sábado, 15 de marzo de 2014

‘MENS SANA IN CORPORE SANO’ 2.0



Mens sana in corpore sano es una cita latina que proviene de las Sátiras de Juvenal. La cita completa es "Orandum est ut sit mens sana in corpore sano" (Sátira X, 356). Nació en la civilización de la Grecia Clásica, pues eran los únicos que realizaban los ideales que esta implica. Ninguna otra civilización de la época se aplicó con tanta devoción a la práctica del deporte y lo interiorizó de un modo tan profundo, impregnando su cultura, su arte, su vida diaria, e incluso su religiosidad y su política.

 

Su sentido original es el de la necesidad de orar para disponer de un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado; no es, por tanto, el mismo sentido con el que hoy en día se utiliza: "mente sana en un cuerpo sano" (enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Mens_sana_in_corpore_sano).

 

El culto por el cuerpo en la actualidad sigue siendo vital para el ser humano. La práctica de ejercicio físico segrega endorfinas al cuerpo y son estas, las que nos hacen sentirnos mejor y con ganas de más.

 

Ahora bien, dentro de la práctica del deporte hay una nueva que no entiendo por mucho que me esfuerzo en ello: ¿Cómo hay personas que pagan un GYM sólo para cambiarse de ropa (poniéndose la adecuada, obviamente) y salir a correr a la calle? ¿Por qué hay gente que sólo paga para cambiarse y luego ducharse en el gimnasio? (Si, sé muy bien de lo que hablo. Luego no cogen ninguna de las máquinas, ni se meten en ninguna clase de las preparatorias, ni utilizan ni los rayos Uva, ni el jacuzzi, ni nada. Llegan, se cambian, corren por la calle, se duchan y se van. ¡Así de simple!).

 

Después de mucho pensar llegué a varias y rocambolescas visiones sobre el asunto:

 

·        Visión numero uno: Son personas acomplejadas. Necesitan la rutina de ir a un lugar pero una vez dentro, no pueden quedarse allí por sus complejos (ergo no tiene mucho sentido. Si su cuerpo con una carrera diaria recibe esas tan adorables “sustancias extras” para sentirse mejor. ¿Podrían sentirse aún así acomplejadas por su buena forma física?).

 

·        Visión número dos: ¡Son personas muy escrupulosas! No pueden, aunque lo deseen, tocar ninguna de las máquinas del GYM por los gérmenes del sudor y demás. Por este mismo motivo, meterse en una piscina o en un jacuzzi es casi imposible. Sin embargo, la ducha, con sus oportunas medidas de seguridad como chanclas, llevar un poco de lejía para tirar un chorrito antes de meterse en la ducha entre otras cosas, les proporciona la seguridad sanitaria y un motivo extra para salir e “intentar” relacionarse con los sucios humanos (ergo tampoco tiene mucho sentido porque nada, absolutamente nada que reciba de treinta a ciento cincuenta personas sudorosas al día, puede estar completamente, completamente, completamente impoluto para que un escrupuloso, pueda ni siquiera contemplar la opción de compartir, durante aunque sólo sea unos segundos, un espacio reducido y muy propenso a todo (desde hongos a verrugas y omitiendo algunas para no herir la sensibilidad del lector)).

 

·        Visión número tres: Son personas que padecen un fuerte problema de disociación mental. Para ellos es una RUTINA y aunque carezca de sentido para los demás, ellos necesitan cumplir esas pautas diarias para poder llevar su vida y creer que si no lo hacen,… podrían morir o algo peor según su cabeza (absurda visión, lo reconozco, pero tan rocambolesca como pensar que pagas de treinta a cincuenta euros todos los meses sólo por cambiarte y ducharte en un GYM).

 

En fin, sea cual sea el motivo que para ellos les invite a practicar una formación física fuera de las instalaciones de un completo gimnasio es respetable pero inútilmente incomprensible. Sé que la vida no debería ser comprensión pero a veces, esos pequeños actos de entender al otro, son los que dan, en cierta manera, esa mente sana que se necesita para tener el cuerpo,… completamente sano y vital.

 

MORALEJA: Victor Hugo, (1802 - 1885), poeta, dramaturgo y escritor romántico francés, dijo: “Ciertos pensamientos son plegarias. Hay momentos en que, sea cual fuere la actividad del cuerpo, el alma está de rodillas.”

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