martes, 7 de mayo de 2013

SIN AVISAR (relato)


 

 

Cada vez que te noto a mi espalda y siento como por tu respiración tu rostro se aproxima al mío con cierta impaciencia, tu lengua irrumpe de improvisto y comienza a rastrear las cavidades de mi boca, llegando hasta cada rincón de la manera mas inverosímil y estimulante, al menos para mi lo es, posas tus manos de manera firme sujetando mis caderas mientras mi ritmo cardiaco comienza a acelerarse a la vez que estas suben bordeando mi cintura, trepando hábiles hasta mis pechos que una vez conquistados son oprimidos cuidadosamente por cada uno de tus dedos morenos y largos que desabrochan los botones de mi blusa y eliminan las barreras que existen entre mis pezones y ellos, la dureza de mis senos al contacto con tu piel, la sequedad de mi boca incapaz de emitir el menor de los sonidos a través de mis labios entreabiertos, tu pecho pegado a mi espalda como si de dos siameses se tratase sin dejar ni un centímetro el uno del otro sin contacto y bajando tus manos por mi vientre en dirección a la falda, que con un leve movimiento será levantada mostrando mi ropa interior, sin que sea inconveniente para que tus dedos la aparten de manera decidida para llegar a mi sexo que se contrae por la proximidad que presiente y ansia, la humedad que crece por segundos reclamando ser atendida de manera inmediata, es entonces cuando lo acaricias sabiendo en donde has de pararte, en donde mostrar mas afán, por donde llevar el deseo para que sea aun mayor hasta que tus dedos dejen de ser suficiente para mí y pueda articular una frase, o quizás, solo sea una palabra lo bastante clara, lo bastante precisa que no sea necesario que vaya acompañada de nada más, pues tu sabrás que significa, procediendo a eliminar mi ropa interior rápidamente ya que el deseo comienza a tener vida propia y anula cualquier posible contratiempo que pueda surgir desde la razón, ya todo es acelerado, la dureza de tu sexo que ha estado esperando pacientemente el momento de realizar su papel, entrando de manera directa, deslizándose ayudado por la humedad del mío que lo llama y que lo guía para que el placer sea compartido por ambos, el tiempo pasa deprisa, estamos los dos concentrados en el ritmo de las nuestras caderas, las sensaciones y el objetivo prioritario, el placer por encima de cualquier otra cosa, de cualquier otro motivo, de cualquier otra atención que merezca la pena en este momento, lo ansiamos, pero intentamos dilatar su duración hasta que nos es imposible y llegamos a conseguirlo de una sola sacudida, a dúo, pegados ahora si aun más por los fluidos y las palpitaciones....entonces tu espalda y tú os separáis de mí y he de volver a poner mi ropa en su lugar e intentar recuperar el aliento perdido....para incorporarme de nuevo al trabajo, sin que nadie note por mi aspecto o expresión que es lo que ha ocurrido realmente en el cuarto de las fotocopias.

2 comentarios:

  1. Buenisimo . Lo disfrute a mil . Gracias por el fuego .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias Alicia! Vuestros comentarios me hacen seguir adelante con este proyecto.

      ¡¡¡Sigue disfrutando cada martes de mis relatos!!! Y si lo deseas, cada día de mi blog.

      Eliminar