lunes, 16 de septiembre de 2013

NO ES LA PRIMERA VEZ



 

 

* Una niña yemení de 8 años muere en su noche de bodas por lesiones sexuales (Enlace web: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/09/09/actualidad/1378749337_077900.html)

 




Según la publicación Albawaba, casi una de cada cuatro niñas son obligadas a casarse antes de los 15 años en Yemen. El país aprobó en febrero de 2009 una ley que establecía la edad mínima para el matrimonio en 17 años, pero fue revocada porque los legisladores conservadores la consideraron "anti-islámica" (datos que se encuentran en la propia noticia).

 
 

¡NO ES LA PRIMERA VEZ! Nunca es la primera vez cuando salta una noticia tan desgarradora que nos hace estremecer hasta el alma.

 

Y siempre que una noticia como esta, que nunca es la primera vez que pasa, nos atraviesa como un sable desde el pecho rebasándonos por el medio del corazón hasta acabar saliendo por la espalda, siempre las autoridades dicen que van a investigar. Pero ya es tarde. ¡Ella no vive! Con ocho años fue OBLIGADA A CASARSE con un hombre que le quintuplicaba la edad. Con ocho años se vistió de blanco siendo así una niña-novia. Con ocho años fue poseída como mujer en su noche de bodas. Con ocho años pereció. ¡Para ella si fue la primera vez! También la última.

 

Tengo que decir, y que vaya por delante que es mi opinión, que jamás entenderé una religión que MATA, literalmente, a un ser humano. Pero si ese ser humano es una niña o un niño indefenso, mi frustración y mi angustia por ver que ni sus padres, ni su familia, ni su propio gobierno de dicho país hizo nada por protegerla, me rebasa cualquier límite que pudiera caber en mí de comprensión de las religiones y toda letra pequeña que en ella parece haber y que, simplemente, fue escrita no por las DEIDADES sino por hombres que las interpretan como ELLOS DESEAN. ¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo se puede casar a una hija sabiendo que casi la estás enterrando con tu decisión?

 

Todas las religiones que conozco, todas, absolutamente todas defienden el amor y la vida. ¿Qué vida tuvo Rawan? ¿Qué amor recibió? ¿Qué clase de cariño o de afecto obtuvo para no haber podido sobrevivir a una noche de bodas?

 

La religión es dinamismo misericordioso entre personas humanas. La religión es creer, en algo real, sobrenatural, en algo que nos viene inculcado desde pequeños. Cuando esa trasmisión sobrepasa los límites del entendimiento básico de alguien que aún está creciendo, debería haber alguien, en este mundo o el otro, que dijera,… ¡¡¡BASTA!!! Que hiciera una señal y que demostrara que una muerte tan atroz no fue en vano. Por ella, por Rawan, sólo podemos rezar y poca cosas más (y da igual que su Dios o su Deidad o Deidades no sean las mismas que las que nosotros tenemos. Un rezo es un rezo. Una necesidad de dar paz a un alma que nos fue arrebatada mucho antes de lo esperado con una plegaria, sólo eso. Ahí arriba no se reparten los rezos sólo los escuchan e intentan comprender porque somos como somos,… ¡Tan estúpidamente defectivos!). Pero si podemos evitar que hayas más PRIMERAS VECES que nunca son primeras veces a otras niñas-novias que podían correr su misma suerte.

 

MORALEJA: Jorge Luís Borges dijo: “¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad”. Ahora, tal y como está todo y cada vez mas contaminado por donde quiera que miremos a todos los niveles, la inmortalidad, sería, francamente, peor que la propia muerte.

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