domingo, 29 de junio de 2014

AÑO 1964





Cuando se llega a determinada edad, hay cosas que saturan tu mente de forma, a veces, un tanto trágica. Una de las edades que se considera como la mitad era los cincuenta, por lo del medio siglo vivido y por ser, el principio del fin. Son muy normales, por desgracia, LA CRISIS DE LA MITAD DE LA VIDA. Las preguntas se amontonan en nuestra mente a un ritmo vertiginoso que da hasta miedo (¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Qué he hecho con mi vida? ¿He vivido? ¿Qué significa vivir?...). Todos los que nacieron el año 1964 cumplirán este año esas cinco décadas tan temidas. Pero,… ¿Qué hay que hacer para superar esa crisis de la edad?

Bien es sabido que a los cincuenta cambia en un hombre cuando llega a esta edad. El cambio puede deberse a su aspectos exterior (la flacidez y a las arrugas ya son más visibles que en la plenitud de los cuarenta), en problemas laborales (obviamente, tal y como está el panorama laboral, posiblemente ya llevas trabajando tanto años en el mismo sitio que, o te tienen cogida la medida, o están buscando prejubilarte a los cincuenta y cinco para buscar a alguien más joven, simplemente, para pagarle menos), problemas interno ya sean de carácter anímico o que el cuerpo (que no deja de ser una máquina bien engrasada, te está pidiendo una puesta a punto con algún médico que nos son, para nada, santos de tu devoción). Llegados a cierta edad el temor a la vejez (algunos ya se sienten viejos) y a la muerte suele ser el peor lastre para nuestra mente, y de rebote, para nuestro cuerpo. ¡Ya no somos jóvenes!

¿Cual es la esperanza de vida en España? En 2012 rondaba sobre el 82,38 años, es decir, bajo mi punto de vida, que los temores por lo que ha de venir debería llegar sobre los ochenta y no a los cincuenta que para mí, y lo digo sinceramente, no dejan de ser los nuevos cuarenta. Vale que el cuerpo sufre cambios pero eso es normal. ¡Todo se cae chicos! Y eso lo sabemos las mujeres que a partir de los veinticinco, ya no nos miran al frente como antes sino más bien, observan nuestros maravillosos zapatos nuevos. ¿Por qué os creéis que nos compramos tantos? Precisamente por eso.

Bromas a parte, la edad no es más que un estado mental. Si dejemos que las ideas, los pensamientos sobre el fin, las habladurías de unos y otros en pos de la edad y las malas experiencias de nuestros abuelos o amigos influyan en nuestras vidas, vamos a perdernos muchas cosas a lo largo de esta treintena larga de años que nos queda por vivir. Vale que habrá achaques pero de nosotros depende de que sean sólo resfriados y poco cosa más, que otras dolencias francamente más graves. Si empiezo a pensar: que viejo estoy, que poco me queda, que ataúd voy a elegir para no dejarle el marrón del entierro a mis hijos, como que es mejor que acabemos ya con nuestro sufrimiento en vez de alargarlo más. Mas “rendirse” cuando queda TANTO POR VIVIR, tanto por descubrir, tanto por sentir y anhelar en nuestro cuerpo, es más de cobardes y no de mujeres y de HOMBRES que van a superar, con orgullo, ese medio siglo vivido.


MORALEJA: Ayrton Senna, (1960–1994) fue un destacado piloto de automovilismo de velocidad brasileño, considerado por muchos aficionados y expertos como el piloto más rápido de la historia de la Fórmula 1, dijo: “Todos los años hay un campeón, pero no siempre hay un gran campeón”.

¡¡¡FELICIDADES CINCUENTONES!!! Por otros cincuenta igual de intensos y sin miedos.

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