miércoles, 19 de junio de 2013

PARA TI QUE NO ME LEES (escrito)


 

 

Querido amigo,

 

Es más fácil escribirte ahora que no me lees. Antes cuando te escribía tampoco me leías pero me molestaba que no lo hicieras. Ahora soy muy consciente de que no lo haces y me da igual.

 

¿Cómo estás ahora que ya no estoy en tu vida? ¿Aliviado? ¿Feliz? ¿Inmensamente contento? La respuesta no me quita el sueño pero más de una vez te he visto en mi mente triste, apenado, como si realmente estuvieras triste por que ya no esté en tu vida. Por suerte, abrí los ojos y me di cuenta de que sólo era un sueño. ¡Tú nunca me echarás de menos! Yo a ti si,… pero no te preocupes, fue solo un momento. Justo el instante que me dije,… ¡¡¡No le importas nada!!! Te lloré cuatro lágrimas y me recompuse al segundo. Quería demostrarme que era fuerte pero francamente no es fuerza lo que me rodea y me hace seguir adelante sin ti. Es más el orgullo, el quererme, el empezar a ser un poco más egoísta conmigo y con lo que me rodea a mí.

 

¡Me estoy convirtiendo en un monstruo! Noto como las uñas cada vez nacen con más fuerza en mis manos que están empezando a parecerse a zarpas por días. Tengo ganas de hacer daño y me siento bien cuando veo el sufrimiento a mi lado y no me da la gana de hacer nada por evitarlo. No sé, es algo extrañamente excitante, como un veneno que se va colando poco a poco por cada poro de mi piel hasta convertirme en algo que no creía jamás que pudiera ser. Ahora mismo, por ejemplo, tengo sed de sangre, hambre de dolor, un terrible deseo de sufrimiento extremo.

 

A veces, desde un cochecito, un niño me mira con sus tiernos ojos y se me estremece lo poco que me queda de corazón. ¡Me quedan apenas cuatro días para perderlo! ¿Cómo lo sé? Simplemente lo sé. La cuenta atrás empezó el día de tu silencio y ahora,… ya no hay vuelta de hoja.

 

Es extraño sentir como el corazón se me van congelando por dentro. Pero no tengo miedo. Supongo que era lo que siempre habías buscado,… que dejara de tener corazón, que dejara de quererte, que me olvidara de ti.

 

No te emociones al leerme si es que al final te entra la curiosidad y empiezas a buscarme entre páginas de Internet dónde antes sabías que yo estaba y ahora ya no. No te escribo porque me esté acordando de ti sino es como una despedida de mi parte humana, una despedida sin lágrimas, sin gimoteos tontos, ni palabras falsas bañadas de amor que nunca existió. Es el fin de un estado lógico del ser humano (tu no crees en otra cosa). Me pudro y me convierto en lo que siempre has deseado para mi: ser un ser completamente oculto que nada puede sentir.

 

Para ti que no me lees sólo unas últimas palabras,… ¡Devora! No, no te quedes el último. Sé que ahora no lo entenderás. ¡No importa! Tu trasformación es más lenta pero llegarás al mismo punto dónde yo me encuentro ahora y lo sabrás. ¡Será tu mantra!

 

Se despide una que un día fue una mujer humana,

 

ARACNE

No hay comentarios:

Publicar un comentario