lunes, 5 de agosto de 2013

DOSIS DE INTELIGENCIA GRATUITA PARA BOBOS ASUSTADOS TRAS UNA CORTINA




Microbio: Un microorganismo, también llamado microbio (del griego μικρο, «micro», diminuto, pequeño y βιος, «bio», vida, ser vivo diminuto), es un ser vivo que solo puede visualizarse con el microscopio. La ciencia que estudia los microorganismos es la microbiología. Son organismos dotados de individualidad que presentan, a diferencia de las plantas y los animales, una organización biológica elemental. En su mayoría son unicelulares, aunque en algunos casos se trate de organismos cenóticos compuestos por células multinucleadas, o incluso multicelulares (Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Microorganismo).


 


Bacteria: Las bacterias son microorganismos unicelulares que presentan un tamaño de unos pocos micrómetros (entre 0,5 y 5 μm, por lo general) y diversas formas incluyendo esferas (cocos), barras (bacilos) y hélices (espirilos). Las bacterias son procariotas y, por lo tanto, a diferencia de las células eucariotas (de animales, plantas, hongos, etc.), no tienen el núcleo definido ni presentan, en general, orgánulos membranosos internos. Generalmente poseen una pared celular compuesta de peptidoglicano. Muchas bacterias disponen de flagelos o de otros sistemas de desplazamiento y son móviles. Del estudio de las bacterias se encarga la bacteriología, una rama de la microbiología. (Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Bacteria).


 

Hay dos envidias sanas que he tenido siempre en mi vida:

 

·        La primera a todas aquellas que conocieron a Pierce Brosnan y compartieron más de una noche tórrida con él.

·        La segunda a todas aquellas personas que tienen un seguro privado y pueden costearse el poder acudir a un centro que no sea de la seguridad social donde son tratados como se merece un paciente.

 

No digo esto contra médicos, enfermeras o auxiliares en general (algunos, como en todos sitios, hay que echarles de comer a parte pero en toda las casas tiene que haber una oveja negra y eso es lo de menos) que bastante soportan ya teniendo que ver como otros funcionarios sus sueldos recortados y sus pagas eliminadas en parte. Lo peor que nos podemos encontrar en un centro sanitario de la seguridad social son los pacientes. Y dentro de esta categoría de “PACIENTES” los peores son los de URGENCIAS.

 

Es lógico, y lo digo por voz propia, que uno acude a estos lugares cuando tiene una urgencia sanitaria o eso es lo que yo creía hasta ahora. Por desgracia, situaciones familiares me han llevado a tener que visitar estos lugares de urgencias a diferentes horas del día y puedo garantizaros que he salido completamente horrorizada de la fauna que allí se reúne. ¿Cómo se puede ir a urgencias a pasar el rato? Pues si,… hay gente que va a pasar el rato. Y no dicho por su indumentaria que suele ser de lo más variopinta con sus pelos bien cardados, su maquillaje impoluto y su perfume comprado para aparentar que aún se es joven por el olor, sino por los propios médicos y enfermeras del centro que ya se los conocen y pese a que su código no les permite dejarlos para los últimos, saben bien que sólo vienen a pasar el rato y les incomoda que día sí y día también tengan una nueva dolencia rara descubierta en la inmensidad de alguna tertulia de sobremesa en una excursión “imsersoriana” o, los mas atrevidos con nietos un tanto mas modernos las encuentran perdidas, una y mil veces, entre las muchas páginas de Internet buscadas para esa ocasión para causar furor en la sala de espera. Da asco escuchar la poca vergüenza que tienen. Con risotadas sórdidas como si aquello fuera una cafetería y ellas estuvieran inmersas en una charla de amigas.

 

Luego está la típica mama y la hija que se convierten en las tertulianas de moda de la sala de espera y encima, con el volumen del habla estropeado en un tono demasiado elevado para obviarlo. Estas se entretienen cortándoles trajecitos a todo aquel que pasa. Lo bueno es que, como saben que están haciendo algo incorrecto, que si las miras fijamente, se dan cuenta que las estás escuchando y puedes conseguir diez minutos de silencio y paz por parte de sus tremendas bocazas (mas,… es un reto imposible).

 

Luego vienen los que se conocen a todos los médicos de todos los centros y siempre se piensan, que porque les saluden sentados, van a entrar lo siguientes (tengo que decir que jamás he visto que pasaran delante de alguien que llegó antes pero ellos, cuando salen, siempre explican que como el médico le conoce, le ha pasado antes. ¿Invención pura y dura? ¡Si! Absolutamente sí (no son de los que suelen molestar mucho así que si ellos quieren creerse sus propias mentiras,… libres son).

 

Los peores son algunas personas que vienen de fuera de España (no me refiero a nadie en concreto, no soy racista y me da igual como se lo tomen quien disponga porque para nada marco a nadie con el dedo). Da igual que vengan del norte o del sur (fuera de nuestro país) que sus voceos a la hora de hablarse en la sala de espera, y eso que suelen estar bien cerca, son completamente desagradables (en todas las salas de espera se ruegan guarde silencio). Cuando viene el de seguridad, de ponen rectos y mantienen las formas pero sólo unos instantes. Luego, grita que te grita, vuelve a faltar el respeto a todos los allí estamos y no por gusto. Muchos con sangre, con dolor de cabeza, angustiados por un familiar que esta dentro, callados, expectantes, enfermos. Ellos, que se creen que no son atendidos porque no pertenecen al país, se revelan, llaman racistas a los médicos y suelen armar alguna bronca porque así, y sólo así, son visitados antes y por desgracias,… ellos lo saben. Vuelvo a decir que yo no estoy contra ninguna cultura, ninguna religión, ninguna persona da igual de donde sea pero ya que hay que guardar silencio y decoro, dejar de gritar, dejar de poner los pies descalzos sobres los asientos donde después se tendrán que sentar los demás, dejar de armar cirios para que os atiendan antes apelando a un RACISMO que no existe en un pueblo hermano o convecino. Nos llenamos la bocas de críticas contra todos aquellos que os tratan mal según vuestra forma de ser pero es este país que esta pasando por un duro momento, el que no ha cerrado nunca sus fronteras, que siempre ha acogido a multitud de razas y culturas y es aquí donde se os está dando una sanidad, una educación, unas ayudas, unos servicios y una atención, que jamás encontrareis en vuestros países de orígenes y lo sabéis, porque si yo soy mal atendido en un país, me vuelvo a mi tierra porque en mi casa no se está mejor que cualquier otro lugar. Pero no es así, no para vosotros y lo sabéis. Por eso seguís abusando de la confianza y la paciencia de muchas personas que justo, estando enfermas, la perdemos por nuestro familiar, por nuestro amigo, por nuestra pareja, a sabiendas de que nos tachareis de RACISTAS sólo por recordaros que hay que estar en silencio en la sala de espera de cualquier centro sanitario de urgencias en todo el estado español.

 

MORALEJA: Esta va dedicada a la señora del box de enfrente de la camilla de mi familiar que cerro la cortina asustada cuando a mi familiar le dio un ataque de tos por írsele el agua que tomaba con la pastilla que le habían dado, por el otro lado. Señora, ha entrado con problemas de corazón (cosa de la que no tendría que informarle pues como usted ha podido controlar, esta monitorizada desde que ha entrado). No tienen nada malo y si algún microbio o bacteria hubiera invadido su cuerpo, sea un poco más inteligente y tápese la boca y no corra la cortina, no por que me haya ofendido a mi o a mi familiar, sino porque con la pinta que tiene la cortinita, y los días que tiene que llevar allí colgada sin un triste lavado corto que llevarse a la boca, posiblemente se haya contagiados de Acondroplasia, Adamantinoma, Alcaptonuria, Aniridia, Beriliosis, Difalia, Ectrodactilia, Fucosidosis, Germinoma, Síndrome de Ho Kaufma Mcalister, Ictiosis Arlequín, Ipex, Mastocitosis, Mesotelioma, Miastenia gravis, Enfermedad de Norrie o Síndrome de Ochoa con tal de evitar una tosecilla minúscula de alguien que se atragantó con un simple buche de agua.

 

Eso si,… me quedo con las  TREMENDAS ganas de hacerle la prueba de Chvostek por varias veces para comprobar que usted sigue tan sana como antes de correr la cortina.
 

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