domingo, 4 de agosto de 2013

EL HOMBRE PERFECTO (poema)


 

EL HOMBRE PERFECTO

 

Eres ese

que me encontró

sin buscarme.

Eres tu quien me

cita sin llamarme,

que me incita y me rebasa,

que no conoce mi nombre,

ni mi cumpleaños,

que no se perderá jamás

en lo mas profundo de mi ser.

 

No eres incompleto.

El hombre perfecto

lleva tu nombre

(una sabrosa mezcla

adecuada de peligro

y rubor fingido,

de caricia y latigazo,

de eventualidad

y deseo llameante).

 

Necesitamos de nuevo una cita.

Quiero envenenarme otra vez,

morderme el grito,

abrumarme con los gemidos,

masticar poco a poco

los minutos que nos

brinda la taciturna noche.

 

Me falta el aire si muerdo

la infinidad infinita de tu virilidad

jadeantemente secreta, potenciada

por un cuerpo de mujer imperfecto.

 

Hoy casi se paso tu día,

un día que confluye en algo

inhabitablemente duro donde la prosa

no cabe pese que dominas el verbo.

 

No leerás estas palabras,

ni te emocionarás,

ni vendrás a buscar el regalo

bien húmedo que guardé

en el borde de mi boca para ti.

¡Por eso eres perfecto para mí!

Algo más que nada.

Nada menos que algo.

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