miércoles, 10 de julio de 2013

EL PACTO SILENCIOSO DE LA COBARDÍA (poema)


 
EL PACTO SILENCIOSO
DE LA COBARDÍA

 

Ahí estábamos los dos,

uno frente al otro.

Siempre supimos quien

era el ganador de ambos

(hace falta mucho coraje

para luchar contra

un gran adversario).

 

Duelo al amanecer:

la lluvia como padrinos,

las manos por espadas,

las piernas como escudos

y el deseo,… parado

muy adentro nuestro.

 

Tu primera embestida fue cobarde.

Cortarla de cuajo fue fácil para mí.

Mi estocada fue hiriente

(no estabas preparado

para frenarla o esquivarla

y te tocó de lleno).

 

Manaba sangre de tu costado.

La tapaste con destreza

y desenfundaste de nuevo

tu rabia contra mi persona.

Primero los insultos acostumbrados.

Luego los reproches repetitivos.

Al final la preparada bofetada

vejatoria acarició una vez mas mi rostro.

 

Sangraba mi labio mas no lo tape

(hacia tiempo que ya no tapaba

mis moratones causados

en nuestra desigual lucha).

Te miré fijamente y bajaste la cara.

Humillaste como el toro

al que quieres finar

tras una gran faena.

Pero, herido y todo,

sin fuerzas pero con mucho orgullo,

me asestaste una cornada mortal

en medio del corazón.

Un latido y todo acabó.

 

Al final ganaste pero yo no perdí.

¡Soy libre al fin!

A este lado,

cobarde con esperanzas finales,

logré escapar de tus porrazos.

 

¿Eres ya feliz ahora sin mí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario