domingo, 29 de septiembre de 2013

DESPEDIDA (poema)


 
DESPEDIDA

 

A nadie le importa.

Toma el vuelo

un nuevo avión

con destino cuatro mil kilómetros

lejos de su casa

y a nadie le importa.

Allí vuelan mi hija,

mis nietos,

toda mi vida.

Su padre les espera

en país extranjero.

¡Aquí no tenían futuro!

Mi nieta se hace

la fuerte con ocho años

para que yo no llore.

Mi niño de tres no sabe

aún que nos alejan.

Mi hija intenta estar

entera por todos.

Va en busca de su marido.

 

El avió aterrizó allí,

muy lejos de mi.

Mi peque me dice:

‘Abuela, ¡Ven a por mi!’

(si fuera tan fácil cariño mío).

¡Es pequeño!

Es pequeño

y no entiende

que está muy lejos.

 

Aguanto el tipo

por ellos al teléfono

(no es nada fácil pues

ellos son toda mi vida).

Cuelgo y no puedo contener más

la avalancha de lágrimas

que se agolpan contra

mis ojos incontrolablemente.

 

Enciendo el televisor

y las noticias del día

me enojan una vez más.

¡Grito! Lanzó un zapato

contra la pantalla.

¡¡¡MALDITOS HIJOS DE PUTA!!!

Mis nietos, mi hija,

a una vida de distancia

de mi mundo y seguís

sin poner orden,

sin dar la cara,

sin tener cojones

de dimitir por ladrones,

corruptos, por ser mala gente.

¿Qué os hemos hecho?

¿Qué queréis de nosotros

si nos lo habéis arrebatado todo?

 

Caigo en la cama y el móvil suena.

Mi niño me mandó

un mensaje desde tierra extrajera:

‘Abuela,… ¡Te quiero! Buenas noches’.

 

Beso su foto,

me abrazo a ella con

un solo ruego al cielo:

‘¡Dios! Dame fuerzas

para aguantar este martirio’.

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