domingo, 2 de junio de 2013

60 AÑOS: TODA UNA VIDA


 
 

Sesenta años es toda una vida. Muchas personas, al llegar a los cincuenta, se comienza a poner nerviosos porque creen que es el ecuador de su vida. Sin embargo, el gran balance de toda una vida se hace a los sesenta.

 

El día empieza como un día cualquiera. Te levantas y en el móvil un par de mensajes de felicitación de tus hijos. Luego, después del desayuno, las llamadas para felicitarte de tus yernos, hijas y nieto, te hacen darte cuenta de lo afortunado que eres.

 

Pero un gran día se merece un gran acto inmensamente bello. Tu nieto bailará en el campo de tu pueblo junto a otros colegios (sólo los de su edad). No ha sido nada preparado para ti pero como si la vida te brindara un gran regalo, junto a tu primogénita, vais a verle y os divertís de lo lindo contemplando lo bello de ser parte de una hermosa gran familia. ¡El pequeño es todo un hombrecito! Te dices mientras tu hija no para de hacerle fotos y mostrártelas para que veas lo guapo y grande que está.

 

A medio día comida con los de siempre preparada por ti pues en estos momentos, el mercado laboral no busca a personas preparadas como tu (realmente no buscan a nadie pero es duro sentirse obsoleto con sólo sesenta).

 

La tarde pasa normal.

 

La noche llega y con ella, los timbrazos a la puerta alegres de hijas, yernos, nieto,… ¡Es un gran día! Tu día y todos quieren pasarlo junto a ti. Te pones a cortar jamón y un queso de los mejores que hay en el mercado en este momento para los tuyos. Tus hijas en la cocina, preparan aperitivos y pizzas especiales pues no quieren que mama se meta una vez más en la cocina. La mesa se llena de platos, de vasos, de licores, de refrescos, de todo tipo de aperitivos y de más de diez clases diferentes de pizzas. Hay risas, hay jolgorio y sobretodo,… estáis todos juntos para celebrar tu sesenta cumpleaños.

 

Las luces se apagan y aparece tu nieto con un pastel precioso con un seis y un cero arriba. Detrás tres de tus cuatro hijas y una de ellas, la madre del pequeño, lleva un sesenta de chocolate también encendido. Coges a tu nieto (para ti es toda tu vida y te quiere mucho). Te lo pones encima e intentas apagar un poquito las velas (cosa que él no te deja hacer y a ti no te importa pues lo quieres con locura). Luego, lo colocas sobre tus hombros, y empiezas a abrir los paquetes de regalos que te han traído. Eres feliz pero no por los regalos o por las felicitaciones. En este momento eres inmensamente feliz porque todos vinieron a casa, celebraron tu día especial junto a ti, y eso si merece la pena ser vivido. ¿Cuántos años me quedan por vivir? ¡¡¡Y QUE MÁS DA!!! Lo mas importante es vivirlos y si puede ser, incrementando un gran familia con uno, dos o tres más. Lo más bonito es que sigan estando a tu lado, en lo bueno y en lo malo, pero sobretodo contigo.

 

¡¡¡FELIZ DÍA PADRE!!!

 

MORALEJA: Alguien dijo una vez: “Juventud no es la del que tiene veinte años. Joven es aquel que se conmueve ante cualquier injusticia en el mundo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario