada, pero poco a poco, solo pienso en ti”.

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