lunes, 14 de enero de 2013

MONSTRUOS CON PODERES NADA ESPECIALES



Abrir un periódico o encender la radio o la televisión para escuchar o ver las noticias, se está convirtiendo en un “deporte” de alto riesgo en cierta manera. Muertes, suicidios, asesinatos, robos, juicios, ladrones, violaciones,… A uno se le quita las ganas de tener fe en la humanidad o de retomar aquel viejo eslogan de El ser humano es extraordinario.

 

Hoy es nuestro país vecino, Francia, el que nos hace perder un poco más esa fe cuando los policías detuvieron a una niña de cinco años por el impago de sus padres de ciento setenta euros del comedor escolar. Los guardias se personaron en el colegio y se llevaron a la niña primero a su casa, y al no haber nadie, a la comisaría. Ante la protesta lógica de padres y gente a la que este suceso le ha parecido algo desmesurado, el alcalde de la localidad Dominique Lesbats, alcalde de Ustaritz, dijo que el no ordenó ese acto pero que los padres estaban advertidos. ¿Eso justifica que por ciento setenta euros casi traumatizaran no sólo a una niña de cinco años sino también a los compañeros de su clase? ¿Es “NORMAL” en Francia coger a un hijo de rehén por menos de doscientos euros? O peor aún, después de autorizaciones, de permisos, de miles de papeles para que un familiar recoja a un pequeño en el colegio,… ¿Cómo se puede permitir, pese a ser la autoridad, que un menor sea recogido en un centro escolar sin el previo aviso a sus padres?

 

Vergonzante el acto primero de recoger a una niña sin avisar a los progenitores; vergonzoso el acto de que las fuerzas del orden se personen en un centro de educación y se lleven a un niño menor por una deuda de sus padres que un niño de esa edad, ni sabe ni tiene que saber; muy vergonzante tener que leer que el propio alcalde de la localidad no justifica pero tampoco repulsa el acto que protagonizaron los policías; y tremendamente muy vergonzoso que después de llevarla a su casa y ver que no había nadie, en vez de devolverla al colegio, llevarla a comisaría con sólo cinco años. ¿Verdaderamente era necesario todo este dantesco y vergonzoso paripé por una deuda inferior a doscientos euros? Sinceramente, es una lástima pensar que no sólo la gente que no tiene nada ha perdido el norte con conocimiento, sino aquellos que tienen que protegernos, han perdido COMPLETAMENTE LA RAZÓN por el poder que se les dio de proteger al ciudadano.

 

Ellos tienen las placas, las armas, unas leyes a veces muy absurdas de su parte, pero no con eso tienen que obedecer TRANCES ESPELUZNANTES que no sólo atacan a los ciudadanos sino que “violan” la inocencia pura de los niños, en este caso, de la pequeña Léa.

 

MORALEJA: En la película ALGUNOS HOMBRE BUENOS, los dos acusados del asesinato de William T. Santiago, tras averiguarse que estaba siguiendo una orden de “Código rojo” (una orden disciplinaria no autorizada por el Gobierno de EEUU que se sigue aplicando en Bahía de Guantánamo en Cuba (en la ficción de la película, claro está)), son exculpado de asesinato, de premeditación pero no son exculpados de la conducta indigna de un marine de los Estados Unidos y son licenciados con deshonor. El honor es importante y sobretodo las consecuencias, pero como es lógico en este sistema de rascarse la espalda uno a otros, la policía seguirá tomando como rehenes a niños por el impago de sus padres, ni el alcalde de Ustaritz será licenciado con deshonor, ni culpados a no seguir en sus puestos actuales de poder, ni nada verdaderamente significativo. Han traumatizado a una cría porque pueden, porque se cree que son los únicos que tienen el poder. Pero no olvidemos que la unión hace la fuerza y esto no vamos a dejar que se quede aquí. ¡Todos tenemos derechos a ser protegidos! Y si ellos no nos protegen porque es más importante Don Dinero, ya haremos nosotros, con solidez, un mundo donde nuestros hijos puedan vivir en paz sin miedo a ser llevados a comisaría con tan solo cinco años.

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